martes, 16 de diciembre de 2014

¿Eres una persona de paz?



Si quieres la bendición de Dios en tu vida y que te conozcan como su hijo, debes aprender a ser pacificador.

Jesús dijo:

“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”.Mateo 5:9.

Fíjate que Jesús no dijo: “Dichosos los que aman la paz”, porque todos la amamos. Tampoco dijo: “Dichosos los pacíficos”, que nada los perturba. Al contrario, afirmó: “Dichosos los que trabajan por la paz”: los que activamente procuran resolver los conflictos. Los pacificadores son difíciles de encontrar porque la pacificación es una tarea difícil.


Trabajar por la paz no es evitar los conflictos. Huir de los problemas, aparentar que no existen o tener miedo de hablar de ellos es cobardía. Jesús, el Príncipe de Paz, nunca tuvo miedo al conflicto. En cierta ocasión hasta lo provocó para bien de todos. A veces necesitamos evitar los conflictos; otras, necesitamos crearlos; y, aun otras, resolverlos. Por eso debemos orar pidiendo la guía continua del Espíritu Santo. 






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