lunes, 6 de abril de 2015

¿Viernes o Domingo?

¿Pensaste alguna vez que tuviste una semana difícil? Fíjate la semana que tuvo Jesús desde que hizo la entrada triunfal a Jerusalén.
Limpio el templo, estuvo predicando, el jueves estuvo orando en el huerto del Getsemaní, viernes humillado y crucificado, sábado su cuerpo descanso en la tumba.

Su semana comenzó con alabanzas, alegrías y termino con la tristeza del viernes. Pero si no hubiera sido por ese trágico viernes, nunca hubiéramos tenido un glorioso domingo de Resurrección.

¿Estás todavía viviendo en la tristeza del viernes o  pasaste de la tristeza al gozo de la victoria del domingo?

eliges ¿viernes o domingo?. Que tengas una excelente semana!

viernes, 27 de febrero de 2015

Día 40. Vive con propósito

Vive con propósito.

Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero

son los propósitos del Señor los que prevalecen.
Proverbios 19:21 (PAR)

“David, después de servir a su propia generación
conforme al propósito de Dios, murió”.
Hechos 13:36 (NVI).

Vivir con propósito es la única manera de vivir realmente. Todo lo demás es existir.


La mayoría de las personas luchan con tres asuntos básicos en su vida. La primera es identidad: “¿Quién soy?” La segunda en importancia: “¿Importo yo?” La tercera en impactar: “¿Cuál es mi lugar en la vida?” Las respuestas a todas estas preguntas están en los cinco propósitos de Dios para ti.


En el Aposento Alto, cuando Jesús concluía su último día de ministerio con sus discípulos, les lavó sus pies como ejemplo y les dijo: “¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica”. Una vez que conoces lo que Dios quiere que hagas, la bendición viene al ponerlo en práctica. Mientras llegamos al final de nuestro peregrinaje de los cuarenta días juntos, ahora que sabes el propósito de Dios para tu vida ¡serás bendecido si lo cumples!

Tal vez esto signifique que debes dejar algunas cosas que estás haciendo. Hay muchas “buenas” cosas que puedes hacer con tu vida, pero estos cinco son los propósitos esenciales de Dios que debes cumplir.
Desafortunadamente, es fácil distraernos u olvidarnos de lo que es importante. Es fácil desviarse de lo que es relevante y salirse del curso poco a poco. Para prevenir esto, debes desarrollar una declaración de propósito para tu vida y revisarla regularmente.

¿QUÉ ES UNA DECLARACIÓN DE PROPÓSITO?

Es un resumen de los propósitos de Dios para tu vida. En tus propias palabras, afirma tu compromiso con los cinco propósitos de Dios para tu vida. Esta declaración no es una lista de objetivos. Las metas son temporales; los propósitos son eternos. La Biblia señala: “Sus planes perduran para siempre; sus propósitos durarán eternamente”.

La declaración indica la dirección de tu vida.

Si escribes tus propósitos, te esforzarás en pensar específicamente en el camino de tu vida. La Biblia dice: “Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos”. La declaración de propósito no sólo aclara lo que propones hacer con tu tiempo, vida y dinero, sino que también insinúa lo que no harás. Proverbios dice: “La meta del prudente es la sabiduría; el necio divaga contemplando vanos horizontes”.

Es la declaración que define lo que es el “éxito” para ti. Esto manifiesta que lo que consideras importante, no es lo que el mundo considera como tal. Clarifica tus valores. Pablo dijo: “Yo quiero que entiendas lo que realmente es importante”.

La declaración clarifica tus papeles. Tendrás papeles distintos en diferentes etapas de tu vida, pero tus propósitos nunca cambiarán. Son más grandiosos que cualquier papel que desempeñes.

La declaración expresa tu forma. Esto refleja la manera única en que Dios te hizo para tu servicio. Toma el tiempo necesario para escribir la declaración de propósito de tu vida. No trates de completarla de una sola vez, ni aspires a hacerla perfecta en el primer borrador; sólo escribe tus pensamientos tan pronto como te lleguen. Siempre es más fácil corregirla que crearla. Aquí están las cinco preguntas que debes considerar cuando prepares la declaración de tu propósito.

LAS CINCO PREGUNTAS MÁS IMPORTANTES DE LA VIDA

¿Cuál será el centro de mi vida? Es la pregunta de la adoración. ¿Para quién vivirás? (¿Alrededor de qué estás edificando tu vida?) Puedes centrar tu vida alrededor de tu carrera, tu familia, un deporte o diversión, dinero, entretenimiento o muchas otras actividades. Todas ellas son buenas, pero no pertenecen al centro de tu vida. Ninguna basta para sostenerte cuando la vida comience a despedazarse. Necesitas un centro inconmovible.

El rey Asa le dijo al pueblo de Judá que “centraran sus vidas en Dios”. Realmente, cualquiera que sea el centro de tu vida constituye tu dios. Cuando le entregaste tu vida a Cristo, Él pasó a ser el centro, pero debes mantenerlo allí mediante la adoración. Pablo dijo: “para que por fe Cristo habite en sus corazones”.

¿Cómo sabes cuándo Dios es el centro de tu vida? Cuando Dios es el centro de tu vida lo adoras. Cuando no, te preocupas. La preocupación es la luz que te advierte que empujas a Dios a un lado. Cuando lo pongas de nuevo en el centro tendrás paz otra vez. La Biblia dice: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.

¿Cuál será el carácter de mi vida? Esta es la pregunta del discipulado. ¿qué clase de persona serás? Dios está más interesado en lo que eres que en lo que haces. Recuerda, el carácter te lo llevarás a la eternidad, tu carrera no. Haz una lista de las cualidades de tu carácter que quieres desarrollar en tu vida. Puedes comenzar con el fruto del Espíritu o las bienaventuranzas.

Pedro dijo: “Esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”. No te desanimes ni te rindas cuando tropieces. Requiere una vida entera forjar un carácter como el de Cristo. Pablo le dijo a Timoteo: “Mantente enfocado en tu carácter y enseñanza. No te distraigas. Sigue perseverando”.

¿Cuál será la contribución de mi vida? Esta pregunta se refiere al servicio. ¿Cuál será tu ministerio en el cuerpo de Cristo? Conociendo mi combinación de dones espirituales, corazón, habilidades, personalidad y experiencias (FORMA: Formación espiritual, Oportunidades, Recursos, Mi personalidad, Antecedentes), ¿cuál será tu mejor papel en la familia de Dios? ¿Cómo puedes hacer la diferencia? ¿Hay un grupo específico del cuerpo para el cual fui formado para servir? Pablo señaló dos beneficios maravillosos cuando cumples con tu ministerio: “Esta ayuda, que es un servicio sagrado, no sólo suple las necesidades de los santos, sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios”.

Aunque fuiste formado para servir a otros, considera que ni Jesús satisfizo las necesidades de todo el mundo mientras estuvo en la tierra. Tienes que escoger a quiénes puedes ayudar mejor, basado en tu forma. Necesitas preguntarte: “¿A quién deseo ayudar más?” Jesús dijo: “Los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure”. Cada uno de nosotros da frutos diferentes.

¿Cuál será la comunicación de mi vida? Esto se refiere a tu misión a los no creyentes. Tu declaración de misión es parte de la declaración del propósito de tu vida. Esto debería incluir tu compromiso de compartir el testimonio y las buenas nuevas con otros. También debes hacer una lista con las lecciones de la vida y pasiones divinas que sientes que Dios te ha dado para compartir con el mundo. Mientras vas creciendo en Cristo, Dios puede darte un grupo especial de personas para que te enfoques en alcanzarlas. Asegúrate de añadir esto a tu declaración.

Si eres padre, parte de tu misión es criar a tus hijos en el conocimiento de Cristo, para ayudarlos a entender los propósitos de Él para sus vidas, y enviarlos a su misión en el mundo. Puedes incluir la declaración de Josué en la tuya: “Yo y mi casa serviremos al Señor”.

Por supuesto, nuestras vidas deben dar testimonio y confirmar el mensaje que comunicamos. Antes que la mayoría de los no creyentes acepten la Biblia como creíble, quieren saber cuán creíbles somos nosotros. Por eso es que la Palabra de Dios afirma: “Asegúrate de vivir de una manera que traiga honor a las buenas nuevas de Cristo”.

¿Cuál será la comunidad de mi vida? Esto tiene que ver con el compañerismo y la comunión. ¿Cómo mostrarás tu compromiso con otros creyentes y tu conexión con la familia de Dios? (¿Dónde vas a practicar el mandamiento “unos a los otros” con otros cristianos?) ¿a cuál familia de iglesia te unirás como un miembro activo? (Cuanto más maduras más amarás al cuerpo de Cristo y querrás sacrificarte por él). La Biblia dice: “Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella”. Debes incluir una expresión de amor para la iglesia de Dios en tu declaración.

Al considerar tus respuestas a estas preguntas, incluye cualquier escritura que te hable acerca de cada uno de esos propósitos. Hay muchas en este libro. Puede que te tome semanas o meses elaborar la declaración del propósito de tu vida en la manera que quieres. Ora, piensa en esto, habla con tus amigos y reflexiona en las Escrituras. Puedes volver a escribirlas cuantas veces sean necesarias hasta que llegues a tu declaración final. Aun después, quizás le hagas algunos cambios menores de acuerdo con lo que Dios te vaya haciendo entender y según tu forma. Si quieres ver algunos ejemplos de otras personas puedes enviarme un correo electrónico. (apéndice 2).

Además de escribir en detalle la declaración del propósito de tu vida, también es útil una declaración breve o lema que resuma los cinco propósitos de tu vida de manera que los puedas memorizar y para que te inspiren. Así podrás recordarlos diariamente. Salomón aconsejó: “Será bueno mantener estas cosas en tu mente para que puedas repetirlas”.

Aquí tienes algunos ejemplos:
  • § “Mi propósito en la vida es adorar a Cristo con todo mi corazón, servirle con mi FORMA, tener compañerismo con su familia, crecer igual a Él en carácter, y cumplir su misión en el mundo para que así reciba la gloria”.
  • § “Mi propósito en la vida es ser un miembro de la familia de Cristo, un modelo de su carácter, un ministro de su gracia, ser un mensajero de su palabra y un magnificador de su gloria”.
  • § “Mi propósito de vida es amar a Cristo, crecer en Cristo, compartir a Cristo, servir a Cristo, a través de su iglesia y guiar a mi familia y a otros a hacer lo mismo”.
  • § “Mi propósito en la vida es hacer un gran compromiso con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión”.
  • § “Mi objetivo es parecerme más a Cristo, mi familia es la iglesia, mi ministerio es___________; mi misión es____________; mi motivo es la gloria de Dios”.
Puedes pensar: “¿Y qué acerca de la voluntad de Dios para mi trabajo o matrimonio? O ¿Dónde se supone que tengo que vivir o ir a estudiar?” Sinceramente, estos son asuntos secundarios en tu vida, puedes tener muchas posibilidades y todas pueden caber dentro de la voluntad de Dios para ti. Lo más importante es que tú cumplas los propósitos eternos de Dios, independientemente de donde vivas o trabajes o con quien estés casado. Esas decisiones deben apoyar tus propósitos. La Biblia dice: “Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero son los propósitos del Señor los que prevalecen”. Enfócate en los propósitos de Dios para tu vida, no en tus planes, ya que son los que perdurarán.

Una vez escuché la sugerencia de desarrollar la declaración de propósito para tu vida basándola en lo que esperas que la gente diga en tu entierro. Imagina el elogio perfecto y después elabora tu declaración basada en eso.

Francamente, es mala idea. Al final de tu vida no importa lo que las otras personas digan acerca de ti. Lo único que te debe importar es lo que Dios diga de ti. La Biblia declara: “Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas”.Un día Dios revisará tus respuestas a estas preguntas. ¿Pusiste a Jesús en el centro de tu vida? ¿Desarrollaste su carácter? ¿Diste tu vida por servir a otros? ¿Comunicaste su mensaje y cumpliste su misión? ¿Amaste y participaste en su familia? Estas son las únicas cosas que contarán.
Como dijo Pablo: “Nuestro propósito es complacer a Dios, no a los hombres”.

DIOS QUIERE USARTE

Unos treinta años atrás, observé una frase breve en Hechos 13:36 que alteró por siempre el curso de mi vida. Fueron sólo catorce palabras pero, como una marca de hierro ardiente, impactaron mi vida poderosamente: “David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió”. al fin entendí por qué Dios llamó a David “un hombre conforme a mi corazón”. David dedicó su vida a cumplir los propósitos de dios en la tierra.

¡No hay epitafio más grande que este! Imagínatelo grabado en tu lápida: “Este fue_______ quien sirvió para el propósito de Dios en su generación”. Mi oración es que las personas sean capaces de decir esto acerca de mí cuando muera. También es mi oración que lo digan respecto a ti. Por eso escribí este libro para ti. Esta frase es la definición concluyente de una vida bien vivida. Haz lo eternal y perdurable (propósito de Dios), de una manera contemporánea y oportuna (en tu generación). Esto es la esencia de una vida con propósito. Ni las generaciones pasadas ni las futuras pueden servir al propósito de Dios en esta generación, sólo nosotros podemos. Así como a Ester, Dios te creó “para un tiempo como éste”.

Dios todavía busca personas para usarlas. La Biblia dice que “EL SEÑOR recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles”. ¿Serás tú una de esas personas que Dios quiere usar para sus propósitos? ¿Servirás al propósito de Dios en esta generación?

Pablo vivió una vida con propósito. Él dijo: “Yo corro hacia la meta con un propósito en cada paso”. Su única razón para vivir era cumplir los propósitos que Dios tenía para él, y agregó: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”.

Pablo no tenía miedo a vivir ni a morir. En cualquier forma cumpliría los propósitos de Dios. ¡No podía perder!
Un día la historia concluirá, sin embargo la eternidad continuará para siempre. William Carey acertó: “El futuro es tan brillante como las promesas de Dios”. Cuando te parezca difícil cumplir tus propósitos, no te desanimes. Recuerda tu recompensa, que perdurará por siempre. La Biblia dice: “Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento”.

Imagínate como será cuando estemos todos de pie frente al trono de Dios, presentando nuestras vidas en profunda gratitud y adoración a Cristo. Juntos diremos: “¡Digno, oh Señor1 ¡Sí, nuestro Dios! ¡Toma la gloria, el honor; el poder! ¡Tú creaste todo; todo fue creado porque así lo quisiste!”
¡Lo alabaremos a él por su plan y viviremos para sus propósitos por siempre!


DÍA CUARENTA

PENSANDO EN MI PROPÓSITO



Punto de reflexión: Vivir con propósito es la única manera de vivir de verdad.
Versículo para recordar: “David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió”. Hechos 13:36 (NVI).
Pregunta para considerar: ¿Cuándo tomaré el tiempo para apuntar mis respuestas a las cinco grandes preguntas de la vida? ¿Cuándo plasmaré mi propósito en papel?

jueves, 26 de febrero de 2015

Día 39. Equilibra tu vida

Equilibra tu vida
Vive con el debido sentido de responsabilidad,

no como los que no conocen el significado
de la vida; sino como los que lo conocen.
Efesios 5:15 (PAR)

No dejen que los errores de personas malvadas
les guíen por caminos equivocados y les hagan
perder el equilibrio.
2º Pedro 3:17 (PAR)

Benditos sean los equilibrados, ya que superarán a todos.

Uno de los eventos en las Olimpíadas de verano es el pentatlón. Consta de cinco disciplinas: tiro de pistolas, esgrima, carrera y natación. La meta del atleta es ganar en las cinco áreas, no sólo en una o dos.

Tu vida es un pentatlón de cinco propósitos, y debes mantenerlos en balance. Esos propósitos los practicaron los primeros cristianos en Hechos 2, los explicó Pablo en efesios 4, y los modeló Jesús en Juan 17, pero se resumen en el Gran Mandamiento y la Gran Comisión de Jesús. 

Estas dos declaraciones engloban todo lo que este libro es, los cinco propósitos de Dios para tu vida:
1. “Ama a Dios con todo tu corazón”: fuiste planeado para agradar a Dios; así que tu propósito es amar a Dios pedio de la adoración.
2. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”: fuiste formado para servir; así que tu propósito es mostrarles amor a los otros por medio de tu ministerio.
3. “Ve y haz discípulos”: fuiste hecho para una misión; así que tu propósito es compartir el mensaje de Dios por medio del evangelismo.
4. “Bautizándolos en...”: fuiste hecho para la familia de Dios; así que tu propósito es identificarte con tu iglesia por medio del compañerismo.
5. “Enseñándolos a hacer todas las cosas...”: fuiste creado para llegar a ser como Cristo; así que tu propósito es crecer en madurez por medio del discipulado.

Un gran compromiso con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión te harán un gran cristiano.

Mantener estos cinco propósitos en equilibrio no es fácil. Todos tendemos a dar demasiada importancia a los propósitos que más nos apasionan y descuidamos los otros. Las iglesias hacen lo mismo. Pero tú puedes mantener tu vida equilibrada y seguir la pista; uniéndote a un grupo pequeño para el seguimiento, evaluando regularmente tu salud espiritual, registrando tus progresos en un diario personal, y comunicando a otros lo que has aprendido. Esas son cuatro actividades importantes para vivir una vida con propósito. Si piensas seriamente en mantenerte creciendo, necesitarás desarrollar esos hábitos.

Habla de esto con tu compañero espiritual o grupo pequeño. La mejor manera de apropiarse de los principios de este libro es abordándolos con otros en el ámbito de un grupo pequeño. La Biblia dice: “El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre”. Aprendemos mejor en comunidad. Nuestras mentes se afilan y nuestra convicciones se profundizan mediante la conversación.

Te insto seriamente a que te reúnas en un grupo pequeño de amigos y formes un círculo de lectura de Una Vida con Propósito para revisar estos capítulos semanalmente. Estudien las implicaciones y aplicaciones de cada capítulo. Pregúntense: “¿Qué?” y ¿Qué ahora?” ¿Qué significa esto para mí, mi familia y nuestra iglesia? ¿Qué voy a hacer con respecto a esto? Pablo dijo: “Practica lo que has aprendido”. En el Apéndice 1, hay una lista de preguntas para compartir en sesiones de grupos pequeños o en clases de Escuela Dominical.
Los grupos pequeños de lectura proveen muchos beneficios, lo que un libro por sí mismo no puede. Puedes dar y recibir información acerca de lo que estás aprendiendo. Puedes discutir ejemplos de la vida real. Puedes orar, animar y ayudar a otros que, como tú, han comenzado a vivir esos propósitos. Recuerda, estamos diseñados para crecer juntos, no separados. La Biblia dice: “anímense y fortalézcanse unos a otros”. Después de haber ido a través de este libro juntos, con un grupo, puedes continuar con el estudio de Una Vida con Propósito que ya está disponible para clases y grupos (ver apéndice 2).
También te animo a que hagas un estudio personal de la Biblia. Tengo más de mil notas finales de las Escrituras usadas en este libro para ti, para que estudies su contexto.

Por favor lee el apéndice 3, el cual explica por qué en este libro usé varias traducciones y paráfrasis de la Biblia. Para poder mantener estos capítulos en una medida de lectura diaria razonable, no pude explicar el fascinante contexto de la mayoría de los versículos usados.
Pero la Biblia se debería estudiar por párrafos, capítulos y hasta por libros enteros.

Mi libro Métodos para el Estudio dinámico de la Biblia te enseñará cómo puedes hacer estos estudios bíblicos inductivos.
Evalúa tu vida espiritual con regularidad. La mejor manera de equilibrar los cinco propósitos en tu vida es evaluándote periódicamente. Dios le da un alto valor al hábito de auto evaluación. Por lo menos cinco veces en la Escritura se nos dice que probemos y examinemos nuestra salud espiritual. Afirma: “Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos”. Si fallas el examen, haz algo al respecto.

Para mantener tu salud física, necesitas revisiones periódicas con tu doctor, que puede evaluar tus signos vitales, la presión sanguínea, la temperatura, el peso, etc. Para tu salud espiritual requieres un chequeo ordinario de los cinco signos vitales: adoración, compañerismo, crecimiento en carácter, ministerio y misión. Jeremías aconsejó: “Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del Señor”.

En la iglesia Saddleback hemos desarrollado una herramienta de evaluación personal sencilla, la cual ha ayudado a miles de personas a permanecer en el propósito de Dios. Si deseas una copia de evaluación de la salud espiritual, puedes enviarme un correo electrónico a: free@purposedrivenlife.com. Te sorprenderá cómo esta pequeña herramienta te ayudará a equilibrar tu vida. Pablo instó: “Haz que tu entusiasmo del comienzo sea igualado con una acción de tu parte ¡ahora!”.

Escribe tus progresos en un diario. La mejor manera de reforzar tus progresos en el cumplimiento de los propósitos de Dios en tu vida es llevar un diario espiritual. No es una agenda, sino una evidencia de las lecciones de la vida que no deseas olvidar. La Biblia dice: “Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo”. Recordaremos lo que registramos.

Escribir te ayuda a clarificar lo que Dios está haciendo en tu vida. Danzón Trotan lo decía así: “Los pensamientos se desenredan cuando pasan entre las puntas de tus dedos”. La Biblia da muchos ejemplos de Dios diciéndoles a las personas que llevaran un diario espiritual. Dice: “Por mandato del Señor; Moisés anotaba cada uno de los lugares de donde partían y adonde llegaban”. ¿No te alegra que Moisés obedeciera el mandato de Dios de registrar el diario espiritual de Israel? Si él hubiese descuidado eso, nos habría robado las poderosas lecciones del libro de Éxodo.

Es muy probable que tu diario espiritual no sea leído tanto como el de Moisés, sin embardo, es importante. Tu vida es un peregrinaje, y un peregrinaje merece un diario. Espero que escribas las etapas de tu peregrinaje espiritual mientras vives con propósito.

No escribas solamente cosas agradables. Como hizo David, registra tus dudas, tus temores y tus luchas con Dios. Nuestras grandes lecciones provienen del dolor, y la Biblia dice que Dios ha registrado todas nuestras lágrimas. Cualquier problema que ocurra, recuerda que Dios lo usa para cumplir los cinco propósitos en tu vida; los problemas te impulsan a enfocarte en Dios, a acercarte a otros en compañerismo y a construir un carácter como el de Cristo, proveyéndote de un ministerio y dándote un testimonio. Cada problema es con un propósito.

En medio de una experiencia dolorosa, el salmista escribió: “Que se escriba esto para las generaciones futuras, y que el pueblo que será creado alabe al Señor”. Se lo debes a las futuras generaciones de preservar el testimonio de cómo Dios te ayudó a cumplir sus propósitos en la tierra. Este es un testimonio que continuará hablando mucho después que estés en el cielo.

Enseña a otros. Si quieres continuar creciendo, la mejor manera de aprender más es enseñar a otros lo que has aprendido. Proverbios nos dice: “Quien bendice a otros es bendecido abundantemente; los que ayudan a otros son ayudados”. Los que enseñan conocimientos reciben más de Dios.

Ahora que entiendes el propósito de tu vida, es tu responsabilidad llevar el mensaje a otros. Dios te llama para que seas su mensajero. Pablo dijo: “Yo quiero ahora que le digas esas mismas cosas a los seguidores en quienes puedes confiar para que las compartan a otros”. En este libro te he dado lo que otros me enseñaron acerca del propósito de la vida; tu deber ahora es pasarlo a otros.

Probablemente, conoces a cientos de personas que no saben el propósito de la vida. Comparte esas verdades con tus hijos, tus amigos, tus prójimos y tus compañeros de trabajo. Si le das este libro a un amigo, añádele una nota personal en la página dedicatoria.

Mientras más sepas, más espera Dios de ti que uses ese conocimiento para ayudar a otros. Santiago dijo: “Cualquiera que sabiendo hacer lo bueno no lo hace, está pecando”. El conocimiento aumenta la responsabilidad, pero trasmitir el propósito de la vida es mucho más que una obligación; este es uno de tus más grandes privilegios en la vida. Imagínate cuán diferente sería el mundo si cada uno conociera su propósito en la vida. Pablo dijo: “Si enseñas estas cosas a otros seguidores, serás un buen siervo de Cristo Jesús”.

TODO ES PARA LA GLORIA DE DIOS

La razón por la cual enseñamos lo que aprendemos es para dar gloria a Dios y contribuir al crecimiento de su reino. La noche antes de su crucifixión. Jesús oró a su Padre: “Yo te he glorificado en esta tierra al completar el trabajo que me diste”. Cuando dijo estas palabras, no había muerto aún por nuestros pecados, así que, ¿cuál era el “trabajo” que había completado? En esa ocasión se estaba refiriendo a algo diferente de la expiación. La respuesta está en lo que afirmó en los siguiente veinte versículos de su oración.

Jesús le dijo a su Padre lo que había estado haciendo los últimos tres años: entrenando a sus discípulos para que siguieran los propósitos de Dios. Los ayudó a conocer y a amar a Dios (adoración, enseñándoles a amarse los unos a los otros (compañerismo), les dio la Palabra para que pudieran crecer y los envió a decirles a otros el mensaje (evangelismo). Jesús modeló una vida con propósito y también enseñó a otros cómo vivirla. Este era el “trabajo” que glorificaba a Dios.

Hoy Dios nos llama a cada uno a hacer lo mismo, no sólo porque quiere que cumplamos sus propósitos, sino porque desea que ayudemos a otros a hacer lo mismo. Él quiere que les presentemos a Cristo y los traigamos a su compañerismo, ayudándoles a crecer en madurez y descubriendo su lugar de servicio, para luego enviarlos al alcanzar a otros.

Esto es lo que significa vivir con propósito. Independientemente de tu edad, el resto de tu vida puede ser lo mejor de tu vida y tu puedes empezar a vivir con propósito hoy mismo.

DÍA TREINTA Y NUEVE
PENSANDO EN MI PROPÓSITO


Punto de reflexión: Bendito sea el equilibrio.
Versículo para recordar: “Vive con el debido sentido de responsabilidad, no como los que no conocen el significado de la vida; sino como los que lo conocen”. Efesios 5:15 (PAR).
Pregunta para considerar: ¿Con cuál de las cuatro actividades puedo comenzar para seguir y equilibrar los cinco propósitos de Dios para mi vida?

miércoles, 25 de febrero de 2015

Dia 38. Conviértete en un cristiano de clase mundial

Conviértete en un cristiano de clase mundial

(Jesús) les dijo: “Vayan por todo el mundo y anuncien

las buenas nuevas a toda criatura”.
Marcos 16:15

Envíanos al mundo con las nuevas de tu poder
salvador y tu plan eterno para la humanidad.
Salmos 67:2 (LB)

La Gran Comisión es tu comisión.


Tienes que tomar una decisión: ser un cristiano de clase mundial o un cristiano mundano.

Los cristianos mundanos ven a Dios esencialmente como una satisfacción personal. Son salvos, pero orientados hacia sí mismos. Les gusta asistir a conciertos y seminarios enriquecedores, pero nunca los encontrarás en conferencias misioneras porque no les interesa.

Sus oraciones se enfocan en sus propias necesidades, bendiciones y alegrías. Es una fe tipo “yo primero”, se preguntan: ¿Cómo puede Dios hacer mi vida más cómoda? Quieren usar a Dios para su propósitos más que ser usados para los propósito de Él.

En contraste, los cristianos comprometidos fueron salvados y creados para una misión. Están ansiosos por recibir una asignación particular y se emocionan con el privilegio de ser usados por Dios. Los verdaderos cristianos son las únicas personas que viven a plenitud en este planeta. Su gozo, su confianza y entusiasmo son contagiosos porque saben que hacen una diferencia. Se levantan cada mañana esperando que Dios trabaje a través de ellos en nuevas formas. ¿Qué clase de cristiano quieres ser?

Dios te invita a participar en la causa más grande, más extensa, más diversa y más importante en la historia: su reino.

La historia es su historia. Él está levantando su familia para la eternidad, nada importa más ni durará tanto. Sabemos, de acuerdo con el libro del Apocalipsis, que la misión global de Dios será alcanzada. Algún día la Gran Comisión será el Gran Cumplimiento. En el cielo una enorme multitud de “toda raza, tribu, nación y lengua”, se reunirá un día delante de Jesucristo para adorarlo. Involucrarte como cristiano comprometido te permitirá experimentar anticipadamente un poco de lo que será el cielo.

Cuando Jesús les dijo a sus seguidores que “fueran por todo el mundo y dijeran a cada uno las buenas nuevas”, esa pequeña banda de pobres discípulos del medio Oriente quedó abrumada. ¿Se supone que tendrían que caminar o montar sobre animales de lento andar? Eso era todo lo que tenían como medio de transporte; no había barcos trasatlánticos, así que había barreras reales para salir al mundo entero. Hoy tenemos aviones, barcos, trenes, autobuses y automóviles; después de todo es un mundo pequeño y cada día se reduce más. Puedes volar de un océano a otro en cuestión de horas y estar de regreso a casa, si es necesario, al día siguiente. Las oportunidades para el cristiano común y corriente de involucrarse en misiones internacionales a corto plazo son ahora literalmente infinitas. Cada rincón del mundo te está esperando, simplemente tienes que investigar en una agencia de viajes. Por lo tanto, no tenemos ninguna excusa para no difundir las buenas nuevas.

Ahora, con la Internet, el mundo se ha hecho aún más pequeño. Además de los teléfonos y los faxes, cualquier creyente con acceso a la Internet puede comunicarse en persona virtualmente con cualquiera en cualquier país del mundo. ¡El mundo completo está en la punta de tus dedos!
Aun muchos pueblos remotos reciben correos electrónicos, de manera que ahora puedes tener conversaciones “e-evangelísticas” (de e-mail, en inglés; el prefijo e indica que se usa en términos electrónicos) con personas del otro lado del mundo, ¡sin salir de casa! Nunca en la historia fue más fácil cumplir tu comisión de ir al mundo entero.

Las grandes barreras ya no son las distancias, el costo o el transporte; la única barrera es la manera en que pensamos. Para ser un cristiano comprometido debes hacer algunos cambios mentales. Tus perspectivas y actitudes deben cambiar.

CÓMO PENSAR COMO UN VERDADERO CRISTIANO

Deja de pensar en ti mismo y piensa en otros. La Biblia dice: “No sean niños en su modo de pensar: Sean... adultos en su modo de pensar”. Este es el primer paso para convertirte en un cristiano de clase mundial. Los niños sólo piensan en sí mismos; cuando crecen piensan en otros. Dios nos manda: “Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás”.

Por supuesto, este cambio es difícil porque somos absorbentes por naturaleza y casi toda la propaganda nos anima a pensar en nosotros mismos. La única forma de cambiar este paradigma es dependiendo, momento tras momento, de Dios. Afortunadamente Él no nos deja luchar por nuestra propia cuenta. “Dios nos ha dado su Espíritu. Por eso es que no pensamos de la misma manera que las personas de este mundo piensan”.

Empieza a pedirle al Espíritu Santo que te ayude a pensar en las necesidades espirituales de los no creyentes en cualquier momento que hables con ellos. Con la práctica puedes desarrollar el hábito de pronunciar en silencio “oraciones de aliento” para aquellos que encuentras. Dile: “Padre, ayúdame a entender lo que le está impidiendo a esta persona que te conozca”.

Tu me es descubrir dónde se encuentran otros en su peregrinaje espiritual y hacer lo necesario para atraerlos un paso más cerca del conocimiento de Cristo. Puedes aprender cómo hacerlo adoptando el pensamiento de Pablo, que dijo: “Procura agradar a todos en todo. No busco mis propios intereses sino los de los demás, para que sean salvos”.

Cambia de perspectiva local a global. Dios es un Dios global. Siempre ha tenido cuidado del mundo entero. “De tal manera amó Dios al mundo”. Desde el principio Él quiso a los miembros de la familia de cada nación que creó. La Biblia afirma: “De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, Él no está lejos de ninguno de nosotros”.
Ya la mayoría en el mundo piensa de una manera global. Todos los grandes medios de comunicación y los grupos corporativos son multinacionales. Nuestras vidas se entretejen cada vez más con otros de distintas naciones a medida que compartimos la moda, el entretenimiento, la música, los deportes y aún la comida rápida.

Quizás la mayoría de la ropa que vistes y mucho de lo que comiste hoy se produjo en otro país. Estamos más conectados con ellos de lo que pensamos. Estos son días emocionantes para vivir.

Hoy hay más cristianos que nunca antes en la tierra. Pablo estaba en lo correcto: “Este evangelio está dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también ha sucedido entre”.

El primer paso para comenzar a pensar globalmente es orar por países específicas. Los cristianos comprometidos oran por el mundo. Consigue un globo o mapamundi y ora por las naciones por su nombre. La Biblia dice: “Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!”.

La oración es la herramienta más importante para tu misión en el mundo. Las personas tal vez rehúsen nuestro amor y rechacen nuestro mensaje, pero no pueden hacer nada contra nuestras oraciones. Igual que un misil transcontinental, puedes apuntar con una oración al corazón de una persona estés a tres metros o a miles de kilómetros de distancia.

¿Por qué deberías orar? La Biblia nos dice que debemos orar por oportunidades para testificar, por valor para hablar, por aquellos que creerán, por la rápida difusión del mensaje, y por más trabajadores. Las oraciones te brindan compañerismo con otros alrededor del mundo.

También debes orar por los misioneros y cada uno de los que participan en la cosecha global. Pablo les dijo a sus compañeros de oración: “Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros”. Si quieres sugerencias para orar inteligentemente por el mundo y por los cristianos visita nuestra dirección cibernética www. Purposedrivenlife.com.

Otra forma de desarrollar un pensamiento global es leyendo y viendo las noticias con los “Ojos de la Gran Comisión”. Dondequiera que haya cambios o conflictos, puedes estar seguro de que Dios los usará para atraer a la gente a Él. La gente es más receptiva a Dios cuando sufre tensión o vive períodos de transición. Por cuanto el porcentaje de cambios se mantiene aumentando en nuestro mundo, muchas más personas están dispuestas a escuchar ahora más que nunca las buenas nuevas.

La mejor forma de tener un pensamiento global es enrolarse en un proyecto misionero breve a otro país. No hay sustituto para ello. Una experiencia real en la vida de otra cultura es irremplazable.- Deja de analizar y discutir tu misión, ¡cúmplela! Te reto a que desciendas a lo más profundo. En Hechos 1:8 Jesús nos dio el patrón para nuestra participación: “Serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Sus discípulos fueron llamados a alcanzar a su comunidad (Jerusalén), a su país (Judea), a otras culturas (Samaria), y a las otras naciones (los confines de la tierra). Observa que nuestra comisión es simultánea, no secuencial. Puesto que no todas las personas tienen el don misionero, cada cristiano es llamado a unirse en misión a esos cuatro grupos en alguna forma. ¿Eres un cristiano de los descritos en hechos 1:8?

Ponte una meta y participa en un proyecto misionero. Te pido encarecidamente que ahorres y hagas cualquier cosa para que participes en un viaje misionero breve en el exterior tan pronto como te sea posible. Casi todas las agencias misioneras pueden ayudarte a lograrlo, ello hará que tu corazón crezca, tu visión se amplíe, tu fe aumente, tu compasión se profundice y, además, rebosarás de gozo como nunca lo has sentido. Esto podría marcar un cambio radical en tu vida.

Fórjate una perspectiva eterna. Para sacar el mayor provecho a tu vida terrena debes mantener una perspectiva eterna. Eso te impedirá concentrarte en asuntos menores y te ayudará a distinguir entre lo que es urgente y lo que es trascendente. Pablo dijo: “Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno”.

Muchas de las cosas en las que nosotros gastamos nuestras energías no tendrán importancia en un año y por consiguiente mucho menos en la eternidad. No cambies tu vida por cosas temporales. Jesús dijo: “Cualquiera que se deja distraer del plan que tengo para él no es apto para el reino de Dios”.

Pablo advirtió a “los que disfrutan de las cosas de este mundo, (que vivieran en él) como si no disfrutaran de ellas; porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer”.

¿Qué obstáculo estás permitiendo que se levante en el camino de tu misión? ¿Qué te impide ser un cristiano comprometido? Sea lo que sea, quítalo de delante de ti. “Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante”.

Jesús nos dijo que: “Almacenáramos nuestros tesoros en el cielo”. Pero, ¿cómo hacerlo? En unas de las declaraciones más mal entendidas de Jesús, Él dijo: “Por eso les digo que se valgan de las riquezas mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando éstas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas”. Jesús no quiso decir que “compráramos” amigos con dinero, lo que quiso decir es que debes usar el dinero que Dios te da para traer gente a los pies de Cristo. Ellos entonces serán tus amigos por la eternidad y te darán la bienvenida cuando llegues al cielo. Esta es la mejor inversión financiera que puedes hacer.

Tal vez has escuchado la expresión: “No puedes llevar nada contigo”, pero la Biblia dice que puedes enviarlo anticipadamente, invirtiendo en personas que vayan al cielo. La Biblia afirma que así “atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera”.

Deja las excusas y piensa en formas creativas para cumplir tu comisión. Si estás dispuesto, siempre hay maneras de hacerlo, hay agencias que te ayudarán. He aquí algunas excusas comunes:
  • § “Sólo hablo mi idioma”. Esta es una ventaja, millones de personas quieren aprender tu idioma y están ansiosos por practicarlo.
  • § “No tengo nada que ofrecer”. Sí, sí tienes. Cada habilidad y experiencia tuya puede ser usada en algún lugar.
  • § “Estoy muy viejo (o muy joven)”. La mayoría de las agencias tienen proyectos a corto plazo para cada edad.

Ya fuera Sara, que afirmó que era muy vieja para ser usada por Dios o Jeremías que alegó ser muy joven, Dios rechazó sus excusas. Él les dijo: “No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie que yo estoy contigo para librarte”.

Quizás has creído que necesitas un “llamado” especial de Dios y has esperado por algún sentimiento o experiencia sobrenatural. Pero Dios ya ha declarado su llamado repetidas veces. Todos somos llamados para cumplir los cinco propósitos de Dios en nuestras vidas: para adorar, para entablar compañerismo, para crecer igual a Cristo, para servir, y para cumplir una misión con Dios en el mundo. Él no quiere usar sólo a algunos de su pueblo, quiere usarlos a todos. Por eso somos llamados a participar en la misión asignada por Dios. Él desea que su iglesia completa lleve el evangelio entero a todo el mundo.

Muchos cristianos se pierden el plan de Dios para sus vidas porque nunca le han preguntado si quiere que sirvan como misioneros en alguna parte. Si es por temor o ignorancia, en todo caso han cerrado automáticamente sus mentes a la posibilidad de servir como misioneros en localidades multiculturales. Si estás tentado a decir no, debes revisar todas las posibilidades y modalidades disponibles (te sorprenderás), orar seriamente y preguntarle a Dios qué es lo que quiere de ti en los años venideros.
No te imaginas los miles de misioneros que se necesitan con urgencia en este momento crítico de la historia, donde innumerables puertas se están abriendo como nunca antes se había visto.

Si quieres parecerte a Jesús, debes tener un corazón que anhele alcanzar al mundo entero. No puedes sentirte satisfecho sólo con que tu familia y tus amigos conozcan a Cristo. Hay más de seis mil millones de personas en la tierra, y el Señor quiere encontrar a todos sus hijos perdidos. Jesús dijo: “El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio, la salvará”.
La Gran Comisión es tu comisión, y hacer tu parte es el secreto para vivir una vida significativa.

DÍA TREINTA Y OCHO
PENSANDO EN MI PROPÓSITO


Punto de reflexión: La Gran Comisión es mi comisión.
Versículo para recordar: “Envíanos al mundo con las nuevas de tu poder salvador y tu plan eterno para la humanidad”. Salmo 67:2 (BAD).
Pregunta para considerar: ¿Qué pasos puedo dar para enrolarme en una experiencia misionera breve el próximo año?

martes, 24 de febrero de 2015

Día 37. Comparte el mensaje de tu vida

Comparte el mensaje de tu vida
Quienes creen en el Hijo de Dios,

tienen el testimonio de Dios en ellos.
1º Juan 5:10a (PAR)

Sus vidas han proclamado la Palabra del Señor...
Las nuevas de su fe en Dios han salido.
No es necesario que digamos nada más,
ustedes son el mensaje.
1º Tesalonicenses 1:8 (PAR)

Dios te ha dado un mensaje de vida para compartir.


Cuando te conviertes en creyente, también llegas a ser un mensajero de Dios. Él quiere hablarle al mundo por medio de ti. Pablo dijo: “Hablamos la verdad ante Dios, como mensajeros de Dios”.

Puedes pensar que no tienes nada que compartir y por eso es que el diablo trata de mantenerte en silencio. Tienes un sin número de experiencias que Dios quiere que uses para traer a otros a su familia. La Biblia dice: “Quienes creen en el Hijo de Dios tienen el testimonio de Dios en ellos”. Tu mensaje de vida consta de cuatro partes:
  • § Tu testimonio: la historia de cómo comenzaste una relación con Jesús.
  • § Tus lecciones de vida: las lecciones más importantes que Dios te ha enseñado.
  • § Tus pasiones divinas: las obras para las cuales Dios te ha moldeado y que más te importan.
  • § Las buenas nuevas: el mensaje de salvación.

Tu mensaje de vida incluye tu testimonio. Tu testimonio es la historia de cómo Cristo marcó una diferencia en tu vida. Pedro nos dice que fuimos escogidos por Dios “para hacer su trabajo y hablar de Él, decirles a otros de la diferencia entre la noche y el día que Él hizo para ti”.

Esta es la esencia del testimonio; compartir tus experiencias personales con respecto al Señor. En una corte no se espera que el testigo discuta el caso, prueba la verdad o presione el veredicto; ese es el trabajo de los abogados. Los testigos simplemente relatan lo que les pasó o lo que vieron.
Jesús dijo: “Serás mi testigo”; no dijo: “Serás mi abogado”.

Él quiere que compartas su historia con otros. Compartir tu testimonio es parte esencial de tu misión en la tierra, ya que es único. No hay otra historia como la tuya, sólo tú puedes compartirla. Si no hablas de ella, se habrá perdido para siempre. Puede que no seas un erudito en Biblia, sin embargo eres la autoridad en tu vida y es difícil argüir con una experiencia personal. En realidad, tu testimonio personal es más eficaz que un sermón, porque los no creyentes ven a los pastores como vendedores profesionales; pero verte como un “cliente satisfecho”, les da más seguridad a ellos y más credibilidad a ti.

Las historias personales también son más fáciles de relatar que los principios, y a las personas les gusta oírlas. Captan nuestra atención y las recordamos por más tiempo. Los no creyentes quizás pierdan el interés si citas a los teólogos más reconocidos, pero sienten una curiosidad natural acerca de las experiencias que ellos nunca han tenido. Compartir historias construye un puente relacional que Jesús puede cruzar, de tu corazón al de otros.

Otro valor que tiene el testimonio es que supera las defensas intelectuales. Muchas personas que no aceptan la autoridad de la Biblia escucharán una historia personal humilde. Pablo usó su testimonio en seis ocasiones diferentes para compartir el evangelio en vez de citar las escrituras.

La Biblia dice: “Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto”. La mejor manera de “estar listos” es escribiendo tu testimonio y memorizando los puntos principales. Divídelo en cuatro partes:
1. Cómo era mi vida antes de conocer a Jesús.
2. Cómo supe que necesitaba a Jesús.
3. Cómo rendí mi vida a Jesús.
4. La diferencia que Jesús ha hecho en mi vida.

Por supuesto, tienes muchos otros testimonios aparte de tu historia de salvación. Tienes una para cada experiencia en la que dios te ha ayudado. Debes hacer una lista de todos los problemas, circunstancias y crisis que Dios te ha permitido pasar. Sé una persona sensible y usa la historia con la que tu amigo no creyente se identifique mejor. Diferentes situaciones llaman a distintos testimonios.

Tu mensaje incluye tus lecciones de vida. La segunda parte de tu mensaje son las verdades que Dios te ha enseñado en tus experiencias con Él. Lecciones e ideas que has aprendido acerca de Dios, las relaciones, los problemas las tentaciones y otros aspectos de la vida. El salmista oró: “Enséñame, Señor, a seguir tus decretos, y los cumpliré hasta el fin”. Desafortunadamente, nunca aprendemos lo suficiente de lo que nos pasa. Por parte de los israelitas, la Biblia dice: “Muchas veces Dios los libró, pero ellos, empeñados en su rebeldía, se hundieron en la maldad”. Quizás hayas conocido personas iguales a éstas. Sin embargo, aunque es sabio aprender de nuestra experiencia, es más sabio aprender de las experiencias de otros. No hay suficiente tiempo para aprender todo en la vida probando y equivocándonos. Debemos aprender de las lecciones que da la vida a unos y a otros. La Biblia dice: “Para quien sabe apreciarla, una sabia reprensión vale tanto como una joya de oro muy fino”.

§ Escribe las lecciones importantes que has aprendido de la vida, de manera que puedas compartirlas con otros. Debemos estar agradecidos con Salomón porque nos dio los libros Proverbios y Eclesiastés, los cuales están llenos de lecciones prácticas de la vida. Imagínate cuántas frustraciones innecesarias podríamos haber evitado si hubiéramos aprendido de las lecciones de otros. Las personas maduras desarrollan el hábito de tomar las lecciones de las experiencias de cada día. Te animo a que hagas una lista de todas las lecciones de tu vida. Realmente no piensas en ellas hasta que no las escribes.

 Aquí hay unas cuantas preguntas para darle un empujoncito a tu memoria y decidas comenzar: ¿Qué me ha enseñado Dios acerca del fracaso?
  • § ¿Qué me ha enseñado Dios respecto a la carencia de dinero?
  • § ¿Qué me ha enseñado Dios en cuanto al dolor, el pesar y la depresión?
  • § ¿Qué me ha enseñado Dios a través de la espera?
  • § ¿qué me ha enseñado Dios con la enfermedad?
  • § ¿Qué me ha enseñado Dios respecto a la desilusión?
  • § ¿Qué he aprendido de mi familia, mi iglesia, mis relaciones, mi grupo pequeño y mis críticos?

Tu mensaje de vida incluye expresar tus pasiones divinas. Dios es un Dios apasionado. Ama con pasión algunas cosas y odia apasionadamente otras. Como has crecido cerca de Él, Él mismo te dará pasión por lo que quiere profundamente, de manera que puedas ser su portavoz en el mundo. Puede ser una pasión acerca de un problema, un propósito, un principio o un grupo de personas. En cualquier caso, te sentirás obligado a hablar acerca de ellos y hacer una diferencia en lo que puedas.

No puedes dejar de hablar continuamente de lo que más quieres. Jesús dijo: “El corazón del hombre determina su hablar”. Tenemos dos ejemplos: David, que dijo: “Mi celo por Dios y su obra arden dentro de mí”. Y Jeremías dijo: “Tu mensaje quema mi corazón y mis huesos, no puedo quedarme en silencio”.
Dios les da a algunas personas una pasión divina para defender alguna causa. A menudo es un problema que personalmente experimentaros, como por ejemplo: abuso, adicción, infertilidad, depresión, enfermedad, u otra dificultad. Algunas veces Dios les da a las personas una pasión para hablarles a un grupo de otros que no pueden hablar por sí mismos, como: los niños abortados, perseguidos, pobres, arrestados, maltratados, y a quienes les ha sido negada la justicia. La Biblia está llena de mandatos para defender a los indefensos.

A veces, Dios le da pasión a las personas para fomentar su reino. Él puede darte una pasión divina para comenzar nuevas iglesias, fortalecer familias, financiar traducciones de la Biblia o entrenar líderes. Puede que te dé una pasión divina para alcanzar a un grupo de personas en particular con el evangelio: hombres de negocios, jóvenes, estudiantes extranjeros, madres solteras o quienes practican un deporte o afición en particular. Si le preguntas a Dios, Él cargará tu corazón por un país específico o grupo étnico que desesperadamente necesitan un testimonio cristiano fuerte.

Dios nos da pasiones diferentes, de manera que cada cosa que quiera hacer en el mundo se haga. No esperes que todo el mundo tenga tu misma pasión. En vez de ello, debemos escuchar y evaluar cada uno de los mensajes de la vida porque nadie puede decirlo todo. Nunca subestimes la pasión divina de alguien. La Biblia dice: “Está bien mostrar interés, con tal de que ese interés sea bien intencionado y constante”.
Tu mensaje de vida incluye las “Buenas Nuevas”. ¿Cuáles son las buenas nuevas” “Las buenas noticias nos dicen que dios nos acepta por la fe y sólo por la fe”. “Esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación”.

Las buenas nuevas significan que cuando confiamos en la gracia de Dios para salvarnos por medio de lo que Jesús hizo, nuestros pecados son perdonados; tenemos un propósito para vivir y nos es prometido un hogar futuro en el cielo.

Hay cientos de libros estupendos acerca de cómo difundir las buenas nuevas. Puedo proveer una lista de libros que me han ayudado particularmente. Pero todo el entrenamiento del mundo no es suficiente para motivarte a testificar de Cristo hasta que hagas tuyas las convicciones cubiertas en los capítulos anteriores. Lo más importante es que debes aprender a amar a las personas extraviadas como Dios lo hace. Él no crearía a una persona si no la amara. Para Él todos somos importantes. Cuando Jesús extendió sus brazos en la cruz, estaba diciendo: “¡Así es como te amo!” La Biblia dice: “El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos”. En cualquier momento que sientas apatía con tu misión en el mundo, invierte algo de tiempo reflexionando acerca de lo que Jesús hizo por ti en la cruz. Nos deben importar los no creyentes ya que a dios le preocupan. El amor no da alternativas. La Biblia dice: “En el amor no hay temor; sino que el amor perfecto echa fuera el temor”. Un padre correría dentro de un edificio en llamas para salvar a su niño porque su amor es más grande que su temor. Si temes compartir las buenas nuevas con las personas cercanas a ti, pídele a Dios que llene tu corazón con su amor por ellos.

La Biblia dice:”No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios”. Tan pronto como conozcas a una persona que no conoce a Cristo, debes orar por ella, servirle en amor y compartirle las buenas nuevas. Tan pronto como sepas que hay una persona en tu comunidad que no pertenece a la familia de Dios, tu iglesia deberá alcanzarla. Si ésta no lo hace, es como se le dijera al mundo: “Puedes irte al infierno”.

¿Qué estás dispuesto a hacer para que las personas que conoces vayan al cielo? ¿Las invitas a la iglesia? ¿Compartes tu historia? ¿Le das un libro? ¿Los invitas a comer? ¿Oras por ellas cada día hasta que sean salvos? Tu campo misionero está muy cerca de ti. No pierdas las oportunidades que Dios te da. La Escritura afirma: “Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno”.

¿Estará alguien en el cielo gracias a ti? Habrá alguien en el cielo que te diga: “Quiero darte las gracias. Estoy aquí porque te preocupaste lo suficiente para compartirme las buenas nuevas”. Imagínate qué gozo tendrás al saludar en el cielo a alguien a quien ayudaste a llegar ahí. La salvación eterna de un alma es más importante que cualquier otra cosa que logres en la vida. Sólo las personas durarán para siempre.

En este libro has aprendido los cinco propósitos de Dios para tu vida en la tierra: él te creó para hacerte un miembro de su familia, un modelo de su carácter, un magnificador de su gloria, un ministro de su gracia y un mensajero de sus buenas nuevas a otros. De esos cinco propósitos, el quinto sólo puede cumplirse en la tierra. Los otros cuatro los seguirás haciendo en la eternidad de alguna manera. Por eso es que la difusión de las buenas nuevas es tan importante; sólo tienes un tiempo breve para compartir tu mensaje de vida y cumplir tu misión.

DÍA TREINTA Y SIETE
PENSANDO EN MI PROPÓSITO


Punto de reflexión: Dios quiere decirle algo al mundo a través de ti.
Versículo para recordar: “Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto”. 1º Pedro 3:15b-16 (NVI).
Pregunta para considerar: Reflexionando en mis historia personal, ¿a quién quiere Dios que se la cuente?