tag:blogger.com,1999:blog-45169606135031111442024-03-05T08:45:20.924-04:00@EsposaCristianaEspero que este blog sea de bendición para ustedes y sus familias.
Manuel Tapiahttp://www.blogger.com/profile/10458829050197092743noreply@blogger.comBlogger191125tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-60077954944817382522015-04-06T10:38:00.001-04:302015-04-06T10:38:51.164-04:30¿Viernes o Domingo?<p dir="ltr">¿Pensaste alguna vez que tuviste una semana difícil? Fíjate la semana que tuvo Jesús desde que hizo la entrada triunfal a Jerusalén.<br>
Limpio el templo, estuvo predicando, el jueves estuvo orando en el huerto del Getsemaní, viernes humillado y crucificado, sábado su cuerpo descanso en la tumba.</p>
<p dir="ltr">Su semana comenzó con alabanzas, alegrías y termino con la tristeza del viernes. Pero si no hubiera sido por ese trágico viernes, nunca hubiéramos tenido un glorioso domingo de Resurrección.</p>
<p dir="ltr">¿Estás todavía viviendo en la tristeza del viernes o  pasaste de la tristeza al gozo de la victoria del domingo?</p>
<p dir="ltr"><u>Tú</u> eliges ¿viernes o domingo?. Que tengas una excelente semana!</p>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-13781618918211225822015-02-27T05:30:00.000-04:302015-02-27T05:30:07.221-04:30Día 40. Vive con propósito<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><b>Vive con propósito.</b></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<i style="font-family: Verdana, sans-serif;">Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero</i></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>son los propósitos del Señor los que prevalecen.</i></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
Proverbios 19:21 (PAR)</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><br /></span></div>
<i style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
<i>“David, después de servir a su propia generación</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>conforme al propósito de Dios, murió”.</i></div>
</i><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
Hechos 13:36 (NVI).</div>
</span><div style="text-align: center;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
<b>Vivir con propósito es la única manera de vivir realmente. Todo lo demás es existir.</b></div>
</span></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La mayoría de las personas luchan con tres asuntos básicos en su vida. La primera es identidad: “¿Quién soy?” La segunda en importancia: “¿Importo yo?” La tercera en impactar: “¿Cuál es mi lugar en la vida?” Las respuestas a todas estas preguntas están en los cinco propósitos de Dios para ti.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el Aposento Alto, cuando Jesús concluía su último día de ministerio con sus discípulos, les lavó sus pies como ejemplo y les dijo: “¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica”. Una vez que conoces lo que Dios quiere que hagas, la bendición viene al ponerlo en práctica. Mientras llegamos al final de nuestro peregrinaje de los cuarenta días juntos, ahora que sabes el propósito de Dios para tu vida ¡serás bendecido si lo cumples!</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
Tal vez esto signifique que debes dejar algunas cosas que estás haciendo. Hay muchas “buenas” cosas que puedes hacer con tu vida, pero estos cinco son los propósitos esenciales de Dios que debes cumplir.</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
Desafortunadamente, es fácil distraernos u olvidarnos de lo que es importante. Es fácil desviarse de lo que es relevante y salirse del curso poco a poco. Para prevenir esto, debes desarrollar una declaración de propósito para tu vida y revisarla regularmente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><b><br /></b></span></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<b>¿QUÉ ES UNA DECLARACIÓN DE PROPÓSITO?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Es un resumen de los propósitos de Dios para tu vida. En tus propias palabras, afirma tu compromiso con los cinco propósitos de Dios para tu vida. Esta declaración no es una lista de objetivos. Las metas son temporales; los propósitos son eternos. La Biblia señala: “Sus planes perduran para siempre; sus propósitos durarán eternamente”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<b>La declaración indica la dirección de tu vida.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Si escribes tus propósitos, te esforzarás en pensar específicamente en el camino de tu vida. La Biblia dice: “Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos”. La declaración de propósito no sólo aclara lo que propones hacer con tu tiempo, vida y dinero, sino que también insinúa lo que no harás. Proverbios dice: “La meta del prudente es la sabiduría; el necio divaga contemplando vanos horizontes”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Es la declaración que define lo que es el “éxito” para ti. Esto manifiesta que lo que consideras importante, no es lo que el mundo considera como tal. Clarifica tus valores. Pablo dijo: “Yo quiero que entiendas lo que realmente es importante”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La declaración clarifica tus papeles. Tendrás papeles distintos en diferentes etapas de tu vida, pero tus propósitos nunca cambiarán. Son más grandiosos que cualquier papel que desempeñes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La declaración expresa tu forma. Esto refleja la manera única en que Dios te hizo para tu servicio. Toma el tiempo necesario para escribir la declaración de propósito de tu vida. No trates de completarla de una sola vez, ni aspires a hacerla perfecta en el primer borrador; sólo escribe tus pensamientos tan pronto como te lleguen. Siempre es más fácil corregirla que crearla. Aquí están las cinco preguntas que debes considerar cuando prepares la declaración de tu propósito.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<b>LAS CINCO PREGUNTAS MÁS IMPORTANTES DE LA VIDA</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Cuál será el centro de mi vida? Es la pregunta de la adoración. ¿Para quién vivirás? (¿Alrededor de qué estás edificando tu vida?) Puedes centrar tu vida alrededor de tu carrera, tu familia, un deporte o diversión, dinero, entretenimiento o muchas otras actividades. Todas ellas son buenas, pero no pertenecen al centro de tu vida. Ninguna basta para sostenerte cuando la vida comience a despedazarse. Necesitas un centro inconmovible.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
El rey Asa le dijo al pueblo de Judá que “centraran sus vidas en Dios”. Realmente, cualquiera que sea el centro de tu vida constituye tu dios. Cuando le entregaste tu vida a Cristo, Él pasó a ser el centro, pero debes mantenerlo allí mediante la adoración. Pablo dijo: “para que por fe Cristo habite en sus corazones”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Cómo sabes cuándo Dios es el centro de tu vida? Cuando Dios es el centro de tu vida lo adoras. Cuando no, te preocupas. La preocupación es la luz que te advierte que empujas a Dios a un lado. Cuando lo pongas de nuevo en el centro tendrás paz otra vez. La Biblia dice: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Cuál será el carácter de mi vida? Esta es la pregunta del discipulado. ¿qué clase de persona serás? Dios está más interesado en lo que eres que en lo que haces. Recuerda, el carácter te lo llevarás a la eternidad, tu carrera no. Haz una lista de las cualidades de tu carácter que quieres desarrollar en tu vida. Puedes comenzar con el fruto del Espíritu o las bienaventuranzas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Pedro dijo: “Esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”. No te desanimes ni te rindas cuando tropieces. Requiere una vida entera forjar un carácter como el de Cristo. Pablo le dijo a Timoteo: “Mantente enfocado en tu carácter y enseñanza. No te distraigas. Sigue perseverando”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Cuál será la contribución de mi vida? Esta pregunta se refiere al servicio. ¿Cuál será tu ministerio en el cuerpo de Cristo? Conociendo mi combinación de dones espirituales, corazón, habilidades, personalidad y experiencias (FORMA: Formación espiritual, Oportunidades, Recursos, Mi personalidad, Antecedentes), ¿cuál será tu mejor papel en la familia de Dios? ¿Cómo puedes hacer la diferencia? ¿Hay un grupo específico del cuerpo para el cual fui formado para servir? Pablo señaló dos beneficios maravillosos cuando cumples con tu ministerio: “Esta ayuda, que es un servicio sagrado, no sólo suple las necesidades de los santos, sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Aunque fuiste formado para servir a otros, considera que ni Jesús satisfizo las necesidades de todo el mundo mientras estuvo en la tierra. Tienes que escoger a quiénes puedes ayudar mejor, basado en tu forma. Necesitas preguntarte: “¿A quién deseo ayudar más?” Jesús dijo: “Los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure”. Cada uno de nosotros da frutos diferentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Cuál será la comunicación de mi vida? Esto se refiere a tu misión a los no creyentes. Tu declaración de misión es parte de la declaración del propósito de tu vida. Esto debería incluir tu compromiso de compartir el testimonio y las buenas nuevas con otros. También debes hacer una lista con las lecciones de la vida y pasiones divinas que sientes que Dios te ha dado para compartir con el mundo. Mientras vas creciendo en Cristo, Dios puede darte un grupo especial de personas para que te enfoques en alcanzarlas. Asegúrate de añadir esto a tu declaración.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Si eres padre, parte de tu misión es criar a tus hijos en el conocimiento de Cristo, para ayudarlos a entender los propósitos de Él para sus vidas, y enviarlos a su misión en el mundo. Puedes incluir la declaración de Josué en la tuya: “Yo y mi casa serviremos al Señor”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Por supuesto, nuestras vidas deben dar testimonio y confirmar el mensaje que comunicamos. Antes que la mayoría de los no creyentes acepten la Biblia como creíble, quieren saber cuán creíbles somos nosotros. Por eso es que la Palabra de Dios afirma: “Asegúrate de vivir de una manera que traiga honor a las buenas nuevas de Cristo”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Cuál será la comunidad de mi vida? Esto tiene que ver con el compañerismo y la comunión. ¿Cómo mostrarás tu compromiso con otros creyentes y tu conexión con la familia de Dios? (¿Dónde vas a practicar el mandamiento “unos a los otros” con otros cristianos?) ¿a cuál familia de iglesia te unirás como un miembro activo? (Cuanto más maduras más amarás al cuerpo de Cristo y querrás sacrificarte por él). La Biblia dice: “Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella”. Debes incluir una expresión de amor para la iglesia de Dios en tu declaración.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Al considerar tus respuestas a estas preguntas, incluye cualquier escritura que te hable acerca de cada uno de esos propósitos. Hay muchas en este libro. Puede que te tome semanas o meses elaborar la declaración del propósito de tu vida en la manera que quieres. Ora, piensa en esto, habla con tus amigos y reflexiona en las Escrituras. Puedes volver a escribirlas cuantas veces sean necesarias hasta que llegues a tu declaración final. Aun después, quizás le hagas algunos cambios menores de acuerdo con lo que Dios te vaya haciendo entender y según tu forma. Si quieres ver algunos ejemplos de otras personas puedes enviarme un correo electrónico. (apéndice 2).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Además de escribir en detalle la declaración del propósito de tu vida, también es útil una declaración breve o lema que resuma los cinco propósitos de tu vida de manera que los puedas memorizar y para que te inspiren. Así podrás recordarlos diariamente. Salomón aconsejó: “Será bueno mantener estas cosas en tu mente para que puedas repetirlas”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Aquí tienes algunos ejemplos:</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<ul>
<li>§ “Mi propósito en la vida es adorar a Cristo con todo mi corazón, servirle con mi FORMA, tener compañerismo con su familia, crecer igual a Él en carácter, y cumplir su misión en el mundo para que así reciba la gloria”.</li>
<li>§ “Mi propósito en la vida es ser un miembro de la familia de Cristo, un modelo de su carácter, un ministro de su gracia, ser un mensajero de su palabra y un magnificador de su gloria”.</li>
<li>§ “Mi propósito de vida es amar a Cristo, crecer en Cristo, compartir a Cristo, servir a Cristo, a través de su iglesia y guiar a mi familia y a otros a hacer lo mismo”.</li>
<li>§ “Mi propósito en la vida es hacer un gran compromiso con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión”.</li>
<li>§ “Mi objetivo es parecerme más a Cristo, mi familia es la iglesia, mi ministerio es___________; mi misión es____________; mi motivo es la gloria de Dios”.</li>
</ul>
</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Puedes pensar: “¿Y qué acerca de la voluntad de Dios para mi trabajo o matrimonio? O ¿Dónde se supone que tengo que vivir o ir a estudiar?” Sinceramente, estos son asuntos secundarios en tu vida, puedes tener muchas posibilidades y todas pueden caber dentro de la voluntad de Dios para ti. Lo más importante es que tú cumplas los propósitos eternos de Dios, independientemente de donde vivas o trabajes o con quien estés casado. Esas decisiones deben apoyar tus propósitos. La Biblia dice: “Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero son los propósitos del Señor los que prevalecen”. Enfócate en los propósitos de Dios para tu vida, no en tus planes, ya que son los que perdurarán.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Una vez escuché la sugerencia de desarrollar la declaración de propósito para tu vida basándola en lo que esperas que la gente diga en tu entierro. Imagina el elogio perfecto y después elabora tu declaración basada en eso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Francamente, es mala idea. Al final de tu vida no importa lo que las otras personas digan acerca de ti. Lo único que te debe importar es lo que Dios diga de ti. La Biblia declara: “Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas”.Un día Dios revisará tus respuestas a estas preguntas. ¿Pusiste a Jesús en el centro de tu vida? ¿Desarrollaste su carácter? ¿Diste tu vida por servir a otros? ¿Comunicaste su mensaje y cumpliste su misión? ¿Amaste y participaste en su familia? Estas son las únicas cosas que contarán.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Como dijo Pablo: “Nuestro propósito es complacer a Dios, no a los hombres”.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<b>DIOS QUIERE USARTE</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Unos treinta años atrás, observé una frase breve en Hechos 13:36 que alteró por siempre el curso de mi vida. Fueron sólo catorce palabras pero, como una marca de hierro ardiente, impactaron mi vida poderosamente: “David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió”. al fin entendí por qué Dios llamó a David “un hombre conforme a mi corazón”. David dedicó su vida a cumplir los propósitos de dios en la tierra.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¡No hay epitafio más grande que este! Imagínatelo grabado en tu lápida: “Este fue_______ quien sirvió para el propósito de Dios en su generación”. Mi oración es que las personas sean capaces de decir esto acerca de mí cuando muera. También es mi oración que lo digan respecto a ti. Por eso escribí este libro para ti. Esta frase es la definición concluyente de una vida bien vivida. Haz lo eternal y perdurable (propósito de Dios), de una manera contemporánea y oportuna (en tu generación). Esto es la esencia de una vida con propósito. Ni las generaciones pasadas ni las futuras pueden servir al propósito de Dios en esta generación, sólo nosotros podemos. Así como a Ester, Dios te creó “para un tiempo como éste”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Dios todavía busca personas para usarlas. La Biblia dice que “EL SEÑOR recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles”. ¿Serás tú una de esas personas que Dios quiere usar para sus propósitos? ¿Servirás al propósito de Dios en esta generación?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Pablo vivió una vida con propósito. Él dijo: “Yo corro hacia la meta con un propósito en cada paso”. Su única razón para vivir era cumplir los propósitos que Dios tenía para él, y agregó: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Pablo no tenía miedo a vivir ni a morir. En cualquier forma cumpliría los propósitos de Dios. ¡No podía perder!</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Un día la historia concluirá, sin embargo la eternidad continuará para siempre. William Carey acertó: “El futuro es tan brillante como las promesas de Dios”. Cuando te parezca difícil cumplir tus propósitos, no te desanimes. Recuerda tu recompensa, que perdurará por siempre. La Biblia dice: “Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Imagínate como será cuando estemos todos de pie frente al trono de Dios, presentando nuestras vidas en profunda gratitud y adoración a Cristo. Juntos diremos: “¡Digno, oh Señor1 ¡Sí, nuestro Dios! ¡Toma la gloria, el honor; el poder! ¡Tú creaste todo; todo fue creado porque así lo quisiste!”</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¡Lo alabaremos a él por su plan y viviremos para sus propósitos por siempre!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>DÍA CUARENTA</b></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>PENSANDO EN MI PROPÓSITO</b></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFFF9rz-A-55QM82I4G4tpVFsZ91JPHEArja3p_opLCtWd3JYTrytL4eAyL1xTVG_uMXuiTKD8-QvPfmaNsusrr70H3EhvpYi9Tc24ANnw-AAJf4LH6JPwvb1iIKTvZrdFXvslv7PD2Wo/s1600/Diapositiva80.PNG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br /></a></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: Vivir con propósito es la única manera de vivir de verdad.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió”. Hechos 13:36 (NVI).</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Cuándo tomaré el tiempo para apuntar mis respuestas a las cinco grandes preguntas de la vida? ¿Cuándo plasmaré mi propósito en papel?</span><br />
<br />
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-88528992354320598682015-02-26T05:30:00.000-04:302015-02-26T05:30:07.558-04:30Día 39. Equilibra tu vida<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Equilibra tu vida</span></b></span><br />
</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Vive con el debido sentido de responsabilidad,</span></i></span></div>
<span style="background-color: white;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><i style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>no como los que no conocen el significado</i></span></i></span></div>
<span style="background-color: white;"><i style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="text-align: center;">
<i>de la vida; sino como los que lo conocen.</i></div>
</span></i></span><div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Efesios 5:15 (PAR)</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><i>No dejen que los errores de personas malvadas</i></i></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;"><i style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
<div style="text-align: center;">
<i>les guíen por caminos equivocados y les hagan</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>perder el equilibrio.</i></div>
</i></span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
2º Pedro 3:17 (PAR)</div>
</span></span><div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Benditos sean los equilibrados, ya que superarán a todos.</b></span></span></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><br /></b></span></div>
</span><div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Uno de los eventos en las Olimpíadas de verano es el pentatlón. Consta de cinco disciplinas: tiro de pistolas, esgrima, carrera y natación. La meta del atleta es ganar en las cinco áreas, no sólo en una o dos.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tu vida es un pentatlón de cinco propósitos, y debes mantenerlos en balance. Esos propósitos los practicaron los primeros cristianos en Hechos 2, los explicó Pablo en efesios 4, y los modeló Jesús en Juan 17, pero se resumen en el Gran Mandamiento y la Gran Comisión de Jesús. </span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estas dos declaraciones engloban todo lo que este libro es, los cinco propósitos de Dios para tu vida:</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">1. “Ama a Dios con todo tu corazón”: fuiste planeado para agradar a Dios; así que tu propósito es amar a Dios pedio de la adoración.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">2. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”: fuiste formado para servir; así que tu propósito es mostrarles amor a los otros por medio de tu ministerio.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">3. “Ve y haz discípulos”: fuiste hecho para una misión; así que tu propósito es compartir el mensaje de Dios por medio del evangelismo.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">4. “Bautizándolos en...”: fuiste hecho para la familia de Dios; así que tu propósito es identificarte con tu iglesia por medio del compañerismo.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">5. “Enseñándolos a hacer todas las cosas...”: fuiste creado para llegar a ser como Cristo; así que tu propósito es crecer en madurez por medio del discipulado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><b>Un gran compromiso con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión te harán un gran cristiano.</b></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Mantener estos cinco propósitos en equilibrio no es fácil. Todos tendemos a dar demasiada importancia a los propósitos que más nos apasionan y descuidamos los otros. Las iglesias hacen lo mismo. Pero tú puedes mantener tu vida equilibrada y seguir la pista; uniéndote a un grupo pequeño para el seguimiento, evaluando regularmente tu salud espiritual, registrando tus progresos en un diario personal, y comunicando a otros lo que has aprendido. Esas son cuatro actividades importantes para vivir una vida con propósito. Si piensas seriamente en mantenerte creciendo, necesitarás desarrollar esos hábitos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Habla de esto con tu compañero espiritual o grupo pequeño. La mejor manera de apropiarse de los principios de este libro es abordándolos con otros en el ámbito de un grupo pequeño. La Biblia dice: “El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre”. Aprendemos mejor en comunidad. Nuestras mentes se afilan y nuestra convicciones se profundizan mediante la conversación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Te insto seriamente a que te reúnas en un grupo pequeño de amigos y formes un círculo de lectura de Una Vida con Propósito para revisar estos capítulos semanalmente. Estudien las implicaciones y aplicaciones de cada capítulo. Pregúntense: “¿Qué?” y ¿Qué ahora?” ¿Qué significa esto para mí, mi familia y nuestra iglesia? ¿Qué voy a hacer con respecto a esto? Pablo dijo: “Practica lo que has aprendido”. En el Apéndice 1, hay una lista de preguntas para compartir en sesiones de grupos pequeños o en clases de Escuela Dominical.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Los grupos pequeños de lectura proveen muchos beneficios, lo que un libro por sí mismo no puede. Puedes dar y recibir información acerca de lo que estás aprendiendo. Puedes discutir ejemplos de la vida real. Puedes orar, animar y ayudar a otros que, como tú, han comenzado a vivir esos propósitos. Recuerda, estamos diseñados para crecer juntos, no separados. La Biblia dice: “anímense y fortalézcanse unos a otros”. Después de haber ido a través de este libro juntos, con un grupo, puedes continuar con el estudio de Una Vida con Propósito que ya está disponible para clases y grupos (ver apéndice 2).</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
También te animo a que hagas un estudio personal de la Biblia. Tengo más de mil notas finales de las Escrituras usadas en este libro para ti, para que estudies su contexto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Por favor lee el apéndice 3, el cual explica por qué en este libro usé varias traducciones y paráfrasis de la Biblia. Para poder mantener estos capítulos en una medida de lectura diaria razonable, no pude explicar el fascinante contexto de la mayoría de los versículos usados.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Pero la Biblia se debería estudiar por párrafos, capítulos y hasta por libros enteros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Mi libro Métodos para el Estudio dinámico de la Biblia te enseñará cómo puedes hacer estos estudios bíblicos inductivos.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Evalúa tu vida espiritual con regularidad. La mejor manera de equilibrar los cinco propósitos en tu vida es evaluándote periódicamente. Dios le da un alto valor al hábito de auto evaluación. Por lo menos cinco veces en la Escritura se nos dice que probemos y examinemos nuestra salud espiritual. Afirma: “Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos”. Si fallas el examen, haz algo al respecto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Para mantener tu salud física, necesitas revisiones periódicas con tu doctor, que puede evaluar tus signos vitales, la presión sanguínea, la temperatura, el peso, etc. Para tu salud espiritual requieres un chequeo ordinario de los cinco signos vitales: adoración, compañerismo, crecimiento en carácter, ministerio y misión. Jeremías aconsejó: “Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del Señor”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
En la iglesia Saddleback hemos desarrollado una herramienta de evaluación personal sencilla, la cual ha ayudado a miles de personas a permanecer en el propósito de Dios. Si deseas una copia de evaluación de la salud espiritual, puedes enviarme un correo electrónico a: <a href="mailto:free@purposedrivenlife.com" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #669922; font-weight: bold; text-decoration: none;">free@purposedrivenlife.com</a>. Te sorprenderá cómo esta pequeña herramienta te ayudará a equilibrar tu vida. Pablo instó: “Haz que tu entusiasmo del comienzo sea igualado con una acción de tu parte ¡ahora!”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Escribe tus progresos en un diario. La mejor manera de reforzar tus progresos en el cumplimiento de los propósitos de Dios en tu vida es llevar un diario espiritual. No es una agenda, sino una evidencia de las lecciones de la vida que no deseas olvidar. La Biblia dice: “Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo”. Recordaremos lo que registramos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Escribir te ayuda a clarificar lo que Dios está haciendo en tu vida. Danzón Trotan lo decía así: “Los pensamientos se desenredan cuando pasan entre las puntas de tus dedos”. La Biblia da muchos ejemplos de Dios diciéndoles a las personas que llevaran un diario espiritual. Dice: “Por mandato del Señor; Moisés anotaba cada uno de los lugares de donde partían y adonde llegaban”. ¿No te alegra que Moisés obedeciera el mandato de Dios de registrar el diario espiritual de Israel? Si él hubiese descuidado eso, nos habría robado las poderosas lecciones del libro de Éxodo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Es muy probable que tu diario espiritual no sea leído tanto como el de Moisés, sin embardo, es importante. Tu vida es un peregrinaje, y un peregrinaje merece un diario. Espero que escribas las etapas de tu peregrinaje espiritual mientras vives con propósito.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
No escribas solamente cosas agradables. Como hizo David, registra tus dudas, tus temores y tus luchas con Dios. Nuestras grandes lecciones provienen del dolor, y la Biblia dice que Dios ha registrado todas nuestras lágrimas. Cualquier problema que ocurra, recuerda que Dios lo usa para cumplir los cinco propósitos en tu vida; los problemas te impulsan a enfocarte en Dios, a acercarte a otros en compañerismo y a construir un carácter como el de Cristo, proveyéndote de un ministerio y dándote un testimonio. Cada problema es con un propósito.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
En medio de una experiencia dolorosa, el salmista escribió: “Que se escriba esto para las generaciones futuras, y que el pueblo que será creado alabe al Señor”. Se lo debes a las futuras generaciones de preservar el testimonio de cómo Dios te ayudó a cumplir sus propósitos en la tierra. Este es un testimonio que continuará hablando mucho después que estés en el cielo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Enseña a otros. Si quieres continuar creciendo, la mejor manera de aprender más es enseñar a otros lo que has aprendido. Proverbios nos dice: “Quien bendice a otros es bendecido abundantemente; los que ayudan a otros son ayudados”. Los que enseñan conocimientos reciben más de Dios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Ahora que entiendes el propósito de tu vida, es tu responsabilidad llevar el mensaje a otros. Dios te llama para que seas su mensajero. Pablo dijo: “Yo quiero ahora que le digas esas mismas cosas a los seguidores en quienes puedes confiar para que las compartan a otros”. En este libro te he dado lo que otros me enseñaron acerca del propósito de la vida; tu deber ahora es pasarlo a otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Probablemente, conoces a cientos de personas que no saben el propósito de la vida. Comparte esas verdades con tus hijos, tus amigos, tus prójimos y tus compañeros de trabajo. Si le das este libro a un amigo, añádele una nota personal en la página dedicatoria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Mientras más sepas, más espera Dios de ti que uses ese conocimiento para ayudar a otros. Santiago dijo: “Cualquiera que sabiendo hacer lo bueno no lo hace, está pecando”. El conocimiento aumenta la responsabilidad, pero trasmitir el propósito de la vida es mucho más que una obligación; este es uno de tus más grandes privilegios en la vida. Imagínate cuán diferente sería el mundo si cada uno conociera su propósito en la vida. Pablo dijo: “Si enseñas estas cosas a otros seguidores, serás un buen siervo de Cristo Jesús”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>TODO ES PARA LA GLORIA DE DIOS</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La razón por la cual enseñamos lo que aprendemos es para dar gloria a Dios y contribuir al crecimiento de su reino. La noche antes de su crucifixión. Jesús oró a su Padre: “Yo te he glorificado en esta tierra al completar el trabajo que me diste”. Cuando dijo estas palabras, no había muerto aún por nuestros pecados, así que, ¿cuál era el “trabajo” que había completado? En esa ocasión se estaba refiriendo a algo diferente de la expiación. La respuesta está en lo que afirmó en los siguiente veinte versículos de su oración.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Jesús le dijo a su Padre lo que había estado haciendo los últimos tres años: entrenando a sus discípulos para que siguieran los propósitos de Dios. Los ayudó a conocer y a amar a Dios (adoración, enseñándoles a amarse los unos a los otros (compañerismo), les dio la Palabra para que pudieran crecer y los envió a decirles a otros el mensaje (evangelismo). Jesús modeló una vida con propósito y también enseñó a otros cómo vivirla. Este era el “trabajo” que glorificaba a Dios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Hoy Dios nos llama a cada uno a hacer lo mismo, no sólo porque quiere que cumplamos sus propósitos, sino porque desea que ayudemos a otros a hacer lo mismo. Él quiere que les presentemos a Cristo y los traigamos a su compañerismo, ayudándoles a crecer en madurez y descubriendo su lugar de servicio, para luego enviarlos al alcanzar a otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="background-color: white;"><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Esto es lo que significa vivir con propósito. Independientemente de tu edad, el resto de tu vida puede ser lo mejor de tu vida y tu puedes empezar a vivir con propósito hoy mismo.</div>
</span></span></span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">DÍA TREINTA Y NUEVE</span></b></span></div>
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
PENSANDO EN MI PROPÓSITO</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span></b></span></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: Bendito sea el equilibrio.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “Vive con el debido sentido de responsabilidad, no como los que no conocen el significado de la vida; sino como los que lo conocen”. Efesios 5:15 (PAR).</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Con cuál de las cuatro actividades puedo comenzar para seguir y equilibrar los cinco propósitos de Dios para mi vida?</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-41781256786484342532015-02-25T05:30:00.000-04:302015-02-25T05:30:01.277-04:30Dia 38. Conviértete en un cristiano de clase mundial<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conviértete en un cristiano de clase mundial</span></b></div>
<br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<i style="font-family: Verdana, sans-serif;">(Jesús) les dijo: “Vayan por todo el mundo y anuncien</i></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>las buenas nuevas a toda criatura”.</i></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
Marcos 16:15</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><br /></span></div>
<i style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
<i>Envíanos al mundo con las nuevas de tu poder</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>salvador y tu plan eterno para la humanidad.</i></div>
</i><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
Salmos 67:2 (LB)</div>
</span><div style="text-align: center;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
<b>La Gran Comisión es tu comisión.</b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</span></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tienes que tomar una decisión: ser un cristiano de clase mundial o un cristiano mundano.</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los cristianos mundanos ven a Dios esencialmente como una satisfacción personal. Son salvos, pero orientados hacia sí mismos. Les gusta asistir a conciertos y seminarios enriquecedores, pero nunca los encontrarás en conferencias misioneras porque no les interesa.</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
Sus oraciones se enfocan en sus propias necesidades, bendiciones y alegrías. Es una fe tipo “yo primero”, se preguntan: ¿Cómo puede Dios hacer mi vida más cómoda? Quieren usar a Dios para su propósitos más que ser usados para los propósito de Él.</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
En contraste, los cristianos comprometidos fueron salvados y creados para una misión. Están ansiosos por recibir una asignación particular y se emocionan con el privilegio de ser usados por Dios. Los verdaderos cristianos son las únicas personas que viven a plenitud en este planeta. Su gozo, su confianza y entusiasmo son contagiosos porque saben que hacen una diferencia. Se levantan cada mañana esperando que Dios trabaje a través de ellos en nuevas formas. ¿Qué clase de cristiano quieres ser?</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<b>Dios te invita a participar en la causa más grande, más extensa, más diversa y más importante en la historia: su reino.</b></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
La historia es su historia. Él está levantando su familia para la eternidad, nada importa más ni durará tanto. Sabemos, de acuerdo con el libro del Apocalipsis, que la misión global de Dios será alcanzada. Algún día la Gran Comisión será el Gran Cumplimiento. En el cielo una enorme multitud de “toda raza, tribu, nación y lengua”, se reunirá un día delante de Jesucristo para adorarlo. Involucrarte como cristiano comprometido te permitirá experimentar anticipadamente un poco de lo que será el cielo.</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
Cuando Jesús les dijo a sus seguidores que “fueran por todo el mundo y dijeran a cada uno las buenas nuevas”, esa pequeña banda de pobres discípulos del medio Oriente quedó abrumada. ¿Se supone que tendrían que caminar o montar sobre animales de lento andar? Eso era todo lo que tenían como medio de transporte; no había barcos trasatlánticos, así que había barreras reales para salir al mundo entero. Hoy tenemos aviones, barcos, trenes, autobuses y automóviles; después de todo es un mundo pequeño y cada día se reduce más. Puedes volar de un océano a otro en cuestión de horas y estar de regreso a casa, si es necesario, al día siguiente. Las oportunidades para el cristiano común y corriente de involucrarse en misiones internacionales a corto plazo son ahora literalmente infinitas. Cada rincón del mundo te está esperando, simplemente tienes que investigar en una agencia de viajes. Por lo tanto, no tenemos ninguna excusa para no difundir las buenas nuevas.</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
Ahora, con la Internet, el mundo se ha hecho aún más pequeño. Además de los teléfonos y los faxes, cualquier creyente con acceso a la Internet puede comunicarse en persona virtualmente con cualquiera en cualquier país del mundo. ¡El mundo completo está en la punta de tus dedos!</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
Aun muchos pueblos remotos reciben correos electrónicos, de manera que ahora puedes tener conversaciones “e-evangelísticas” (de e-mail, en inglés; el prefijo e indica que se usa en términos electrónicos) con personas del otro lado del mundo, ¡sin salir de casa! Nunca en la historia fue más fácil cumplir tu comisión de ir al mundo entero.</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
Las grandes barreras ya no son las distancias, el costo o el transporte; la única barrera es la manera en que pensamos. Para ser un cristiano comprometido debes hacer algunos cambios mentales. Tus perspectivas y actitudes deben cambiar.</div>
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<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><br /></span></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<b>CÓMO PENSAR COMO UN VERDADERO CRISTIANO</b></div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Deja de pensar en ti mismo y piensa en otros. La Biblia dice: “No sean niños en su modo de pensar: Sean... adultos en su modo de pensar”. Este es el primer paso para convertirte en un cristiano de clase mundial. Los niños sólo piensan en sí mismos; cuando crecen piensan en otros. Dios nos manda: “Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás”.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Por supuesto, este cambio es difícil porque somos absorbentes por naturaleza y casi toda la propaganda nos anima a pensar en nosotros mismos. La única forma de cambiar este paradigma es dependiendo, momento tras momento, de Dios. Afortunadamente Él no nos deja luchar por nuestra propia cuenta. “Dios nos ha dado su Espíritu. Por eso es que no pensamos de la misma manera que las personas de este mundo piensan”.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Empieza a pedirle al Espíritu Santo que te ayude a pensar en las necesidades espirituales de los no creyentes en cualquier momento que hables con ellos. Con la práctica puedes desarrollar el hábito de pronunciar en silencio “oraciones de aliento” para aquellos que encuentras. Dile: “Padre, ayúdame a entender lo que le está impidiendo a esta persona que te conozca”.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Tu me es descubrir dónde se encuentran otros en su peregrinaje espiritual y hacer lo necesario para atraerlos un paso más cerca del conocimiento de Cristo. Puedes aprender cómo hacerlo adoptando el pensamiento de Pablo, que dijo: “Procura agradar a todos en todo. No busco mis propios intereses sino los de los demás, para que sean salvos”.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Cambia de perspectiva local a global. Dios es un Dios global. Siempre ha tenido cuidado del mundo entero. “De tal manera amó Dios al mundo”. Desde el principio Él quiso a los miembros de la familia de cada nación que creó. La Biblia afirma: “De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, Él no está lejos de ninguno de nosotros”.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Ya la mayoría en el mundo piensa de una manera global. Todos los grandes medios de comunicación y los grupos corporativos son multinacionales. Nuestras vidas se entretejen cada vez más con otros de distintas naciones a medida que compartimos la moda, el entretenimiento, la música, los deportes y aún la comida rápida.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Quizás la mayoría de la ropa que vistes y mucho de lo que comiste hoy se produjo en otro país. Estamos más conectados con ellos de lo que pensamos. Estos son días emocionantes para vivir.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Hoy hay más cristianos que nunca antes en la tierra. Pablo estaba en lo correcto: “Este evangelio está dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también ha sucedido entre”.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
El primer paso para comenzar a pensar globalmente es orar por países específicas. Los cristianos comprometidos oran por el mundo. Consigue un globo o mapamundi y ora por las naciones por su nombre. La Biblia dice: “Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!”.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La oración es la herramienta más importante para tu misión en el mundo. Las personas tal vez rehúsen nuestro amor y rechacen nuestro mensaje, pero no pueden hacer nada contra nuestras oraciones. Igual que un misil transcontinental, puedes apuntar con una oración al corazón de una persona estés a tres metros o a miles de kilómetros de distancia.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Por qué deberías orar? La Biblia nos dice que debemos orar por oportunidades para testificar, por valor para hablar, por aquellos que creerán, por la rápida difusión del mensaje, y por más trabajadores. Las oraciones te brindan compañerismo con otros alrededor del mundo.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
También debes orar por los misioneros y cada uno de los que participan en la cosecha global. Pablo les dijo a sus compañeros de oración: “Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros”. Si quieres sugerencias para orar inteligentemente por el mundo y por los cristianos visita nuestra dirección cibernética www. Purposedrivenlife.com.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Otra forma de desarrollar un pensamiento global es leyendo y viendo las noticias con los “Ojos de la Gran Comisión”. Dondequiera que haya cambios o conflictos, puedes estar seguro de que Dios los usará para atraer a la gente a Él. La gente es más receptiva a Dios cuando sufre tensión o vive períodos de transición. Por cuanto el porcentaje de cambios se mantiene aumentando en nuestro mundo, muchas más personas están dispuestas a escuchar ahora más que nunca las buenas nuevas.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La mejor forma de tener un pensamiento global es enrolarse en un proyecto misionero breve a otro país. No hay sustituto para ello. Una experiencia real en la vida de otra cultura es irremplazable.- Deja de analizar y discutir tu misión, ¡cúmplela! Te reto a que desciendas a lo más profundo. En Hechos 1:8 Jesús nos dio el patrón para nuestra participación: “Serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Sus discípulos fueron llamados a alcanzar a su comunidad (Jerusalén), a su país (Judea), a otras culturas (Samaria), y a las otras naciones (los confines de la tierra). Observa que nuestra comisión es simultánea, no secuencial. Puesto que no todas las personas tienen el don misionero, cada cristiano es llamado a unirse en misión a esos cuatro grupos en alguna forma. ¿Eres un cristiano de los descritos en hechos 1:8?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Ponte una meta y participa en un proyecto misionero. Te pido encarecidamente que ahorres y hagas cualquier cosa para que participes en un viaje misionero breve en el exterior tan pronto como te sea posible. Casi todas las agencias misioneras pueden ayudarte a lograrlo, ello hará que tu corazón crezca, tu visión se amplíe, tu fe aumente, tu compasión se profundice y, además, rebosarás de gozo como nunca lo has sentido. Esto podría marcar un cambio radical en tu vida.</div>
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<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Fórjate una perspectiva eterna. Para sacar el mayor provecho a tu vida terrena debes mantener una perspectiva eterna. Eso te impedirá concentrarte en asuntos menores y te ayudará a distinguir entre lo que es urgente y lo que es trascendente. Pablo dijo: “Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Muchas de las cosas en las que nosotros gastamos nuestras energías no tendrán importancia en un año y por consiguiente mucho menos en la eternidad. No cambies tu vida por cosas temporales. Jesús dijo: “Cualquiera que se deja distraer del plan que tengo para él no es apto para el reino de Dios”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Pablo advirtió a “los que disfrutan de las cosas de este mundo, (que vivieran en él) como si no disfrutaran de ellas; porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Qué obstáculo estás permitiendo que se levante en el camino de tu misión? ¿Qué te impide ser un cristiano comprometido? Sea lo que sea, quítalo de delante de ti. “Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Jesús nos dijo que: “Almacenáramos nuestros tesoros en el cielo”. Pero, ¿cómo hacerlo? En unas de las declaraciones más mal entendidas de Jesús, Él dijo: “Por eso les digo que se valgan de las riquezas mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando éstas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas”. Jesús no quiso decir que “compráramos” amigos con dinero, lo que quiso decir es que debes usar el dinero que Dios te da para traer gente a los pies de Cristo. Ellos entonces serán tus amigos por la eternidad y te darán la bienvenida cuando llegues al cielo. Esta es la mejor inversión financiera que puedes hacer.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Tal vez has escuchado la expresión: “No puedes llevar nada contigo”, pero la Biblia dice que puedes enviarlo anticipadamente, invirtiendo en personas que vayan al cielo. La Biblia afirma que así “atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Deja las excusas y piensa en formas creativas para cumplir tu comisión. Si estás dispuesto, siempre hay maneras de hacerlo, hay agencias que te ayudarán. He aquí algunas excusas comunes:</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<ul>
<li>§ “Sólo hablo mi idioma”. Esta es una ventaja, millones de personas quieren aprender tu idioma y están ansiosos por practicarlo.</li>
<li>§ “No tengo nada que ofrecer”. Sí, sí tienes. Cada habilidad y experiencia tuya puede ser usada en algún lugar.</li>
<li>§ “Estoy muy viejo (o muy joven)”. La mayoría de las agencias tienen proyectos a corto plazo para cada edad.</li>
</ul>
</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Ya fuera Sara, que afirmó que era muy vieja para ser usada por Dios o Jeremías que alegó ser muy joven, Dios rechazó sus excusas. Él les dijo: “No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie que yo estoy contigo para librarte”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Quizás has creído que necesitas un “llamado” especial de Dios y has esperado por algún sentimiento o experiencia sobrenatural. Pero Dios ya ha declarado su llamado repetidas veces. Todos somos llamados para cumplir los cinco propósitos de Dios en nuestras vidas: para adorar, para entablar compañerismo, para crecer igual a Cristo, para servir, y para cumplir una misión con Dios en el mundo. Él no quiere usar sólo a algunos de su pueblo, quiere usarlos a todos. Por eso somos llamados a participar en la misión asignada por Dios. Él desea que su iglesia completa lleve el evangelio entero a todo el mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Muchos cristianos se pierden el plan de Dios para sus vidas porque nunca le han preguntado si quiere que sirvan como misioneros en alguna parte. Si es por temor o ignorancia, en todo caso han cerrado automáticamente sus mentes a la posibilidad de servir como misioneros en localidades multiculturales. Si estás tentado a decir no, debes revisar todas las posibilidades y modalidades disponibles (te sorprenderás), orar seriamente y preguntarle a Dios qué es lo que quiere de ti en los años venideros.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
No te imaginas los miles de misioneros que se necesitan con urgencia en este momento crítico de la historia, donde innumerables puertas se están abriendo como nunca antes se había visto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Si quieres parecerte a Jesús, debes tener un corazón que anhele alcanzar al mundo entero. No puedes sentirte satisfecho sólo con que tu familia y tus amigos conozcan a Cristo. Hay más de seis mil millones de personas en la tierra, y el Señor quiere encontrar a todos sus hijos perdidos. Jesús dijo: “El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio, la salvará”.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La Gran Comisión es tu comisión, y hacer tu parte es el secreto para vivir una vida significativa.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<b><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
DÍA TREINTA Y OCHO</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
PENSANDO EN MI PROPÓSITO</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span></b></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: La Gran Comisión es mi comisión.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “Envíanos al mundo con las nuevas de tu poder salvador y tu plan eterno para la humanidad”. Salmo 67:2 (BAD).</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Qué pasos puedo dar para enrolarme en una experiencia misionera breve el próximo año?</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-76160672617527959272015-02-24T05:30:00.000-04:302015-02-24T05:30:00.097-04:30Día 37. Comparte el mensaje de tu vida<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Comparte el mensaje de tu vida</span></b></span><br />
</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quienes creen en el Hijo de Dios,</i></span></div>
<span style="background-color: white;"></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>tienen el testimonio de Dios en ellos.</i></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;">
</span><div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
1º Juan 5:10a (PAR)</div>
<span style="background-color: white;">
</span><div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white;">
</span><span style="background-color: white;"><i style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
<i>Sus vidas han proclamado la Palabra del Señor...</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Las nuevas de su fe en Dios han salido.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>No es necesario que digamos nada más,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>ustedes son el mensaje.</i></div>
</i></span><span style="background-color: white;"><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
1º Tesalonicenses 1:8 (PAR)</div>
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: center;">
<b>Dios te ha dado un mensaje de vida para compartir.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span></span><br />
<div style="background-color: #eeeecc;">
</div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando te conviertes en creyente, también llegas a ser un mensajero de Dios. Él quiere hablarle al mundo por medio de ti. Pablo dijo: “Hablamos la verdad ante Dios, como mensajeros de Dios”.</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Puedes pensar que no tienes nada que compartir y por eso es que el diablo trata de mantenerte en silencio. Tienes un sin número de experiencias que Dios quiere que uses para traer a otros a su familia. La Biblia dice: “Quienes creen en el Hijo de Dios tienen el testimonio de Dios en ellos”. Tu mensaje de vida consta de cuatro partes:</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<ul>
<li>§ Tu testimonio: la historia de cómo comenzaste una relación con Jesús.</li>
<li>§ Tus lecciones de vida: las lecciones más importantes que Dios te ha enseñado.</li>
<li>§ Tus pasiones divinas: las obras para las cuales Dios te ha moldeado y que más te importan.</li>
<li>§ Las buenas nuevas: el mensaje de salvación.</li>
</ul>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><br /></span></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Tu mensaje de vida incluye tu testimonio. Tu testimonio es la historia de cómo Cristo marcó una diferencia en tu vida. Pedro nos dice que fuimos escogidos por Dios “para hacer su trabajo y hablar de Él, decirles a otros de la diferencia entre la noche y el día que Él hizo para ti”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Esta es la esencia del testimonio; compartir tus experiencias personales con respecto al Señor. En una corte no se espera que el testigo discuta el caso, prueba la verdad o presione el veredicto; ese es el trabajo de los abogados. Los testigos simplemente relatan lo que les pasó o lo que vieron.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Jesús dijo: “Serás mi testigo”; no dijo: “Serás mi abogado”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Él quiere que compartas su historia con otros. Compartir tu testimonio es parte esencial de tu misión en la tierra, ya que es único. No hay otra historia como la tuya, sólo tú puedes compartirla. Si no hablas de ella, se habrá perdido para siempre. Puede que no seas un erudito en Biblia, sin embargo eres la autoridad en tu vida y es difícil argüir con una experiencia personal. En realidad, tu testimonio personal es más eficaz que un sermón, porque los no creyentes ven a los pastores como vendedores profesionales; pero verte como un “cliente satisfecho”, les da más seguridad a ellos y más credibilidad a ti.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Las historias personales también son más fáciles de relatar que los principios, y a las personas les gusta oírlas. Captan nuestra atención y las recordamos por más tiempo. Los no creyentes quizás pierdan el interés si citas a los teólogos más reconocidos, pero sienten una curiosidad natural acerca de las experiencias que ellos nunca han tenido. Compartir historias construye un puente relacional que Jesús puede cruzar, de tu corazón al de otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Otro valor que tiene el testimonio es que supera las defensas intelectuales. Muchas personas que no aceptan la autoridad de la Biblia escucharán una historia personal humilde. Pablo usó su testimonio en seis ocasiones diferentes para compartir el evangelio en vez de citar las escrituras.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La Biblia dice: “Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto”. La mejor manera de “estar listos” es escribiendo tu testimonio y memorizando los puntos principales. Divídelo en cuatro partes:</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
1. Cómo era mi vida antes de conocer a Jesús.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
2. Cómo supe que necesitaba a Jesús.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
3. Cómo rendí mi vida a Jesús.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
4. La diferencia que Jesús ha hecho en mi vida.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Por supuesto, tienes muchos otros testimonios aparte de tu historia de salvación. Tienes una para cada experiencia en la que dios te ha ayudado. Debes hacer una lista de todos los problemas, circunstancias y crisis que Dios te ha permitido pasar. Sé una persona sensible y usa la historia con la que tu amigo no creyente se identifique mejor. Diferentes situaciones llaman a distintos testimonios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Tu mensaje incluye tus lecciones de vida. La segunda parte de tu mensaje son las verdades que Dios te ha enseñado en tus experiencias con Él. Lecciones e ideas que has aprendido acerca de Dios, las relaciones, los problemas las tentaciones y otros aspectos de la vida. El salmista oró: “Enséñame, Señor, a seguir tus decretos, y los cumpliré hasta el fin”. Desafortunadamente, nunca aprendemos lo suficiente de lo que nos pasa. Por parte de los israelitas, la Biblia dice: “Muchas veces Dios los libró, pero ellos, empeñados en su rebeldía, se hundieron en la maldad”. Quizás hayas conocido personas iguales a éstas. Sin embargo, aunque es sabio aprender de nuestra experiencia, es más sabio aprender de las experiencias de otros. No hay suficiente tiempo para aprender todo en la vida probando y equivocándonos. Debemos aprender de las lecciones que da la vida a unos y a otros. La Biblia dice: “Para quien sabe apreciarla, una sabia reprensión vale tanto como una joya de oro muy fino”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
§ Escribe las lecciones importantes que has aprendido de la vida, de manera que puedas compartirlas con otros. Debemos estar agradecidos con Salomón porque nos dio los libros Proverbios y Eclesiastés, los cuales están llenos de lecciones prácticas de la vida. Imagínate cuántas frustraciones innecesarias podríamos haber evitado si hubiéramos aprendido de las lecciones de otros. Las personas maduras desarrollan el hábito de tomar las lecciones de las experiencias de cada día. Te animo a que hagas una lista de todas las lecciones de tu vida. Realmente no piensas en ellas hasta que no las escribes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí hay unas cuantas preguntas para darle un empujoncito a tu memoria y decidas comenzar: ¿Qué me ha enseñado Dios acerca del fracaso?</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
<ul>
<li>§ ¿Qué me ha enseñado Dios respecto a la carencia de dinero?</li>
<li>§ ¿Qué me ha enseñado Dios en cuanto al dolor, el pesar y la depresión?</li>
<li>§ ¿Qué me ha enseñado Dios a través de la espera?</li>
<li>§ ¿qué me ha enseñado Dios con la enfermedad?</li>
<li>§ ¿Qué me ha enseñado Dios respecto a la desilusión?</li>
<li>§ ¿Qué he aprendido de mi familia, mi iglesia, mis relaciones, mi grupo pequeño y mis críticos?</li>
</ul>
</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Tu mensaje de vida incluye expresar tus pasiones divinas. Dios es un Dios apasionado. Ama con pasión algunas cosas y odia apasionadamente otras. Como has crecido cerca de Él, Él mismo te dará pasión por lo que quiere profundamente, de manera que puedas ser su portavoz en el mundo. Puede ser una pasión acerca de un problema, un propósito, un principio o un grupo de personas. En cualquier caso, te sentirás obligado a hablar acerca de ellos y hacer una diferencia en lo que puedas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
No puedes dejar de hablar continuamente de lo que más quieres. Jesús dijo: “El corazón del hombre determina su hablar”. Tenemos dos ejemplos: David, que dijo: “Mi celo por Dios y su obra arden dentro de mí”. Y Jeremías dijo: “Tu mensaje quema mi corazón y mis huesos, no puedo quedarme en silencio”.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Dios les da a algunas personas una pasión divina para defender alguna causa. A menudo es un problema que personalmente experimentaros, como por ejemplo: abuso, adicción, infertilidad, depresión, enfermedad, u otra dificultad. Algunas veces Dios les da a las personas una pasión para hablarles a un grupo de otros que no pueden hablar por sí mismos, como: los niños abortados, perseguidos, pobres, arrestados, maltratados, y a quienes les ha sido negada la justicia. La Biblia está llena de mandatos para defender a los indefensos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
A veces, Dios le da pasión a las personas para fomentar su reino. Él puede darte una pasión divina para comenzar nuevas iglesias, fortalecer familias, financiar traducciones de la Biblia o entrenar líderes. Puede que te dé una pasión divina para alcanzar a un grupo de personas en particular con el evangelio: hombres de negocios, jóvenes, estudiantes extranjeros, madres solteras o quienes practican un deporte o afición en particular. Si le preguntas a Dios, Él cargará tu corazón por un país específico o grupo étnico que desesperadamente necesitan un testimonio cristiano fuerte.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Dios nos da pasiones diferentes, de manera que cada cosa que quiera hacer en el mundo se haga. No esperes que todo el mundo tenga tu misma pasión. En vez de ello, debemos escuchar y evaluar cada uno de los mensajes de la vida porque nadie puede decirlo todo. Nunca subestimes la pasión divina de alguien. La Biblia dice: “Está bien mostrar interés, con tal de que ese interés sea bien intencionado y constante”.</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Tu mensaje de vida incluye las “Buenas Nuevas”. ¿Cuáles son las buenas nuevas” “Las buenas noticias nos dicen que dios nos acepta por la fe y sólo por la fe”. “Esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Las buenas nuevas significan que cuando confiamos en la gracia de Dios para salvarnos por medio de lo que Jesús hizo, nuestros pecados son perdonados; tenemos un propósito para vivir y nos es prometido un hogar futuro en el cielo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
Hay cientos de libros estupendos acerca de cómo difundir las buenas nuevas. Puedo proveer una lista de libros que me han ayudado particularmente. Pero todo el entrenamiento del mundo no es suficiente para motivarte a testificar de Cristo hasta que hagas tuyas las convicciones cubiertas en los capítulos anteriores. Lo más importante es que debes aprender a amar a las personas extraviadas como Dios lo hace. Él no crearía a una persona si no la amara. Para Él todos somos importantes. Cuando Jesús extendió sus brazos en la cruz, estaba diciendo: “¡Así es como te amo!” La Biblia dice: “El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos”. En cualquier momento que sientas apatía con tu misión en el mundo, invierte algo de tiempo reflexionando acerca de lo que Jesús hizo por ti en la cruz. Nos deben importar los no creyentes ya que a dios le preocupan. El amor no da alternativas. La Biblia dice: “En el amor no hay temor; sino que el amor perfecto echa fuera el temor”. Un padre correría dentro de un edificio en llamas para salvar a su niño porque su amor es más grande que su temor. Si temes compartir las buenas nuevas con las personas cercanas a ti, pídele a Dios que llene tu corazón con su amor por ellos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
La Biblia dice:”No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios”. Tan pronto como conozcas a una persona que no conoce a Cristo, debes orar por ella, servirle en amor y compartirle las buenas nuevas. Tan pronto como sepas que hay una persona en tu comunidad que no pertenece a la familia de Dios, tu iglesia deberá alcanzarla. Si ésta no lo hace, es como se le dijera al mundo: “Puedes irte al infierno”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Qué estás dispuesto a hacer para que las personas que conoces vayan al cielo? ¿Las invitas a la iglesia? ¿Compartes tu historia? ¿Le das un libro? ¿Los invitas a comer? ¿Oras por ellas cada día hasta que sean salvos? Tu campo misionero está muy cerca de ti. No pierdas las oportunidades que Dios te da. La Escritura afirma: “Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
¿Estará alguien en el cielo gracias a ti? Habrá alguien en el cielo que te diga: “Quiero darte las gracias. Estoy aquí porque te preocupaste lo suficiente para compartirme las buenas nuevas”. Imagínate qué gozo tendrás al saludar en el cielo a alguien a quien ayudaste a llegar ahí. La salvación eterna de un alma es más importante que cualquier otra cosa que logres en la vida. Sólo las personas durarán para siempre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
En este libro has aprendido los cinco propósitos de Dios para tu vida en la tierra: él te creó para hacerte un miembro de su familia, un modelo de su carácter, un magnificador de su gloria, un ministro de su gracia y un mensajero de sus buenas nuevas a otros. De esos cinco propósitos, el quinto sólo puede cumplirse en la tierra. Los otros cuatro los seguirás haciendo en la eternidad de alguna manera. Por eso es que la difusión de las buenas nuevas es tan importante; sólo tienes un tiempo breve para compartir tu mensaje de vida y cumplir tu misión.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white;">
</span><span style="background-color: white;"><b><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
DÍA TREINTA Y SIETE</div>
</span><span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><div style="text-align: justify;">
PENSANDO EN MI PROPÓSITO</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span></b></span></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: Dios quiere decirle algo al mundo a través de ti.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto”. 1º Pedro 3:15b-16 (NVI).</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: Reflexionando en mis historia personal, ¿a quién quiere Dios que se la cuente?</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-41277172497721252142015-02-23T05:30:00.000-04:302015-02-23T05:30:01.215-04:30Día 36. PROPÓSITO Nº 5 FUISTE HECHO PARA UNA MISIÓN<div style="background-color: #eeeecc; color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">PROPÓSITO Nº 5</span></b></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b style="font-family: Verdana, sans-serif;">FUISTE HECHO PARA UNA MISIÓN</b></div>
<div style="text-align: center;">
<b style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></b></div>
<div style="text-align: center;">
<i style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y el que gana almas es sabio.</i></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Proverbios 11:30 (PAR)</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<b><div style="text-align: center;">
<b>Hecho para una misión</b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
</b><i><div style="text-align: center;">
<i style="text-align: left;">"Así como me diste una misión en el mundo,</i><i style="text-align: left;">también yo se las di a ellos”</i></div>
</i><div style="text-align: center;">
Juan 17:18 (PAR)</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<i><div style="text-align: center;">
<i>“Lo más importante es que culmine mi misión,</i></div>
</i><i><div style="text-align: center;">
<i>la obra que el Señor me encomendó”.</i></div>
</i><div style="text-align: center;">
Hechos 20:24 (PAR)</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Fuiste hecho para una misión.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu ministerio es tu servicio a los creyentes, y tu misión es el servicio a los no creyentes. Cumplir tu misión en el mundo es el quinto propósito de Dios para tu vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tu vida misionera es compartida y es específica. Parte de esto es la responsabilidad que compartes con cada cristiano; la otra parte es una asignación única para ti. Trataremos ambos aspectos en los capítulos siguientes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nuestra palabra misión proviene del latín “enviar”. Ser cristiano implica ser un enviado como un representante de Jesucristo. Jesús dijo “Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Jesús claramente entendió su vida misionera en la tierra. A la edad de doce años dijo: “Debo estar en los negocios de mi Padre”, y veintiún años más tarde, muriendo en la cruz, dijo: “Consumado es”. Como “apoya-libros”, estas dos afirmaciones enmarcan una vida con propósito, bien vivida. Jesús completó la misión que el Padre le dio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La misión que Jesús cumplió mientras estaba en la tierra ahora es nuestra porque conformamos el cuerpo de Cristo. Lo que Él hizo en su cuerpo físico nosotros lo continuaremos como cuerpo espiritual: la iglesia. ¿cuál es esa misión? ¡Traer personas a Dios! La Biblia dice: “Cristo nos cambió de ser enemigos en sus amigos y nos dio la tarea de hacer a otros sus amigos también”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dios quiere redimir a los seres humanos de las manos de Satanás y reconciliarlos con él de manera que podamos cumplir los cinco propósitos: amarlo a él, ser parte de su familia, ser igual a él, servirle a Él y contarle a otros acerca de Él. Una vez que le pertenecemos, Dios nos usa para alcanzar a otros. Nos salva y nos envía afuera. La Biblia dice: “Nosotros hemos sido enviados para hablar de Cristo”. Somos los mensajeros del amor de Dios y sus propósitos para el mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>LA IMPORTANCIA DE TU MISIÓN</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cumplir tu misión en la tierra es una parte esencial de la gloria de Dios. La Biblia nos ofrece razones de por qué tu misión es tan importante.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tu misión es una continuación de la misión de Jesús en la tierra. Como sus seguidores, debemos continuar lo que él comenzó- Jesús nos llamó no sólo a venir a Él sino a ir por Él. Tu misión es tan importante que Jesús la repitió cinco veces, de cinco maneras realmente diferentes, en cinco libros diferentes en la Biblia. Es como si dijera: “¡Realmente quiero que hagas esto!” Estudia esas cinco comisiones de Jesús y aprenderás los detalles de tu misión en la tierra, cuándo, dónde, por qué y cómo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En la Gran Comisión Jesús dijo: “Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. Esta comisión fue asignada a cada seguidor de Cristo, no a pastores o a misioneros solamente, esta es tu comisión de parte del Señor y no es optativa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estas palabras de Jesús no fueron la Gran Sugerencia. Si eres parte de la familia de Dios tu misión es obligatoria y si la ignoras eres desobediente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Puede que hayas estado inconsciente de que Dios te da una responsabilidad con los no creyentes que te rodean. La Biblia dice: “Si tú no le hablas al malvado ni le haces ver su mala conducta, para que siga viviendo, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte”. Quizás tú eres el único cristiano que esas personas conozcan y tu misión es hablarles de Jesús.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu misión es un privilegio maravilloso. Aunque es una gran responsabilidad también es un honor increíble ser usado por Dios. Pablo dijo: “Dios nos ha dado el privilegio de motivar a cada uno a venir hacia su favor y ser reconciliados en Él”. Ti misión involucra dos grandes privilegios: trabajar con Dios y representarlo. Estamos asociados con Él en la construcción de su reino. Pablo nos llamó “colaboradores” y dijo: “Estamos trabajando juntos con Dios”.</div>
<div style="text-align: justify;">
Jesús nos aseguró nuestra salvación, nos puso en su familia, nos dio su Espíritu y nos hizo sus agentes en el mundo. ¡Qué privilegio! La Biblia dice: “Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: “En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios””.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decirle a otros cómo pueden obtener la vida eterna es lo mejor que puedes hacer por ellos. Si tu vecino tiene cáncer o SIDA y sabes cuál es la cura, sería un crimen que retuvieras esa información que le salvaría la vida. Peor aún es mantener en secreto el camino del perdón, el propósito, la paz y la vida eterna. Tenemos las buenas nuevas y compartirlas es el acto de bondad más grande que puedes mostrarle a cualquiera. Uno de los problemas en la vida de los cristianos es que se olvidan cómo se sentían: sin esperanzas y sin Cristo. Debemos recordar que no importa cuán contentas o exitosas aparenten ser las personas, sin Cristo están perdidos y listos para la separación eterna de dios. La Biblia dice: “Jesús es el único que puede salvar a las personas”. todos necesitamos a Jesús.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu misión tiene un significado eterno. Esto impactará el destino eterno de otras personas, así que es más importante que cualquier trabajo, logro o meta que encontrarás durante tu vida en la tierra. Las consecuencias de tu misión son para siempre; las de tu trabajo no. Ninguna otra cosa podrás hacer que importe tanto como ayudar a las personas a establecer una relación con Dios. Esta es la urgencia de nuestra misión. Jesús dijo: “Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar”. El reloj está marcando la hora en tu vida misionera; así que no demores. ¡Inicia tu misión de alcanzar a otros ya! Tendremos toda la eternidad para celebrar con los que llevemos a Jesús, pero tenemos el tiempo contado para alcanzarlos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esto no significa que debes dejar tu trabajo y comenzar a ser un evangelista a tiempo completo. Dios quiere que compartas las buenas nuevas donde estés. Como estudiante, madre, maestra de preescolar, vendedor, gerente o cualquier actividad que hagas debes seguir mirando continuamente por las personas que Dios pone en tu camino para que puedas difundir el evangelio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tu misión da significado a tu vida. William James dijo: “El mejor uso de la vida es emplearla en algo que sobreviva”. La verdad es que sólo el reino de Dios perdurará, todo lo demás finalmente desaparecerá. Por eso debemos vivir con propósitos que regulen vidas, vidas comprometidas con la adoración, el compañerismo, el crecimiento espiritual, los ministerios y el cumplimiento de nuestra misión en la tierra. ¡Los resultados de esas actividades son para siempre!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si fallas en cumplir la misión que Dios te asignó en la tierra, entonces has desperdiciado la vida que Dios te dio. Pablo dice: “Mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. Aunque hay muchas personas en este planeta, sólo tú o lo que Dios ha hecho por medio de medio de ti podrá alcanzar a quienes viven cerca de ti. Si sólo una persona va al cielo por tu causa, tu vida habrá hecho una diferencia por la eternidad. Comienza a observar alrededor de tu campo misionero particular y ora: “Dios, ¿A quién has puesto en mi vida para que le hable de Jesús?”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La conclusión del tiempo de Dios en la historia está vinculada con la terminación de nuestra comisión. Hoy existe un interés creciente en la Segunda Venida de Cristo y el fin del mundo. ¿Cuándo ocurrirá? Poco antes de que Jesús ascendiera al cielo los discípulos le hicieron la misma pregunta, y Él respondió lo que era bastante obvio. Les dijo: “No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre. Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando los discípulos quisieron hablar de profecía, Jesús rápidamente cambió la conversación a evangelismo. Él quería que se concentraran en su misión en el mundo. Así que les dijo en esencia: “Los detalles de mi regreso no son de su incumbencia. Lo que les incumbe es la misión que les he dado. ¡Enfóquense en eso!”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Especular sobre el cronometraje exacto del regreso de Cristo es en vano, porque Jesús dijo: “Nadie conoce el día y la hora, ni aun los ángeles en el cielo, ni el Hijo sino sólo el Padre”. Dado que Jesús afirmó que no conocía el día ni la hora, ¿por qué tratas de imaginarla? Lo que hay que saber es que Jesús no vendrá hasta que cada una de las personas que Dios quiere que oigan las buenas nuevas las hayan oído. Jesús dijo: “Las buenas nuevas acerca del reino de Dios serán predicadas en todo el mundo, a cada nación. Entonces el fin vendrá”. Si quieres que Jesús vuelva pronto, enfócate en cumplir tu misión y no en la profecía. Es fácil distraerte y apartarte de tu misión, porque Satanás prefiere que hagas cualquier cosa en lugar de compartir tu fe. Él dejará que pierdas tiempo en todo tipo de cosas, aun buenas, de manera que no tomes a ninguno contigo para llevarlo al cielo. Pero en el momento en que tomes en serio tu misión, espera que el diablo vierta contra ti todo tipo de distracciones y artimañas. Cuando esto suceda, recuerda las palabras de Jesús: “Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>EL COSTO DE CUMPLIR TU MISIÓN</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para cumplir tu misión debes abandonar tus planes y aceptar los de Dios para tu vida. No sólo puedes “añadirlas” a todas las cosas que te gusta hacer con tu vida, debes decir como Jesús: “Padre... Yo quiero tu voluntad, no la mía”. rinde tus derechos, expectativas, sueños, planes y ambiciones para Él. Deja de invocar oraciones egoístas como: “Dios, bendice lo que quiero hacer”. Ora así: “¡Dios, ayúdame a hacer lo que tú bendices!” Dale un papel en blanco a Dios con tu nombre firmado al final, y dile que te escriba los detalles. La Biblia dice: “Ofrézcanse completamente a Dios, cada parte de ustedes... para que sean herramientas en las manos de Dios, y sean usados para sus buenos propósitos”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si te comprometes a cumplir tu misión en la vida sin importar el costo, experimentarás la bendición de Dios en maneras que pocas personas en toda su vida han disfrutado. No hay casi nada que Dios no haría por un hombre o una mujer comprometidos a servir en el reino de Dios. Jesús prometió: “(Dios) te dará todo lo que necesitas día a día si vives para Él y haces del reino de Dios tu interés primordial”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>UNO MÁS PARA CRISTO</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Mi padre fue ministro por más de cincuenta años, sirviendo la mayoría del tiempo en pequeñas iglesias rurales. Era un simple predicador, pero era un hombre con una misión. Su actividad favorita era llevar equipos de voluntarios al extranjero para construirles templos a congregaciones pequeñas. En el transcurso de su vida, mi papá construyó más de ciento cincuenta iglesias alrededor del mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En 1999 mi padre murió de cáncer. La última semana de su vida la enfermedad lo mantuvo despierto en un estado parcialmente consciente cerca de veinticuatro horas al día. Como soñaba, hablaba en voz alta lo que había visto. Sentado a su lado, aprendí mucho acerca de él con sólo oír sus sueños. Él revivió cada uno de los proyectos de construcción de las iglesias que llevó a cabo, uno tras otro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una noche cercana a su final, mientras mi esposa, mi sobrina y yo estábamos a su lado, de repente papá comenzó a moverse y a tratar de salir de la cama. Por supuesto, estaba muy débil y mi esposa insistió en que debía quedarse acostado. Pero él persistía en tratar de levantarse de la cama, así que mi esposa finalmente le preguntó: “Jimmy, ¿Qué estás tratando de hacer?” Él comentó: “¡Voy a salvar a uno más para Cristo!” “¡Voy a salvar uno más para Cristo!”, “¡Voy a salvar uno más para Cristo!” Y comenzó a repetir la frase una y otra vez.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante una hora, pronunció la frase tal vez unas cien veces. “¡Voy a salvar otro más para Jesús!” Yo estaba sentado en su cama con lágrimas en mis mejillas, bajé mi cabeza para darle gracias a Dios por la fe de mi padre. En aquel momento papá me tocó y puso su mano frágil en mi cabeza y dijo, como una orden: “¡Salva a uno más para Jesús! ¡Salva a uno más para Cristo!”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"></span></div>
<span style="background-color: white;">
</span></span><span style="background-color: white;"><br /></span>
<span style="background-color: white;"></span><br />
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Dios está trabajando en el mundo, quiere que te unas a Él. Esto es lo que él llama tu misión. Dios quiere que te tengas un ministerio en el cuerpo de Cristo y una misión en el mundo. </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quiero hacer de esto el tema del resto de mi vida. Así que te invito a considerarlo como algo especial para tu vida, porque nada hará mayor diferencia en la eternidad. Si quieres ser usado por Dios, debes tener cuidado de lo que Dios cuida, y lo que Él más atiende es la redención de las personas que hizo. ¡Él quiere hallar a sus hijos perdidos! Nada le importa más; la cruz lo comprueba. Oro que siempre veas dónde puedes alcanzar a “uno más para Cristo” de modo que cuando estés delante de Dios, un día, puedas decir: “¡Misión cumplida!”</span></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>DÍA TREINTA Y SEIS</b></span></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><b style="font-family: Verdana, sans-serif;">PENSANDO EN MI PROPÓSITO</b></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><b style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></b></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: Fui hecho para una misión.</span></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:19-20 (NVI).</span></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Qué temores me detienen para cumplir la misión de Dios y poder terminarla? ¿qué me detiene para hablarles a otros de las buenas nuevas?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-40121375586491611152015-02-22T05:30:00.000-04:302015-02-22T05:30:01.825-04:30Día 35. El poder de Dios en tu debilidad.<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El poder de Dios en tu debilidad</span></b></span><br />
<span style="background-color: white;"><i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></span>
<span style="background-color: white;"><i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><i>viviremos con Cristo para servirlos a ustedes.</i></i></span></span></div>
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>
</i></span></span>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">2º Corintios 13:4 (NVI)</span></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<i><div style="text-align: center;">
<i>“Yo estoy contigo; eso es todo lo que necesitas.</i></div>
</i><i><div style="text-align: center;">
<i>Mi poder se muestra mejor en los débiles”.</i></div>
</i></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">2º Corintios 12:9 (BAD)</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A Dios le encanta usar a los débiles.</span></b></span></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
</span>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;"><b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></b></span></div>
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Dios tiene una perspectiva diferente de tus debilidades. Él dijo: ”Mis pensamientos y mis caminos son más altos que los tuyos”, de modo que a menudo actúa en maneras exactamente opuestas a lo que esperamos. Pensamos que Dios sólo quiere usar nuestras fortalezas, pero también quiere usar nuestras debilidades para su gloria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
La Biblia dice: “Dios escogió lo débil... del mundo para avergonzar a los poderosos”. Tus debilidades no son un accidente. Dios deliberadamente las permitió en tu vida con el propósito de demostrar su poder a través de ti.</div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
A Dios nunca le impresionó la fuerza ni la autosuficiencia. De hecho, Él es atraído a los débiles que admitan serlo. Jesús consideró el reconocimiento de nuestras necesidades como un atributo de los ”pobres de espíritu”. Esta actitud es la que Él bendice.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
La Biblia está llena de ejemplos de cómo Dios ama y usa a los imperfectos, a las personas ordinarias para hacer cosas extraordinarias a pesar de sus debilidades. Si Dios usara sólo personas perfectas, nada sería hecho, porque ninguno de nosotros es perfecto. Que Dios use a los imperfectos es muy alentador para todos nosotros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Una debilidad, o “aguijón” como Pablo lo llamó, no es un pecado ni vicio ni un defecto de carácter que puedas cambiar, como la gula o la impaciencia. Una debilidad es cualquier limitación que tengas o heredaste y no tienes poder para cambiarla. Puede ser una limitación física, como la minusvalía, una enfermedad crónica, poca energía o una incapacidad. Puede ser una limitación emocional, como un trauma, un recuerdo injurioso, una personalidad excéntrica o una disposición hereditaria. O puede ser un talento o limitación intelectual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<b>No todos somos superinteligentes o talentosos.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Cuando piensas en las limitaciones de tu vida, puedes ser tentado a concluir: “Dios nunca podría usarme”. Pero a Dios no lo detienen nuestras limitaciones. De hecho, Él disfruta poner su poder en envases comunes. La Biblia dice: “Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de dios y no de nosotros”. Igual que la artesanía común, somos frágiles, defectuosos y fáciles de quebrar. Pero Dios nos usará si le permitimos trabajar por medio de nuestras debilidades. Para que esto ocurra debemos seguir el modelo de Pablo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Reconoce tus debilidades. Admite tus imperfecciones. Deja de pretender que tienes todo bajo control y sé honesto contigo mismo. en vez de vivir negando o dando excusas, toma tiempo para identificar tus debilidades personales. Puedes hacer una lista de ellas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Dos grandes confesiones en el Nuevo Testamento ilustran lo que necesitamos para vivir saludablemente. La primera fue de Pedro, que le dijo a Jesús: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. La segunda fue de Pablo, que le dijo a la multitud idólatra: “Sólo somos seres humanos iguales a ustedes”. Si quieres que Dios te use, debes conocer quién es Dios y quién eres tú. Muchos cristianos, sobre todo líderes, olvidan la segunda verdad: ¡Sólo somos humanos! Si necesitas una crisis para reconocerlo, Dios no vacilará en concedértela, porque te ama.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Alégrate con tus debilidades. Pablo dijo: “Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí. Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil”. Al principio esto no tiene sentido; aspiramos a ser libres de nuestras debilidades, ¡pero nos alegramos con ellas! Sin embargo, el contentamiento es una expresión de fe en la bondad de Dios. Eso dice: “Dios, creo que me amas y sabes lo que es mejor para mí”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Pablo da muchas razones para alegrarnos con nuestras debilidades. Primero, nos hace depender más de Dios. El apóstol, refiriéndose a su propia debilidad que Dios no quiso quitarle, dijo: “Yo estoy feliz plenamente con “mi aguijón”... porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Cuando te sientas débil, Dios te estará recordando que dependes de Él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Nuestras debilidades también previenen la arrogancia. Mantienen tu humildad. Pablo dijo: “Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones, una espina me fue clavada en el cuerpo... para que me atormentara”. A menudo Dios nos conecta a una debilidad o una fortaleza mayor para mantener nuestro ego controlado. Una limitación puede actuar como un regulador que nos previene de no ir muy rápido y adelantarnos a Dios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Cuando Gedeón reclutó un ejército de 32.000 soldados para pelear contra los madianitas, Dios lo redujo a 300 hombres, estableciendo una desigualdad de 450 a 1, ya que fueron a pelear contra 135.000 de las tropas enemigas. Esto pareció una fórmula para el desastre, sin embargo Dios lo hizo para que Israel reconociera que no fue por sus propias fuerzas sino por el poder de Dios que se salvaron.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Nuestras debilidades también nos animan al compañerismo entre los creyentes. Mientras la fuerza cultiva un espíritu independiente (“Yo no necesito de nadie”), nuestras limitaciones muestran cuánto nos necesitamos unos a otros. Cuando tejemos las trenzas débiles de nuestras vidas, una soga muy fuerte se crea. Vance Havner dijo con sarcasmo: “Los cristianos, igual que los copos de nieve, son frágiles; pero cuando se unen pueden parar el tráfico”.</div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
La mayoría de todas nuestras debilidades aumenta nuestra sensibilidad relacional y ministerial. Estamos muy lejos de ser misericordiosos y considerados con las debilidades de otros. Dios quiere que tengas un ministerio parecido al de Cristo en la tierra. Eso quiere decir que otras personas van a encontrar sanidad en tus heridas. Tus grandes mensajes de la vida y tu ministerio más eficaz surgirá de tus heridas más profundas. Las cosas que más te apenan, las que más te avergüenzan, y las que menos quieras compartir, son las herramientas que Dios puede usar con más poder para sanar a otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
El gran misionero Hudson Taylor declaró: “Todos los gigantes de Dios fueron personas débiles”. La debilidad de Moisés era su temperamento. Le condujo a matar a un egipcio, golpear la roca cuando se suponía que debía hablarle, y a romper las tablas de los Diez Mandamientos. No obstante, Dios transformó a Moisés en “el hombre más humilde de la tierra”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
La debilidad de Gedeón era su baja autoestima y una inseguridad profunda, sin embargo, Dios lo transformó en “un hombre poderoso y de valor”.</div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
La debilidad de Abraham era el temor. No una, sino dos veces, para protegerse, dijo que su esposa era su hermana. No obstante, Dios transformó a Abraham en “el padre de todos los que creen”. Impulsivo, de voluntad débil, Pedro se convirtió en “una roca”, David el adúltero se convirtió en “un hombre conforme a mi corazón (de Dios)”, y Juan, uno de los arrogantes “Hijos del Trueno”, se convirtió en “el apóstol del amor”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
La lista puede seguir y seguir. “Tomaría mucho tiempo recontar las historias de la fe de... Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel, y todos los profetas... sus debilidades se tornaron en fuerzas”. él quiere tomar tu debilidad más grande y transformarla.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Comparte sinceramente tus debilidades. Ministrar empieza con vulnerabilidad. Quítate la máscara y comparte todo lo que guardas, tus luchas, de manera que Dios pueda usarte en servir a otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Pablo mostró su vulnerabilidad en todas sus cartas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Expresó son sinceridad:</div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<ul>
<li>§ Sus fallas: “Cuando quiero hacer lo bueno, no lo hago, y cuando trato de no hacer lo malo, eso hago”.</li>
<li>§ Sus sentimientos: “Yo te dije todos mis sentimientos”.</li>
<li>§ Sus frustraciones: “Fuimos realmente agobiados, abrumados, y temimos que nunca podríamos volver a vivir a través de esto”.</li>
<li>§ Sus temores: “Cuando yo vine a ti, estaba débil, temeroso y estremecido”.</li>
<li>Por supuesto, la vulnerabilidad es un riesgo. Puedes tener miedo a bajar tus defensas y a abrir tu vida a otros. Cuando revelas tus fallas, tus sentimientos, tus frustraciones y tus temores te arriesgas a ser rechazado. Pero los beneficios valen la pena. La vulnerabilidad te ayuda a liberarte emocionalmente, alivia el estrés, desactiva tus temores y es el primer paso para la libertad.</li>
</ul>
</div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Sabemos que Dios “da gracia al humilde” pero muchos malinterpretan esto. La humildad no es negar tus fuerzas o ponerte por debajo de otros, es ser honestos acerca de tus debilidades. Mientras más sincero seas, más recibirás la gracia de Dios. También recibirás gracia de otros. La vulnerabilidad es una cualidad que apreciamos, somos naturalmente atraídos hacia los humildes. Las pretensiones repelen, no obstante la autenticidad atrae y la vulnerabilidad es el camino hacia la intimidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Por eso es que dios quiere usar tus debilidades, no sólo tus fortalezas. Si todo lo que la gente ve son tus fortalezas, se desalientan y piensan: “Bien, qué bueno por él o ella, pero yo nunca podré hacerlo”. Sin embargo, cuando ven a Dios usándote a pesar de tus debilidades, eso los consuela y piensan: “¡Puede ser que Dios me use!” Nuestras fortalezas crean competencias, mientras que nuestras debilidades producen comunión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
En cierto punto de tu vida debes decidir si quieres impresionar a las personas o influenciarlas. A distancia puedes impresionar a la gente, pero debes estar cerca para influir en ellas y, claro, si lo estás, es posible que vean tus defectos. Eso es bueno. La cualidad esencial para el liderazgo no es la perfección, sino la credibilidad. Las personas deberán confiar en ti o no te seguirán. ¿Cómo puedo forjar mi credibilidad? No pretendiendo ser perfecto, pero sí honesto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Gloríate en tus debilidades. Pablo dijo: “De mi no haré alarde, sino de mis debilidades”. En vez de mostrarte autosuficiente e insuperable, obsérvate a ti mismo como un trofeo de gracia. Cuando Satanás apunte a tu debilidad, acuérdate de Dios y llena tu corazón con alabanza a Jesús, que “entiende cada debilidad nuestra”, y al Espíritu Santo, que “nos ayuda en nuestra debilidad”.</div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Sin embargo, algunas veces Dios convierte una fortaleza en debilidad para usarnos aún más. Jacob era un manipulador que gastó su vida intrigando para después correr por sus consecuencias. Una noche, mientras luchaba con Dios, dijo: “No voy a dejarte hasta que me bendigas”. Dios le respondió: “Está bien”, pero entonces le agarró el muslo a Jacob y le dislocó su cadera. ¿Qué significa eso?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Dios tocó la fuerza de Jacob (el músculo del muslo es el más fuerte del cuerpo) y lo transformó en debilidad. Desde ese día en adelante, Jacob caminó cojeando de manera que nunca más pudo huir. Eso lo forzó a apoyarse en Dios quisiera o no. Si quieres que dios te bendiga y te use en gran manera, debes querer caminar cojeando el resto de tu vida porque dios usa a las personas débiles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px;">Todos tenemos debilidades. Es más, tú tienes un manojo de defectos e imperfecciones: físicos, emocionales, intelectuales y espirituales. También tienes un sin fin de circunstancias incontrolables que te debilitan, como las limitaciones financieras o relacionales. Lo más importante es qué haces con ellas. Solemos negar nuestras debilidades, las defendemos, las excusamos, las ocultamos y las resentimos. Eso le impide a Dios usarlas de la manera que desea hacerlo.</span></div>
</span><br />
<span style="background-color: white;"><br /></span>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>DÍA TREINTA Y CINCO</b></span></span></div>
<div style="line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><b style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: normal;">PENSANDO EN MI PROPÓSITO</b></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><b style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: normal;"><br /></b></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: Dios trabaja mejor si reconozco mi debilidad.</span></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”. 2º Corintios 12:9 (NVI).</span></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.915px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Estoy limitando el poder de Dios en mi vida tratando de ocultar mis debilidades? ¿En qué necesito ser honesto de manera que pueda ayudar a otros?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-8148023461421610972015-02-21T05:30:00.000-04:302015-02-21T05:30:02.485-04:30Día 34. Mentalidad de Siervo.<div style="background-color: #eeeecc; color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mentalidad de siervo</span></b></div>
<div style="background-color: #eeeecc; color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></b></div>
<div style="background-color: #eeeecc;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<i style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi siervo Caleb... ha mostrado una</i></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>actitud diferente y me ha sido fiel.</i></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="text-align: center;">
Números 14:24 (NVI)</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<i><div style="text-align: center;">
<i>La actitud de ustedes debe ser</i></div>
</i><i><div style="text-align: center;">
<i>como la de Cristo Jesús.</i></div>
</i><div style="text-align: center;">
Filipenses 2:5 (NVI)</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b>El servicio comienza en tu mente.</b></div>
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Para ser un siervo se requiere un cambio de pensamiento y de actitudes. Dios está más interesado en por qué hacemos las cosas que en lo que hacemos. Las actitudes cuentan más que los hechos. El Rey Amasías perdió el favor de Dios porque “hizo lo correcto ante los ojos del Señor; aunque no de todo corazón”. Los siervos sirven a Dios pensando en cinco actitudes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos piensan más en otros que en sí mismos. Se enfocan en los demás, no en ellos mismos. Esto es verdadera humildad, no pensar menos de, sino menos en, nosotros mismos. Se olvidan de sí mismos. Pablo dijo: “Olvídense de ustedes mismos lo suficiente para que extiendan una mano ayudadora”. Esto es lo que significa “perder tu vida”, olvidándote de ti mismo para servir a otros. Cuando dejamos de enfocarnos en nuestras propias necesidades, comenzamos a advertir las que yacen alrededor nuestro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Jesús”se despojó a sí mismo tomando forma de siervo”. ¿Cuándo fue la última vez que te olvidaste de ti mismo para beneficiar a alguien? No puedes ser siervo si estás lleno de ti mismo. Sólo cuando nos olvidamos de nosotros mismos podemos hacer cosas que merecen ser recordadas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Desafortunadamente, la mayoría de nuestro servicio a menudo es autogratificante. Servimos a otros para que les gustemos, para ser admirados o para lograr nuestras propias metas Eso es manipulación, no ministerio. Todo el tiempo lo que realmente hemos estado pensando es en nosotros mismos y en cuán nobles y maravillosos somos. Algunas personas tratan de usar el servicio como una herramienta de negociación con Dios: “Haré esto por ti Dios, si haces algo por mí”. Los verdaderos siervos no tratan de usar a Dios para sus propósitos. Dejan que Él los use para el suyo. La cualidad de olvidarse de sí mismos, al igual que la fidelidad, es extremadamente excepcional. Aparte de todas las personas que Pablo conocía, Timoteo era el único ejemplo que señalaba. Pensar como siervo es difícil porque desafía el problema básico de mi vida: Yo soy, por naturaleza, egoísta. Pienso más en mí,. Por eso es que la humildad es una lucha diaria, una lección que debo volver a aprender una y otra vez. La oportunidad de ser siervo me confronta docenas de veces al día, me dan la opción de decidir entre satisfacer mis necesidades o las de otros. La abnegación es el alma del servicio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Podemos medir nuestro corazón de siervos por la manera en que respondemos cuando otros nos tratan como siervos. ¿Cómo reaccionas cuando eres mandado por alguien o tratado como un inferior? La Biblia dice: “Si alguien toma ventajas injustas sobre ti, usa la ocasión para practicar la vida de siervo”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos piensan como mayordomos, no como dueños. Recuerdan que todo le pertenece a Dios. En la Biblia, un mayordomo era un siervo al que se le confiaba una propiedad. José fue este tipo de siervo, como prisionero, en Egipto. Potifar confió en él entregándole su casa. Después el carcelero confió en él dándole autoridad en la cárcel. Al fin de la historia, Faraón confió en él y le dio la nación entera. El servicio y la mayordomía van juntas, puesto que Dios espera de nosotros que seamos dignos de confianza en ambos aspectos. La Biblia dice: “La única cosa que se requiere para ser tales siervos es que sean fieles a su señor”. ¿Cómo estás manejando los recursos que Dios te confió?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Para comenzar a ser un verdadero siervo tienes que tomar en cuenta el tema del dinero en tu vida. Jesús dijo: “Ningún sirviente puede servir a dos patrones... no puedes servir a la vez a Dios y a las riquezas”. No dijo: “No debes”, sino No puedes”. Eso es imposible. Vivir para el ministerio y para el dinero son metas mutuamente excluyentes. ¿Cuál escogerías? Si eres un siervo de Dios no puedes trabajar para ti mismo. Todo tu tiempo le pertenece a Dios. Él insiste en una lealtad exclusiva, no fidelidad a medias.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />El dinero es el potencial mayor para reemplazar a Dios en tu vida. Más personas se alejan del servicio debido al materialismo que a cualquier otra cosa. Dicen: “Después de que cumplas mis metas financieras, voy a servir a Dios”. Esa es una decisión necia que lamentarán por la eternidad. Cuando Jesús es tu Señor el dinero te sirve, pero si el dinero es tu señor te conviertes en esclavo de él. Ciertamente la riqueza no es un pecado siempre y cuando la usemos para la gloria de Dios. Los siervos del Señor siempre están más conscientes del ministerio que del dinero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />La Biblia es muy clara: Dios usa el dinero para probar tu fidelidad como siervo. Esta es la razón por la que Jesús habló más acerca de él que del cielo o el infierno. Él dijo: “Si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas ¿quién les confiará las verdaderas?”. La manera en que usas tu dinero incide en cómo Dios puede bendecir tu vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />En el capítulo 31 mencioné dos tipos de personas: los edificadores del reino y los edificadores de riquezas. Ambos recibieron dones para hacer que el negocio crezca, haciendo tratos o ventas y obteniendo ganancias. Los edificadores de riquezas continúan acumulando más tesoros para sí mismos sin importar cuánto hacen, pero los edificadores del reino cambian las reglas del juego. Persisten en hacer dinero, pero lo hacen para regalarlo. Usan las riquezas para financiar a la iglesia y la misión de Dios en el mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />En la Iglesia Saddleback, tenemos un grupo de ejecutivos y dueños de negocios que tratan de hacer lo máximo para dar a la congregación y para expandir el reino de Dios. Así que te exhorto a que hables con tu pastor y comiences un grupo de edificadores del reino en tu iglesia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos piensan en su trabajo, no en lo que otros hacen. No comparan, critican, ni compiten con otros siervos o ministerios. Están muy ocupados haciendo el trabajo que Dios les asignó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />La competencia entre los siervos de Dios es ilógica por muchas razones: todos estamos en el mismo equipo; nuestra meta es complacer a Dios, no a nosotros mismos; tenemos diferentes tareas y todos fuimos formados con cierta singularidad. Pablo dijo: “No se comparen unos con otros, como si uno de ustedes fuera mejor o peor que el otro. Tenemos mejores cosas que hacer en nuestras vidas. Cada uno de ustedes es un original”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /><b>No hay lugar para celos mezquinos entre los siervos.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Cuando estás ocupado en servir no tienes tiempo para criticar; el tiempo que gastas en criticar a otros deberías usarlo para ministrar. Cuando Marta se quejó con Jesús de que María no la estaba ayudando con su trabajo, perdió su corazón de sierva. Los siervos verdaderos no se quejan de las injusticias, no viven lamentándose ni se resienten con quienes no están sirviendo. Sólo confían en Dios y se mantienen sirviendo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />No es nuestro trabajo evaluar a otros siervos del Señor. La Biblia dice: “¿Quién eres tú para criticar al siervo de otro? El Señor decidirá si su siervo ha hecho lo correcto”. Tampoco es nuestro trabajo defendernos de la crítica, deja que tu Señor lidie con eso. Sigue el ejemplo de Moisés, que mostró una verdadera humildad ante sus opositores; como Nehemías, cuya respuesta a las críticas fue simple: “Estoy ocupado... Si bajara yo a reunirme con ustedes la obra se vería interrumpida”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Si sirves como Jesús, puedes esperar ser criticado. El mundo, aun las iglesias, no entienden lo que Dios valora en el servicio. Uno de los actos más hermosos de amor mostrado por Jesús fue criticado por sus discípulos. María tomó lo más valioso que tenía, un perfume costoso, y lo vertió sobre Jesús. A tan espléndido servicio los discípulos lo llamaron “derroche”, sin embargo, Jesús lo llamó “una obra hermosa” y eso es lo que importa. Tu servicio por Cristo nunca es considerado como pérdida aunque otros lo digan.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos basan su identidad en Cristo. Dado que ellos recuerdan que fueron amados y aceptados por gracia, los siervos no tienen que probar su mérito. Voluntariamente aceptan tareas que otras personas, inseguras, consideran “inferiores”. Uno de los ejemplos más conmovedores de servicio es la imagen misma que Jesús muestra cuando les lava los pies a sus discípulos. Esto era equivalente a lo que hoy es un lustrador de calzado, un trabajo sin prestigio. Sin embargo, Jesús sabía quién era él, de manera que la tarea no amenazaba su propia imagen. La Biblia dice: “Jesús sabía que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía; así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Si piensas ser un siervo debes tener muy definida tu identidad en Cristo. Sólo las personas seguras pueden servir; las inseguras siempre se preocupan de cómo pueden ser vistos por los demás. Temen manifestar sus debilidades y ocultan, bajo mantos protectores, su orgullo y pretensión. Mientras más inseguro seas, más quieres que te sirvan y más necesitarás aprobación.<br />Henri Nouwen dijo: “Para que seamos un servicio a otros, debemos morir por ellos; eso significa que tenemos que dejar de medir nuestros significados y valores con la vara de medir de otros... entonces comenzaremos a ser libres para ser misericordiosos”. Cuando basas tu valor y tu identidad en tu relación con Cristo, te liberas de las expectativas de otros, y eso permite servir con lo mejor de ti.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos no nece</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">sitan cubrir sus paredes con placas y premios para avalar su trabajo. No les interesa que se dirijan a ellos con títulos, ni les gusta cubrirse con ínfulas de superioridad. Los siervos hallan que los símbolos de estatus son innecesarios y no miden su valor por sus logros. Pablo dijo: “Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo sino aquel a quien recomienda el Señor”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si alguien tuvo oportunidad de ser ostentoso debido a sus conexiones y “personajes relacionados”, fue Santiago, el medio hermano de Jesús. Él tuvo las credenciales de crecer con Jesús como su hermano. Sin embargo, en la introducción de su carta, simplemente se refiere a sí mismo como “siervo de Dios y del Señor Jesucristo”. Mientras más te acerques a Jesús, menos necesitarás promocionarte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos piensan en el ministerio como una oportunidad, no como obligación. Disfrutan ayudando a la gente, supliendo sus necesidades y realizando su ministerio. “Sirven al Señor con regocijo”. ¿Por qué lo hacen con regocijo? Porque aman al Señor y están agradecidos por su favor; saben que servir es el mejor uso que pueden darle a su vida y que Dios ha prometido recompensarlos. Jesús dijo: “A quien me sirva, mi Padre lo honrará”. Pablo, por su parte, afirmó: “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Imagínate qué pasaría si sólo el diez por ciento de los cristianos en el mundo tomara en serio su rol como siervo. Imagínate todo lo bueno que podría hacerse. ¿Estarías dispuesto a ser una de esas personas? No importa la edad que tengas, Dios te usará si comienzas a actuar y pensar como un siervo. Albert Schweitzer dijo: “Las únicas personas realmente felices son aquellas que han aprendido a servir”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /><b>DÍA TREINTA Y CUATRO<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><br /></b></span></div>
<br />
<div style="background-color: #eeeecc; color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: Para ser siervo debo pensar como siervo.</span></div>
<div style="background-color: #eeeecc; color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús”. Filipenses 2:5 (NVI).</span></div>
<div style="background-color: #eeeecc; color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Me preocupo más por ser servido que por servir a otros?</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-64904686925779526942015-02-20T05:30:00.000-04:302015-02-20T05:30:07.274-04:30Día 33 Cómo actúan los verdaderos siervos<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cómo actúan los verdaderos siervos.</span></b></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<i style="font-family: Verdana, sans-serif;">“Quien quiera ser grande deberá</i></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>convertirse en un siervo”.</i></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="text-align: center;">
Marcos 10:43 (PAR)</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<i><div style="text-align: center;">
<i>“Pueden decir qué ellos son por lo que hacen”.</i></div>
</i><div style="text-align: center;">
Mateo 7:16 (PAR).</div>
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Servimos a Dios sirviendo a los demás.</span></b></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />El mundo define la grandeza en términos de poder, posesiones, prestigio y posición. Si puedes exigirle a otro que te sirva, alcanzaste esa posición. En nuestra cultura autogratificante, con su mentalidad de primero yo, comportarse como un siervo no es un concepto popular.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Sin embargo, Jesús midió la grandeza en términos de servicio y no de estatus. Dios determina tu grandeza por el número de personas a las que sirves, no por las que están a tu servicio. Esto es contrario al concepto de grandeza mundano, que a nosotros nos cuesta entender, mucho menos practicar. Los discípulos discutieron acerca de quién merecía la posición más prominente; dos mil años después, los líderes cristianos todavía se disputan la posición y prominencia en las iglesias, denominaciones y ministerios paraeclesiásticos.<br />Miles de libros son escritos para el liderazgo, pero pocos para el servicio. Todo el mundo quiere dirigir, nadie quiere ser siervo. Preferimos ser generales que soldados. Aun así los cristianos quieren ser “líderes siervos” y no unos simples siervos. Pero para ser igual que Jesús debemos ser siervos. Así fue como él se llamó a sí mismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Es importante que conozcas tu forma para que sirvas a Dios, pero es mucho más relevante si tienes corazón de siervo, seas egocéntrico. Sin un corazón de siervo serás tentado al mal uso de tu forma por interés personal. También serás tentados a usar eso como una excusa para disculparte del compromiso de algunas necesidades.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />A menudo Dios prueba nuestros corazones al pedirnos que lo sirvamos en ciertas maneras, para las que no fuimos formado. Si ves a un hombre caer dentro de una zanja, Dios espera que lo ayudes a salir y no digas: “Yo no tengo el don de misericordia o el don de servicio”. Aunque no seas dotado para una tarea en particular, podrás ser llamado para hacerla si no hay ningún dotado cerca. Tu ministerio primordial debe ser en el área para la cual fuiste formado, pero tu servicio secundario se lleva a cabo dondequiera que se te necesite en el momento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Tu F.O.R.M.A. revela tu ministerio, pero tu corazón de siervo muestra tu madurez. No se necesita un talento o don para recoger la basura o arreglar las sillas después de una reunión, cualquiera puede ser siervo. Todo lo que se necesita es carácter.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Es posible servir en una iglesia toda una vida sin nunca ser un siervo. Debes tener un corazón de siervo. ¿Cómo puedo saber si tengo un corazón de siervo? Jesús dijo: “Tú puedes decir lo que ellos son por lo que hacen”.<br />Los siervos verdaderos siempre están disponibles para servir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos no ocupan su tiempo en actividades que puedan limitar su disponibilidad. Los siervos quieren estar listos para servir tan pronto sean necesitados. Igual que un soldado, el siervo debe estar lista para cumplir con sus deberes: “Ningún soldado en servicio activo se enreda en los asuntos de la vida civil, porque tiene que agradar a su superior”. Si sólo sirves cuando te conviene, entonces no eres un verdadero siervo. Los siervos verdaderos hacen lo que se necesita aunque no les convenga.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />¿Estás disponible para Dios en cualquier tiempo? ¿Puede Dios deshacer tus planes sin que comiences a resentirte? Como siervo no eliges ni escoges cuándo o dónde servir. Ser un siervo significa darle a Dios el derecho de controlar tu horario y permitirle que lo interrumpa en cualquier momento que lo necesite.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Si recordaras al comienzo de cada día que eres un siervo de Dios, las interrupciones no deberían frustrarte porque tu agenda será la que Dios quiera para tu vida. Los siervos ven las interrupciones como citas divinas para el ministerio y son felices por la oportunidad de practicar el servicio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos verdaderos prestan atención a las necesidades. Los siervos siempre están mirando las maneras de ayudar a otros. Cuando ven la necesidad, no dejan escapar la oportunidad, tal como la Biblia nos manda: “En cualquier oportunidad que tengamos, debemos hacer lo que es bueno para todos, especialmente para la familia de los creyentes”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Cuando Dios pone a alguien en necesidad frente a ti, te está dando la oportunidad de crecer en el servicio. Observa que Dios dice que las necesidades de tu familia en la fe tienen preferencia, de manera que no las pongas al final de tu lista de “cosas por hacer”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Perdemos muchas ocasiones de servir porque carecemos de sensibilidad y espontaneidad. Las grandes oportunidades para servir no duran mucho, pasan rápidamente, y casi nunca vuelven. Quizá sólo tengas una oportunidad para servir a esa persona, así que aprovecha el momento. “Nunca les digas a tus vecinos que esperen hasta mañana si puedes ayudarlos ahora”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />John Wesley era un increíble siervo de Dios. Su proverbio era: “Haz todo lo bueno que puedas, con todos los medios que puedas, en todas las maneras que puedas, en todos los lugares que puedas, en todos los tiempos que puedas, a todas las personas que puedas, cada vez que puedas”. Eso es grandioso. Puedes comenzar viendo las pequeñas tareas que ningún otro quiere hacer. Haz esas pequeñas cosas como si fueran grandes porque Dios está observando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos verdaderos hacen lo mejor con lo que tienen. Los siervos no tienen excusas, ni postergan ni esperan mejores circunstancias. Nunca dicen: “Uno de estos días” o “Cuando el tiempo sea adecuado”. Sólo hacen lo que se requiere. La Biblia dice: “Si esperas por condiciones perfectas, nunca lograrás nada”. Dios espera que hagas lo que puedas con lo que tienes, dondequiera que estés. Servir sin llegar a la perfección es mejor que la más perfecta intención.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Una de las razones por las que muchas personas nunca sirven es porque temen no ser lo suficientemente buenos para servir. Creen la mentira de que le servicio a Dios es sólo para celebridades.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Algunas de las iglesias han fomentado este mito calificando de “excelente” a un ídolo, lo que hace que muchas personas con talentos rehúsen involucrarse.<br />Puedes haber oído decir esto: “Si no puedes hacerlo con excelencia, mejor no lo hagas”. ¡Bueno, Jesús nunca dijo eso! La verdad es que, casi todo lo que hacemos es hecho deficientemente cuando empezamos a hacerlo, así es como aprendemos. En la Iglesia Saddleback practicamos el principio “lo suficientemente bueno”; no tiene que ser perfecto para que Dios lo use y lo bendiga. Preferimos involucrar a miles de personas comunes y corrientes, que tener una iglesia perfecta dirigida por un grupo selecto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos verdaderos cumplen sus tareas con la misma dedicación. Cualquier cosa que hagan, “la hacen con todo su corazón”. el tamaño de la tarea es irrelevante. El punto en cuestión es: “se necesita hacer esto?<br />Nunca llegarás a un estado en la vida en el que seas demasiado importante para ayudar con tareas serviles. Dios nunca te exime de lo mundano. Es parte vital de la formación de tu carácter. La Biblia dice: “Si piensas que eres demasiado importante para ayudar a alguien en necesidad, te engañas a ti mismo. realmente no eres nadie”. Es en estos pequeños servicios que crecemos para parecernos a Cristo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Jesús se especializó en tareas humillantes que otros evadían: lavar los pies, ayudar a los niños, preparar el desayuno y servir a los leprosos. Él nunca se consideró por encima de nada, porque vino a servir. Él hizo todas estas cosas y no fueron molestia para su grandeza, lo hizo porque quiere que sigamos su ejemplo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Las tareas pequeñas a menudo muestran un gran corazón. Tu corazón de siervo se revela en hechos pequeños que otros no piensan hacer, como cuando Pablo juntó la madera para hacer una fogata y calentar a todos después del naufragio. Estaba tan exhausto como todos, sin embargo hizo lo que los demás necesitaban. Ninguna tarea te molesta cuando tienes un corazón de siervo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Las grandes oportunidades a menudo se disimulan en pequeñas tareas; las cosas pequeñas en la vida determinan las grandes. No busques hacer grandes tareas para Dios, haz las que te ponga por delante y Él te asignará cualquiera que quiera que hagas. Antes de intentar cosas extraordinarias, trata con las ordinarias.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Siempre habrá más gente queriendo hacer “grandes” cosas para Dios que cosas pequeñas. La carrera para ser líder está abarrotada mientras que el campo para quienes quieren ser siervos es amplio y abierto. A veces sirves hacia arriba a su superiores, y a veces sirves hacia abajo, a aquellos en necesidad. De cualquier manera, desarrollas un corazón de siervo cuando anhelas hacer cualquier cosa que se necesite.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Los siervos verdaderos son fieles a su ministerio. Los siervos terminan sus tareas, cumplen con sus responsabilidades, mantienen sus promesas y completan sus compromisos. No dejan el trabajo a medias ni lo abandonan cuando se desaniman; son dignos de confianza y responsables.<br />La fidelidad siempre ha sido una cualidad excepcional.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />La mayoría de las personas no conoce el significado del compromiso. Se comprometen casualmente pero luego incumplen por cualquier razón y sin ninguna duda, remordimiento o lamento. Cada semana, las iglesias y muchas organizaciones deben improvisar debido a que los voluntarios nunca se prepararon o nunca llegaron o nunca llamaron para decir que no podrían asistir. ¿Puedes contar con otros? ¿Tienes promesas, votos que cumplir, o compromisos que necesitas honrar? Esta es una prueba. Dios prueba tu fidelidad. Si pasas el examen estás en buena compañía: Abraham, Moisés, Samuel, David, Daniel, Timoteo y Pablo fueron llamados siervos fieles de Dios. Aún mejor, Dios ha prometido recompensar tu fidelidad en la eternidad. Imagínate lo que sentirás cuando Él te diga: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu Señor”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Por otra parte, los siervos nunca se retiran. Sirven fielmente tanto como vivan. Puedes jubilarte de tu carrera, pero nunca del servicio a Dios.<br />Los siervos verdaderos mantienen un bajo perfil. Los siervos no se promueven ni llaman la atención sobre sí mismos. En vez de actuar para impresionar y resaltar su éxito, “se ponen el delantal de humildad para servirse unos a otros”. Si se les reconoce por su servicio, humildemente lo aceptan, pero no permiten que la notoriedad los distraiga de sus trabajos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Pablo expuso un tipo de servicio que parece ser espiritual pero realmente es puesto en su sitio, para mostrar un hecho que llama la atención. Él lo llamó”servir al ojo”, para referirse a los que sirven con la intención de impresionar a las personas para que vean cuán espirituales son. Este era el pecado de los fariseos, que ayudaban a otros, daban y siempre oraba unos por otros en actos públicos. Jesús condena esa actitud y advierte: “Cuando hagas buenas obras, no trates de vanagloriarte. Si lo haces, no recibirás recompensa de tu Padre en el cielo”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />La autopromoción y el servicio no se mezclan. Los siervos verdaderos no sirven para ser aprobados o aplaudidos; viven para una sola audiencia: Dios. Como dijo Pablo: “Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo”.<br />No encontrarás muchos siervos verdaderos expuestos a la luz, de hecho, lo niegan si es posible. Se contentan sirviendo en silencio bajo las sombras. José es un gran ejemplo. Nunca llamó la atención a sí mismo, sino que en silencio sirvió a Potifar, a su carcelero, al copero y al panadero del Faraón, y Dios lo bendijo por esa actitud. Cuando el Faraón lo promovió a una posición importante, José todavía mantuvo un corazón de siervo, aun con sus hermanos, que lo traicionaron.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Desafortunadamente, muchos líderes de hoy empiezan como siervos y terminan como celebridades. Empiezan a convertirse en adictos a la atención, inconscientes de que eso siempre los ciega. Puedes servir en la oscuridad en algún pequeño lugar, sentirte desconocido y sin aprecio. Pero escucha: ¡Dios te ha puesto donde estás para cumplir con su propósito! Él tiene cada cabello de tu cabeza contado y conoce tu dirección. Mejor es que estés donde él te puso hasta que decida moverte. Él te hará saber si quiere que vayas a alguna parte. Tu ministerio pertenece al reino de Dios. “Cuando Cristo... venga otra vez a la tierra, tú vendrás también, el yo real, el yo glorioso. Mientras tanto, sé feliz en no ser reconocido”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />Hay más de 750 personas en el “Salón de la Fama” en Estados Unidos y más de 450 publicaciones de “Quién es Quién”, sin embargo, no encontrarás muchos siervos verdaderos en esos lugares. La notoriedad no es importante para los verdaderos siervos porque ellos conocen las diferencias entre prominencia y significación. Tú tienes varios rasgos prominentes en tu cuerpo sin los cuales podrías vivir. Pero las partes ocultas de tu cuerpo son las indispensables. Lo mismo pasa con el cuerpo de Cristo. El servicio más importante es a menudo el que no se ve.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />En el cielo Dios dará clara recompensa a varios de sus siervos más oscuros y desconocidos, personas a las que nunca oímos en la tierra, que enseñaron a niños trastornados emocionalmente, asearon a un anciano incontinente, cuidaron pacientes con SIDA, y sirvieron en miles de maneras inadvertidas.<br />Sabiendo esto, no te desanimes cuando tu servicio pase inadvertido o dado por hecho. ¡Mantente sirviendo a Dios! “Entréguense al trabajo de su Señor, confiados que nada de lo que hagan para Él es un tiempo o esfuerzo perdido”. aun el más pequeño de los servicios es observado por Dios; Él lo recompensará. Recuerda las palabras de Jesús: “Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /><b>DÍA TREINTA Y TRES<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><br /></b></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Punto de reflexión: Sirvo a Dios cuando sirvo a otros.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Versículo para recordar: “Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguido mío, les aseguro que tendrá su premio”. Mateo 10:42 (DHH).</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.91499900817871px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Cuáles de las seis características de los siervos verdaderos me desafían más?</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-88297483036377530392015-02-19T05:30:00.000-04:302015-02-19T05:30:07.824-04:30 Día 32. Usa lo que Dios te ha dado.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 32.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>Usa lo que Dios te ha dado.</b></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>Por cuanto nosotros mismos hemos sido moldeados en</i></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>todas estas partes, excelentemente formadas y operando</i></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>maravillosamente, en el cuerpo de Cristo, sigamos adelante</i></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>y seamos aquello para lo que fuimos creados.</i></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i></i>Romanos 12:5 (PAR)</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>Lo que res es el don de Dios para ti; lo que haces contigo</i></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>mismo es el don tuyo para Dios.</i></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i></i>Proverbio danés.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>Dios merece lo mejor de ti.</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Él
nos formó con un propósito, y espera que explotes al máximo lo que te
ha dado. Él no quiere que envidies ni te preocupes de las habilidades
que no posees, sino que te enfoques y uses los talentos que te ha dado.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cuando
intentes servir a Dios de maneras para las que no estás formado, es
como meter un cubo a la fuerza dentro de un círculo, es frustrante y
produce resultados limitados. También es una pérdida de tu tiempo, de tu
talento y de tu energía. La mejor manera de vivir tu vida es sirviendo a
Dios de acuerdo a tu FORMA, para o cual debes descubrir tus dones,
aprender a aceptarlos y a disfrutarlos de modo que puedas desarrollarlos
a su máxima expresión.<br /><br /><b>DESCUBRE TU FORMA</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Biblia dice: “No
actúes desconsideradamente, sino trata de encontrar y hacer lo que sea
que el Señor quiere que hagas”.. No dejes que otro día se te vaya.
Comienza a encontrar y clarificar lo que Dios quiere que seas y hazlo.<br />Comienza
evaluando tus dones y recursos. Tómate un tiempo, mira honestamente en
lo que eres bueno y en lo que no lo eres. Pablo aconsejó: “Trata de
tener un estimado sano de tus capacidades”.<br />Haz una lista. Pregúntales a otras personas su opinión sincera. Diles que estás buscando la verdad y no cumplidos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Los
dones espirituales y las habilidades naturales son siempre confirmados
por otros. Si piensas que has sido dotado para ser maestro o cantante y
otra persona no está de acuerdo contigo, ¿qué crees? Si quieres saber si
tienes el don de liderazgo, ¡pues mira sobre tus hombros! Si nadie te
sigue, no eres un líder.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Haz preguntas como estas: ¿Dónde he visto
frutos en mi vida que otras personas puedan confirmarlos? ¿En qué he
visto que soy exitoso? La evaluación de tus dones espirituales y los
inventarios de tus habilidades pueden tener valor, pero son limitados en
su utilidad. En primer lugar, están estandarizadas de manera que no
cuentan dentro de tu singularidad. Segundo, no hay definición de los
dones espirituales enlistados en la Biblia, de manera que cualquier
definición es arbitraria y representa casi siempre un prejuicio
denominacional.<br />Otro problema es que mientras más maduro eres, más
propenso estás a manifestar las características de cierto número de
dones. Puedes estar sirviendo, enseñando o dando generosamente más allá
de la madurez porque es tu don espiritual.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La mejor manera de
descubrir tus dones y habilidades es experimentando en las diferentes
áreas de servicio. Yo pude haber tomado cientos de exámenes para
determinar mis dones y habilidades cuando era joven y nunca haber
descubierto que recibí el don de enseñanza ¡porque nunca enseñé! Sucedió
sólo después de que comencé a aceptar oportunidades para hablar que vi
más resultados, recibí confirmación de otros, y me di cuenta de que
“¡Dios me había dotado para que hiciera eso!”</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Muchos libros llegan a
descubrir este proceso al revés. Enseñan: “Descubre tu don espiritual
para que conozcas qué ministerio se supone que tienes”. Realmente esto
opera de manera opuesta. Comienza sirviendo, experimenta en diferentes
ministerios y descubrirás tus dones. Hasta que realmente no te
involucres en el servicio, no sabrás para qué eres bueno.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tienes
docenas de habilidades y dones escondidos que no sabes que los tienes
porque nunca los has puesto a prueba. Así que te exhorto a que hagas
cosas que nunca antes has hecho. No importa cuán viejo seas, te insto a
que no dejes de experimentar. He conocido muchas personas que han
descubierto talentos escondidos a sus setenta y ochenta años. Conocí a
una corredora de noventa años que ganó una carrera de 10kilómetros sin
descubrir que disfrutaba correr ¡hasta que llegó a los setenta y ocho
años de edad!.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No trates de encontrar tus dones antes de enrolarte a
servir en algo. Simplemente, empieza a servir ya. Descubre tus dones
involucrándote en el ministerio. Intenta enseñar, dirigir, organizar,
tocar un instrumento o trabajar con los jóvenes. Hasta que realmente no
te involucres en el servicio, no sabrás para qué eres bueno. Si no
funciona, llámalo “experimento”, no fracaso. Eventualmente descubrirá
para qué eres bueno.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Considera las oportunidades y la personalidad.
Pablo aconsejó: “Haz una exploración cuidadosa de quién eres y el
trabajo que estás haciendo para que entonces te sumerjas en él”. Otra
vez, esto ayuda a recibir retroalimentación de quienes mejor te conocen.
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo que realmente disfruto hacer? ¿Cuándo
me siento vivo completamente? ¿Qué es lo que hago cuando pierdo la
noción del tiempo? ¿Me gusta la rutina o la variedad? ¿Prefiero servir
en equipo o por mí mismo? ¿soy introvertido o extrovertido? ¿Soy más
pensador que perceptivo? ¿en qué disfruto más, compitiendo o cooperando?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Examina
tus antecedentes y extrae las lecciones que aprendiste. Revisa tu vida y
piensa en cómo ha sido formada. Moisés les dijo a los israelitas:
“Recuerden hoy lo que han aprendido acerca del Señor a través de sus
experiencias con Él”. Olvidar las experiencias no es bueno. Esta es una
buena razón para mantener un diario espiritual. Pablo, preocupado por
los creyentes de Galacia, no podía desaprovechar el dolor que ellos
habían pasado, así que les dijo: “¿Fueron todas sus experiencias
desaprovechadas? ¡Espero que no!”</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Raras veces vemos el buen propósito
de Dios en el dolor, el fracaso o la vergüenza mientras lo vivimos.
Cuando Jesús le lavó los pies a Pedro, le dijo: “Tú no sabes ahora lo
que estoy haciendo, pero después lo entenderás”. Sólo en retrospectiva
entendemos cómo Dios usa los problemas para bien.<br />Extraer las
lecciones de tus experiencias toma tiempo. Te recomiendo que tomes un
fin de semana completo para un retiro y hagas una revisión de tu vida,
en la que puedas hacer un alto para que veas cómo Dios ha trabajado en
momentos decisivos en tu vida y consideres cómo quiere que uses esas
lecciones para ayudar a otros. Hay recursos que pueden ayudarte en esto.<br /><br />ACEPTA Y DISFRUTA TU FORMA<br />Dado
que Dios conoce lo que es mejor para ti, deberías aceptar con gratitud
cómo te hizo. La Biblia dice: “¿Qué derechos tienes tú, un ser humano,
para interrogar a Dios? La vasija no tiene derecho de decirle al
alfarero: “¿Por qué me hiciste de esta forma?” ¡Sin duda el alfarero
puede hacer lo que quiera con la arcilla!”.<br />Tu forma fue determinada
soberanamente por Dios para su propósito, de manera que no debes
resentirte o rechazarla. En vez de tratar de reformarla tú mismo para
parecerte a alguien, deberías celebrar la forma única que Dios te dio.
“Cristo nos ha dado a cada uno de nosotros habilidades especiales, lo
que Él quiere que tengamos de su bodega rica en dones”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Parte de
aceptar tu forma es reconocer tus limitaciones. Nadie es bueno en todas
las cosas, y ninguno es llamado a hacerlas todas. Cada uno tiene sus
roles definidos. Pablo entendió que su llamado no era para llevar a cabo
todas las cosas o complacer a cada uno, sino que se enfocó sólo en el
ministerio particular que Dios había formado para él. Pablo dijo:
“Nuestra meta es estar dentro de los límites del plan de Dios para
nosotros”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La palabra límites se refiere al hecho de que Dios asigna a
cada uno un área o campo de acción para el servicio. Tu forma determina
tu especialidad. Cuando tratamos de ampliar demasiado nuestro
ministerio más allá del radio de acción para el que Dios nos ha formado,
sufrimos estrés. Así como en una competencia a cada corredor se le da
un carril para que corra en él, individualmente debemos “correr con
paciencia la carrera particular que Dios ha puesto delante de nosotros”.
No tengas envidia de los corredores de la línea próxima a la tuya, sólo
enfócate en terminar tu carrera.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dios quiere que disfrutes usando la
forma que te ha dado. La Biblia dice: “Asegúrate de hacer lo que debes,
porque después disfrutarás la satisfacción personal de haber hecho tu
trabajo bien, y no necesitas compararte con cualquier otro”. Satanás
tratará de robarte el gozo del servicio en dos maneras: tentándote para
que compares tu ministerio con las expectativas de los otros, y
tentándote a conformar tu ministerio con las expectativas de los otros.
Ambas son trampas mortales que te distraerán del servicio de la manera
en que dios quiere que lo sirvas. En el momento que pierdas el gozo en
tu ministerio, comienza a considerar si una de estas tentaciones es la
causa. La Biblia nos advierte que nunca nos comparemos con otros: “Haz
tu propio trabajo bien, para que entonces tengas de qué estar orgulloso.
Pero no te compares con otros”. Hay dos razones por las que nunca debes
comparar tu forma, tu ministerio o sus resultados con ningún otro.
Primero, encontrarás siempre a alguien que parece estar haciendo mejor
trabajo que el tuyo y eso te desanimará. O hallarás siempre a alguien
que parece que no es efectivo como tú y eso te llenará de orgullo.
Cualquiera de estas actitudes te pondrán fuera de servicio y te robarán
tu gozo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Pablo dice que es necio compararnos con otros: “Nosotros no
nos atrevamos a igualarnos ni a compararnos con algunos que se
recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse
unos con otros, no saben lo que hacen”.<br />La Biblia El Mensaje lo
parafrasea así: “En todas estas comparaciones, calificaciones y
competencias, ellos pierden completamente el punto”.<br />Encontrarás
personas que por no entender tu forma para ministrar, te criticarán y
tratarán de llevarte a lo que ellos piensan que debes hacer. Debes
ignorarlos. Pablo tuvo que enfrentar críticos que mal interpretaron y
difamaron su servicio. Su respuesta siempre fue la misma: Evita las
comparaciones, resiste las exageraciones, y ve sólo las recomendaciones
de Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Una de las razones por las que Pablo fue grandemente usado
por dios fue porque rechazó ser distraído por la crítica, o por la
comparación de su ministerio con el de otros, o por enfrascarse en
debates vanos acerca de su ministerio. Tal como John Bunyan lo dijo: “Si
mi vida no tiene fruto, no importa quién me alabe; y si mi vida tiene
fruto, no importa quién me critique”.<br /><br /><b>MANTENTE DESARROLLANDO TU FORMA</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b> </b><br />La
parábola de los talentos nos enseña que Dios espera de nosotros que
hagamos lo máximo con lo que Él nos da. Debemos cultivar nuestros dones y
habilidades, manteniendo nuestros corazones ardientes, creciendo en
nuestro carácter y personalidad, ampliando nuestras experiencias de
manera que cada vez seamos más eficaces en nuestro servicio. Pablo les
dijo a los Filipenses: “Que el amor de ustedes abunde cada vez más en
conocimiento y en buen juicio”, y le recordó a Timoteo que “avives la
llama del don de Dios que recibiste”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si no ejercitas tus músculos,
se debilitan y atrofian. De la misma manera, si no utilizas las
habilidades y destrezas que dios te ha dado, las perderás. Jesús enseñó
la parábola de los talentos para enfatizar esta verdad. Refiriéndose al
siervo que fracasó al usar su único talento, el dueño dijo: “Quítenle
las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si no usas lo
que se te ha dado, lo perderás; usa la habilidad que ya tienes y Dios la
aumentará. Pablo le dijo a Timoteo: “Asegúrate de usar las habilidades
que Dios te ha dado... Ponlas a trabajar”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cualquiera de los dones
que hayas recibido podrá crecer y desarrollarse mediante la práctica.
Por ejemplo, nadie tiene el don de la enseñanza totalmente desarrollado,
pero con estudio, retroalimentación y práctica, el “buen” maestro podrá
convertirse en uno mejor y, con el tiempo, crecerá y se convertirá en
un maestro excelente. No te conformes con tener un don desarrollado a
medias, esfuérzate al máximo para aprender todo lo que puedas.
“Concéntrate en hacer lo mejor para Dios, trabajo del cual no te
avergonzarás”. Aprovecha cada oportunidad de entrenamiento para
desarrollar tu forma y tus destrezas de servicio.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En el cielo
estaremos sirviendo a Dios por siempre. Pero ahora mismo nos podemos
preparar para el servicio eterno practicando aquí. Igual que los atletas
que se preparan para las Olimpiadas, nos mantendremos entrenando para
ese gran día: “Ellos hacen esto por una medalla de oro que se deslustra y
palidece. Tú vas detrás de una que es de oro eterno”.<br />Estamos preparándonos para las responsabilidades y recompensas eternas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA TREINTA Y DOS<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Dios merece lo mejor de mí.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero
que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra
de verdad”. 2º Timoteo 2:15 (NVI).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿Cómo puedo hacer mejor uso de lo que Dios me ha dado?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-17353097583733369912015-02-18T05:30:00.000-04:302015-02-18T05:30:01.460-04:30 Día 31. Entiende tu FORMA.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 31.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Entiende tu FORMA.</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Tú creaste mis entrañas; me formaste<br />en el vientre de mi madre.</em>Salmos 139:13(NVI)<br /><br /><b>Sólo tú puedes ser tú.</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios
nos diseñó a cada uno de nosotros de tal manera que no haya un doble en
el mundo. Nadie tiene la misma mezcla exacta de factores que te hacen
único. Eso significa que nadie más en la tierra podrá jugar el papel que
Dios planeó para ti. Si no haces tu contribución especial al cuerpo de
Cristo, ésta no se hará. La Biblia dice: “Hay diferentes tipos de dones
espirituales... diferentes maneras de servicios... diferentes
habilidades para hacer el servicio”. En el capítulo anterior explicamos
los primeros dos: tus dones espirituales y tu oportunidad del corazón.
Ahora veremos el resto de tu FORMA para servir a Dios.<br /><b><br />FORMA: RECURSOS PARA USAR</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tus
recursos son los talentos naturales con los que naciste. Algunas
personas tiene recursos naturales con las palabras: ¡hablan desde las
entrañas! Otras tienen recursos atléticos innatos, son excelentes en
coordinación física. Otros son buenos en matemáticas, música o mecánica.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cuando
Dios quería que se hiciera el Tabernáculo y todos los utensilios para
la adoración, proveyó artistas y artesanos que fueron formados con
“destreza, habilidad, y conocimiento en todo tipo de manualidades para
hacer diseños artísticos... y para emplear todo tipo de artesanía”.<br />Aún hoy Dios confiere esas habilidades y miles más, para que las personas puedan servirle.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Todos
nuestros recursos provienen de Dios. Incluso los que usamos para pecar
son dados por Dios, sólo que son mal usados o abusados. La Biblia dice:
“Dios nos ha dado a cada uno de nosotros la habilidad de hacer bien
ciertas cosas”. dado que las habilidades naturales o recursos provienen
de Dios, son tan importantes y espirituales como tu forma espiritual. La
única diferencia es que ellas te fueron dadas al nacer.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Una de las
excusas más comunes de las personas para no servir es: “Yo no tengo
ningún recurso”. Esto es ridículo. Tienes docenas, probablemente cientos
de habilidades no explotadas, no reconocidas y sin uso; habilidades
inactivas dejadas de lado. Muchos estudios han revelado que el promedio
de las personas posee de 500 a 700 diferentes habilidades y destrezas,
más de las que te puedes imaginar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Por ejemplo, tu cerebro puede
almacenar cien trillones de hechos. Tu mente puede manejar 15.000
decisiones en un segundo, como cuando tu sistema digestivo está
trabajando. Tu nariz puede oler hasta 10.000 diferentes olores. Tu tacto
puede efectuar miles de contactos diarios y tu lengua puede saborear
una parte de quinina en dos millones de partes de agua. Eres un
increíble legajo de habilidades, una maravillosa creación de Dios. Parte
de la responsabilidad de la iglesia es identificar y lanzar tus
habilidades para el servicio de Dios.<br />Cada recurso puede usarse para la gloria de Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Pablo
dijo: “Cualquier cosa que hagas, hazlo todo para la gloria de Dios”. La
Biblia está llena de ejemplos de habilidades diferentes que Dios usa
para su gloria. Aquí hay algunas mencionadas en la Escritura: habilidad
artística, habilidad arquitectónica, administrativa, bancaria, naviera,
para hacer caramelos, debatir, diseñar, embalsamar, bordar, cincelar,
cultiva, pescar, dirigir, manejar, construir, hacer música, armas,
coser, pintar, plantar, filosofar, inventar, carpintería, navegar,
vender, ser soldado, marino, enseñar, escribir literatura y poesía. La
Biblia dice: “Hay habilidades diferentes para desempeñar el servicio,
pero es el mismo Dios quien da la habilidad a todos para su servicio
particular”. Dios tiene un lugar en su iglesia donde tu especialidad
puede brillar y puedes hacer la diferencia. Queda de tu parte encontrar
ese lugar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dios da la habilidad a ciertas personas de hacer mucho
dinero. Moisés les dijo a los israelitas: “Recuerden al Señor su Dios,
porque Él es quien les da la habilidad de producir riquezas”. Las
personas con esta habilidad son buenas levantando negocios, haciendo
ventas y tratos y obteniendo ganancias. Si tienes esta habilidad para
comerciar, debes usarla par la gloria de Dios. ¿Cómo? Primero, capta tu
habilidad, entrégala a Dios y dale el crédito. Segundo, usa tu negocio
para servir a otros y para compartir tu fe con los incrédulos. Tercero,
devuelve al menos el diez por ciento de las ganancias a Dios como acto
de adoración. Finalmente, alcanza tu meta: ser edificador del reino más
que edificador de riquezas. Explicaré esto en el capítulo 34.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Lo que
soy capaz de hacer, eso es lo que Dios quiere que haga. Tú eres la única
persona en la tierra que puede usar tus habilidades. Nadie puede jugar
tu papel, porque nadie más tiene la forma única que Dios te ha dado. La
Biblia dice que Dios te equipó “con todo lo que necesitas para hacer su
voluntad”. Para descubrir la voluntad de Dios para tu vida, debes
examinar seriamente en qué eres bueno y en qué no. Si Dios no te dio
habilidad para entonar una melodía, seguro que no espera que seas
cantante de ópera. Él nunca te pedirá que dediques tu vida a una tarea
para la que no tengas talento. Por otra parte, las habilidades que
tienes son señales fuertes de lo que dios quiere que hagas con tu vida.
Hay indicios que te permiten conocer cuál es la voluntad de Dios para
ti. Si eres bueno diseñando, o reclutando, o dibujando u organizando, es
muy seguro asumir que el plan de dios para tu vida incluye esa
habilidad en alguna manera. Dios no desperdicia recursos, Él preparará
nuestro llamado con nuestras capacidades.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tus recursos no te fueron
dados para subsistir, Dios te los dio para tu ministerio. Pedro dijo:
“Dios Les ha dado a cada uno de ustedes algunas habilidades especiales;
asegúrense de usarlas para ayudarse cada uno, compartiendo con otros los
muchos tipos de bendiciones de parte de Dios”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En este momento,
cerca de 7.000 personas están usando sus habilidades ministeriales en la
Iglesia Saddleback, proveyendo los mas variados tipos de servicio que
te puedas imaginar: reparando carros donados para darlos a los
necesitados; haciendo los mejores convenios para las compras de la
iglesia en jardinería, organizando archivos, diseñando arte, elaborando
programas, construyendo, proveyendo cuidados de salud, preparando
comidas, componiendo canciones, enseñando música, escribiendo grandes
propuestas, entrenando equipos, haciendo investigaciones para sermones o
traduciéndolos, y cientos de otras tareas especializadas. A los nuevos
miembros se les dice: “¡Cualquier cosa que hagas bien, debes ponerla al
servicio de tu iglesia!”<br /><br /><b>FORMA: MI PERSONALIDAD CUENTA</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Con
frecuencia no nos damos cuenta de lo verdaderamente únicos que somos
cada uno de nosotros. Las moléculas de ADN pueden unirse en una gama de
números infinitos. El número es 10 elevado a la 2.400.000.000. Esta es
la probabilidad de encontrar alguien parecido a ti. Si escribieras ese
número con cada cero, ¡necesitarías una tira de papel de dos centímetros
de ancho por 59.544 kilómetros de largo!<br />Para poner esto en
perspectiva algunas científicos han sugerido que todas las partículas en
el universo con probablemente menos de 10 con 76 ceros detrás, mucho
menos que las posibilidades de tu ADN.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tu singularidad es un hecho de
vida científico. Cuando Dios te hizo, rompió el molde. Nunca ha
existido ni existirá alguien exactamente igual a ti.<br />Es obvio que a
Dios le gusta la variedad, ¡mira alrededor! Él nos creó a cada uno con
una combinación única de atributos personales. Dios hace a los
introvertidos y los extrovertidos. A personas “pensadoras” y
“perceptivas”. Algunas trabajan mejor cuando se le asigna un trabajo
individual mientras que otras trabajan mejor en equipo. La Biblia dice:
“Dios obra a través de personas diferentes en maneras diferentes, pero
es el mismo Dios quien cumple su propósito a través de todos ellos”. La
Biblia nos da abundante prueba de que Dios usa todo tipo de
personalidades. Pedro era sanguíneo. Pablo era un colérico. Jeremías era
melancólico. Cuando miras las personalidades diferentes en los doce
discípulos, es fácil ver por qué algunas veces tenían conflictos entre
ellos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No hay temperamentos “correctos” o “equivocados” en el
ministerio. Necesitamos todo tipo de personalidades para tener un
balance en la iglesia y darle sabor. El mundo sería un lugar muy
aburrido si todos fuéramos simplemente vainilla. Afortunadamente, las
personas viene en más de treinta y un sabores.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tu personalidad
afectará cómo y dónde uses tus dones espirituales y recursos. Por
ejemplo, dos personas pueden tener el mismo don de evangelizar, pero si
una es introvertida y la otra es extrovertida, ese don se expresará en
maneras diferentes.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Los carpinteros saben cuán fácil es trabajar con
una textura granular. De la misma manera pasa cuando estás forzado a
ministrar de una manera que es ”ajena” a tu temperamento, porque crea
tensión, incomodidad, requiere fuerzas y energías extras, y produce
menos que mejores resultados. Este es el meollo de por qué imitar el
ministerio de alguien nunca resulta. Tú no tienes su personalidad. Por
otra parte, ¡Dios te hizo para que seas tú! Puedes aprender del ejemplo
de otros, pero debes depurar lo que aprendes a través de tu propia
forma. En la actualidad hay muchos libros y herramientas que pueden
ayudarte a entender tu personalidad de manera que puedas determinar cómo
usarla para Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Así como los vitrales, nuestras personalidades
reflejan la luz de Dios en muchos colores y modelos. Esto bendice a la
familia de Dios con profundidad y variedad. También nos bendice
personalmente. Te sientes bien cuando haces lo que Dios quiere que
hagas. Cuando ministras de manera congruente con la personalidad que
Dios te dio, experimentas realización personal, satisfacción y
productividad.<br /><br /><b>FORMA: ANTECEDENTES (SIRVEN PARA ALGO)</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tú has
sido formado por tus antecedentes en la vida, tus experiencias, la
mayoría de las cuales estuvo fuera de tu control. Dios permitió todas
ellas para su propósito de moldearte. Para determinar tu forma para
servir a Dios, debes examinar por lo menos seis tipos de experiencias:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<ul>
<li><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">§ Familiares: ¿Qué aprendiste al crecer en tu familia?</span></span></li>
<li><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">§ Educacionales: ¿Cuál fue tu materia favorita en la escuela?</span></span></li>
<li><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">§ Vocacionales: ¿En cuál trabajo has sido más eficiente y cuál has disfrutado más?</span></span></li>
<li><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">§ Espirituales: ¿Cuál ha sido tu momento más importante con Dios?</span></span></li>
<li><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">§ Ministerio: ¿Cuánto has servido a Dios en el pasado?</span></span></li>
<li><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">§ Dolorosas: ¿Qué has aprendido de los problemas, lesiones, aguijones y pruebas?</span></span></li>
</ul>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Es
esta última categoría, la de las experiencias dolorosas, la que dios
usa la mayoría de las veces para prepararte para su ministerio. ¡Dios
nunca desperdicia el dolor! De hecho, el ministerio más grandioso
surgirá de tu dolor más grande. ¿Quién puede ministrar a los padres de
un niño con síndrome de Down sino otra pareja que tenga un niño en la
misma condición? ¿Quién puede ayudar mejor a un alcohólico a superarse
que alguien que haya luchado contra ese demonio y logró su libertad?
¿Qué mejor apoyo para una esposa cuyo esposo la dejó por un romance, que
el de una mujer que ya pasó por esa agonía?<br />Dios intencionalmente
permite que atravieses por experiencias dolorosas para equiparte para
que ministres a otros. La Biblia dice: “Él nos consuela en todos
nuestros problemas de manera que podamos consolar a otros. Cuando otros
están en problemas, debemos estar dispuestos a darles a ellos el mismo
consuelo que Dios nos ha dado”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si realmente deseas ser usado por
Dios, debes entender una verdad poderosa: las experiencias que más te
han dejado resentido y lastimado en la vida, las que has ocultado y has
olvidado, son las que Dios quiere que uses para ayudar a otros. ¡Ellas
son tu ministerio!</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Para que Dios use tus experiencias dolorosas debes
estar dispuesto a compartirlas. Debes dejar de cubrirlas, y
honestamente admitir tus faltas, fallas y temores. Quizás haciendo esto
hagas tu ministerio más efectivo. Las personas se animan más cuando les
compartimos la manera en que la gracia de Dios nos ayudó en nuestra
debilidad, más que jactarnos de nuestras fortalezas.<br />Pablo entendió
esta verdad, de manera que fue sincero acerca de su contienda con la
depresión. Él admitió: “Él nos mantendrá firmes hasta el fin, para que
sean irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios,
quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro
Señor: Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino
que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si
pablo hubiese ocultado su experiencia de duda y depresión como un
secreto, millones de personas nunca se habrían beneficiado de ella.<br />Los
antecedentes, sólo si son compartidos, ayudan. Aldous Huxley dijo: “La
experiencia no es lo que te pasa a ti. Es lo que hacen con lo que te
pasa”. ¿Qué harás con lo que has tenido que pasar? No deseches tu dolor,
úsalo para ayudar a otros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Como ya hemos visto las cinco maneras en
que Dios te ha formado para el servicio, espero que tengas un aprecio
más profundo por la soberanía de Dios y una idea más clara de cómo te ha
preparado para el propósito de servirle. Usar tu FORMA es el secreto
para ambas cosas: la eficiencia y el cumplimiento del ministerio. Serás
más efectivo cuando uses tus dones espirituales y tus habilidades en el
área que tu corazón desea, y en la manera que mejor exprese tu
personalidad y experiencia. Mientras mejor te capacites y uses tus
recursos, más exitoso serás.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA TREINTA Y UNO<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Nadie puede ser yo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya
recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas
formas”. 1º Pedro 4:10 (NVI).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: Lo que Dios me da, habilidades o experiencias personales, ¿puedo ofrecerlas a mi iglesia?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-2853130109458758072015-02-17T05:30:00.000-04:302015-02-17T05:30:05.125-04:30 Día 30. Formado para servir a Dios. <div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 30.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Formado para servir a Dios. </span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><em>“Me hiciste con tus propias manos;</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>tú me diste forma”.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em></em>Job 10:8 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><em>“El pueblo que yo me he formado</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>contará mis alabanzas”.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em></em>Isaías 43:21 (PAR)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>Fuiste formado para servir a Dios.</b></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dios
formó a cada criatura de este planeta con un área especial de
habilidades. Algunos animales corren, otros saltan, otros nadan, otros
se encuevan, y otros vuelan. Cada uno tiene un papel particular a jugar,
basado en la manera en que fueron formados por Dios. Lo mismo pasa con
los seres humanos. Cada uno de nosotros fue diseñado de manera única,
formado para hacer ciertas cosas.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Antes de diseñar un nuevo edificio,
lo primero que se pregunta un arquitecto es: “¿Cuál será su propósito?
¿Cómo será usado?” La función intenta siempre determinar la forma del
edificio. Antes que Dios te hiciera, decidió qué rol quería que jugaras
en la tierra. Él planeó con exactitud cómo quería que lo sirvieras, y te
formó para esa tarea. Eres de la manera que eres, porque fuiste hecho
para un ministerio específico.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia dice: “Porque somos hechura
de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras”. La palabra poema
viene del griego que significa “hechura”, “artesanía”. Eres una obra de
arte hecha a mano por Dios. No eres hecho en una línea de producción, ni
ensamblado ni producido en cantidades industriales. Eres un diseño
hecho a la medida, una pieza original. Dios deliberadamente te hizo y te
formó para que le sirvieras de cierta manera que hace que tu ministerio
sea único. Con sumo cuidado mezcló un cóctel de ADN con el que te hizo.
David alabó a Dios por ese increíble cuidado personal y lo detalla: “Tú
hiciste todo lo delicado, las partes interiores de mi cuerpo y las
uniste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme maravillosamente
complejo! Tu hechura es prodigiosa”. como Ethel Waters dice: “Dios no
hace chatarra”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios no sólo te formó antes que nacieras, sino que
planeó cada día de tu vida para apoyar su proceso para formarte. David
continúa diciendo: “Cada día de mi vida fue grabado en tu libro. Cada
momento fue organizado antes de que el día pasara”. Eso quiere decir que
nada de lo que pasa en tu vida es irrelevante. Dios usa todo eso para
formarte para que ministres a otros y te forma para servirlo a él. Dios
no desperdicia nada. Él no te daría habilidades, intereses, talentos,
dones, personalidad y experiencias a menos que tenga la intención de
usarlos para su gloria. Si identificas y entiendes esos factores puedes
descubrir la voluntad de Dios para ti.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia dice que eres
“maravillosamente complejo”. Eres una combinación de muchos factores
diferentes. Para ayudarte a recordar cinco de esos factores, hice un
acróstico sencillo con la palabra FORMA (indistintamente usaré cualquier
sinónimo de esta palabra).</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En este capítulo y el próximo
estudiaremos esos cinco factores y le daremos seguimiento, te explicaré
cómo descubrirlos y usarlos.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>CÓMO TE FORMA DIOS PARA TU MINISTERIO</b></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Siempre
que Dios nos da una asignación, nos equipa con lo que necesitamos para
cumplirla. A esta combinación de aptitudes se le llama moldear o dar
<b>FORMA</b>:</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>F</b>ormación espiritual</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>O</b>portunidades</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>R</b>ecursos</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>M</b>i personalidad</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>A</b>ntecedentes</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>FORMA: FORMACIÓN ESPIRITUAL</b></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios
le da a cada creyente dones espirituales para usarlos en el ministerio.
Son habilidades especiales dadas por dios a los creyentes para
servirle. La Biblia dice: “El que no tiene el Espíritu no acepta lo que
procede del Espíritu de Dios”. No puedes obtener los dones espirituales o
merecerlos, ya que son regalos. Son una expresión de la gracia de Dios
para ti. “Cristo ha repartido generosamente sus dones en nosotros”. No
puedes escoger los dones que quieras tener; Dios es quien los determina.
Pablo explica: “Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien
reparte a cada uno según él lo determina”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Puesto que Dios ama la
variedad y quiere que seamos especiales, no nos dio el mismo don a
todos. Por otra parte, ningún individuo recibe todos los dones. Si los
tienes todos, no tienes necesidad de otro, y eso podría estropear
algunos de los propósitos de Dios; Él nos enseña a depender unos de
otros.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Tus dones espirituales no se te dieron para tu propio
beneficio sino para el de otros, así como los de ellos son para tu
beneficio. La Biblia dice:”A cada uno se le da una manifestación
especial del Espíritu para el bien de los demás”. Dios lo planeó así
para que tuviéramos necesidad unos de otros. Cuando usamos nuestros
dones juntos, todos nos beneficiamos. Si otros no los usan, no los
disfrutas, y si no usas los tuyos, ellos tampoco se benefician. Ese es
el motivo por el que se nos manda descubrir y desarrollar nuestros dones
espirituales. ¿Has invertido tiempo en descubrir cuáles son tus dones
espirituales? Un don sin descubrir no vale nada.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Olvidar esas
verdades básicas acerca de los dones, siempre causa conflictos en las
iglesias. Dos problemas comunes son los “dones de envidia” y los “dones
de imitación”. El primero ocurre cuando comparamos nuestros dones con
los de otros; nos sentimos insatisfechos con lo que Dios nos dio, y
empezamos a resentirnos y a sentir celos de la manera en que Dios usa a
otros. El segundo problema sucede cuando esperamos que los demás tengan
nuestro mismo don, realicen la misma labor que fuimos llamados a hacer y
sientan la misma pasión que sentimos al hacerla. La Biblia dice: “Hay
diversas maneras de servir; pero un mismo Señor”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Algunas veces los
dones espirituales se enfatizan tanto que descuidamos otros factores que
Dios usa al formarnos para su servicio. Tus dones revelan la llave para
descubrir la voluntad de dios para tu ministerio, pero ellos no lo son
todo. También, Dios te ha moldeado en otras cuatro maneras.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>FORMA: OPORTUNIDADES PARA TU CORAZÓN</b></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La
Biblia usa el término corazón para describir el manojo de deseos,
esperanzas, intereses, ambiciones, sueños y afectos que posees, en fin,
oportunidades. Tu corazón es la fuente de todas tus motivaciones, lo que
amas hacer y lo que más cuidas. Aún hoy usamos la palabra de esta
manera cuando decimos: “Te amo con todo mi corazón”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia
indica: “En el agua se refleja el rostro, y en el corazón se refleja la
persona”. Tu corazón revela lo real de ti, lo que eres verdaderamente,
no lo que otros piensan de ti o lo que las circunstancias te impulsan a
ser. Tu corazón representa la fuente de tus motivaciones, por qué actúas
en la forma en que lo haces.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Físicamente, cada uno de nosotros tiene
latidos del corazón característicos. Así como cada uno tiene huellas
dactilares únicas, tono de voz, etc., no hay dos latidos de corazón
idénticos. Es asombroso que entre todos los billones de personas que
viven, no haya otra que tenga los latidos del corazón exactamente igual a
los tuyos.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">De la misma manera, Dios nos ha dado a cada uno “un
latido” emocional” único que se apresura cuando pensamos acerca de
temas, actividades o circunstancias que nos interesan. Instintivamente
ponemos más atención a ciertas cosas que a otras. Esos son indicios que
señalan dónde debes servir.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Otra palabra que tiene que ver con el
corazón es pasión. Hay ciertos temas que te apasionan y otros que no te
interesan. Algunas experiencias captan tu atención mientras otras pasan
inadvertidas o te aburren. Eso revela la naturaleza de tu corazón.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Mientras
crecías, puede que hayas descubierto algunas cosas muy interesantes,
las cuales no le interesaban a nadie más en tu familia. ¿De dónde
proceden esos intereses? Provienen de Dios. Él tiene un propósito al
darte esos intereses natos. Tu latido emocional es la segunda llave para
entender tu forma para servir. No ignores tus intereses. Considera cómo
podrías usarlos para la gloria de dios. Debe haber una razón por la que
te agrada hacer esas cosas.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia declara con insistencia:
“Sirve al Señor con todo tu corazón”. Dios quiere que le sirvas con
pasión, no por obligación. Las personas rara vez dan lo mejor de sí al
realizar tareas que no disfrutan. Dios quiere usar tus intereses
naturales para servir a otros y a Él. Escuchar tu motivación interna
puede apuntar al ministerio que Dios quiere que tengas.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">¿Cómo sabes
que le sirves a Dios con tu corazón? La primera señal es el entusiasmo.
Cuando haces algo que te gusta, nadie tiene que motivarte o retarte. Lo
haces por puro gozo. No necesitas recompensas o aplausos o pagos, porque
disfrutas sirviendo de esa manera. Lo opuesto también es cierto, cuando
no tienes corazón para hacer algo, te desanimas con facilidad.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La
segunda característica de servir a Dios con todo tu corazón es la
efectividad. Cuando haces algo para lo que dios te hizo amar, entonces
das lo mejor de ti. La pasión exige perfección. Si no te interesa una
tarea, probablemente no des lo mejor. En contraste, las personas que
logran metas en cualquier campo son las que hacen las cosas con pasión,
no por obligación o ganancia.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Oímos a la gente decir: “Acepté un
trabajo que detesto; lo que deseo es hacer dinero, así que algún día
renunciaré y haré lo que me gusta hacer”. Ese es un error muy grave. No
pierdas tu vida en un trabajo que no exprese tu corazón. Recuerda, lo
más grande en la vida no son las cosas. Vivir una vida con propósito es
más importante que todo el dinero del mudo. El hombre más rico del
mundo, Salomón, dijo una vez: “Una vida simple en el temor de Dios es
mejor que una vida rica con una tonelada de dolores de cabeza”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">No te
conformes con buscar “la buena vida”, porque no es lo suficientemente
buena. Al fin y al cabo no satisface. Puedes tener mucha vida y aún así
no tener nada por lo cual vivir. En vez de que tu meta sea “una vida
mejor”, sirve a Dios en una forma que expreses tu corazón. Descubre lo
que te gusta hacer, lo que Dios te puso en el corazón, y hazlo para su
gloria.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Esa es tu oportunidad.</span></span><br />
</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA TREINTA<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Fui moldeado para servir a Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Dios obra a través de personas diferentes en maneras
diferentes, pero es el mismo Dios que cumple su propósito a través de
todos ellos”. 1º Corintios 12:6 (PAR).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿De qué manera puedo verme sirviendo y amando a otros apasionadamente?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-21727905450694393872015-02-16T05:30:00.000-04:302015-02-16T05:30:06.103-04:30Día 29. Propósito n°4. Fuiste formado para servir a Dios.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Día 29
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">
</span></span></b></div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">
<strong><span>PROPÓSITO Nº 4</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><strong><span>FUISTE FORMADO PARA SERVIR A DIOS</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>¿Qué somos?... Nada más que servidores por medio</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>de los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>el Señor le asignó a cada uno. Yo sembré, Apolos regó,</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>pero Dios ha dado el crecimiento.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em></em>1º Corintios 3:5-6 (PAR)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><strong><span>Acepta tu asignación </span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><strong><span></span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>para buenas obras, las cuales dios dispuso de antemano</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>a fin de que las pongamos en práctica.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em></em>Efesios 2:10 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>a cabo la obra que me encomendaste.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em></em>Juan 17:4 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Fuiste puesto en la tierra para aportar algo.</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">No
fuiste creado sólo para consumir sus recursos, para comer, respirar y
ocupar espacio. Dios te diseñó para que hicieras una diferencia con tu
vida. Hay muchos libros que ofrecen consejo en cuanto a cómo obtener una
mejor calidad de vida, que por cierto no es la razón por la que Dios te
hizo. Fuiste creado para añadir vida a la tierra, no para quitársela.
Dios quiere que le des algo a cambio. Este es el cuarto propósito de
Dios para tu vida, lo que llamamos tu “ministerio” o servicio. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">La Biblia
nos da los detalles. Creados para servir a Dios. La Biblia
dice:”Dios nos creó para una vida de obras buenas, las cuales ha
preparado para nosotros”. Esas “buenas obras” son tu servicio. Siempre
que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo a
Dios y cumpliendo uno de tus propósitos. En los dos capítulos
siguientes verás cómo Dios te ha formado para este propósito.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Lo que
dios le dijo a Jeremías también es válido para ti: “Antes de formarte en
el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había
apartado”. Fuiste puesto en este planeta para cumplir una asignación
especial.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Salvado para servir a Dios.</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">La Biblia afirma: “Él es quién
nos salvó y escogió para su obra santa, no porque lo merecíamos sino
porque estaba en su plan”. Dios te redimió para que hicieras su “obra
santa”. Tú no eres salvo por buenas obras, sino para buenas obras. En el
reino de Dios, tienes un lugar, un propósito, un rol y una función a
cumplir. Esto le da a tu vida un gran significado y valor.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Costó la
propia vida de Jesús comprar tu salvación. La Biblia nos recuerda que
fuimos “comprados por un precio”. No servimos a Dios por miedo, por
culpa o por obligación, sino con gozo y profunda gratitud por lo que ha
hecho por nosotros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">A Él debemos nuestras vidas. Gracias a su
salvación nuestro pasado ha sido perdonado, nuestro presente tiene
significado y nuestro futuro está asegurado. A la luz de esos beneficios
increíbles, Pablo concluyó: “Tomando en cuenta la misericordia de
Dios... ofrezcan sus vidas como sacrificio vivo, dedicado a su
servicio”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">El apóstol Juan enseñó que nuestro servicio a otros en
amor muestra que verdaderamente fuimos salvados. Él dijo: “Nosotros
sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros
hermanos”. Si no amo a los demás ni deseo servirles, y si sólo estoy
concentrado en mis necesidades; debería preguntarme si Cristo está
realmente en mi vida. Un corazón salvado es uno que quiere servir.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Otro
término para el servicio de Dios, mal interpretado por la mayoría de
las personas, es la palabra ministerio. Cuando la mayoría de las
personas la escuchan, piensan en pastores, sacerdotes y clérigos
profesionales, pero Dios dice que cada miembro de su familia es un
ministro. En su Palabra, los vocablos servidor y ministro son sinónimos,
igual que servicio y ministerio. Si eres cristiano, eres un ministro y
cuando estás sirviendo, estás ministrando.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Cuando la suegra de Pedro
enfermó y fue sanada por el Señor, instantáneamente “se levantó y
comenzó a servirle”, aplicando la recepción del don de la salud. Esto es
lo que nosotros debemos hacer. Fuimos sanados para ayudar a otros.
Fuimos bendecidos para ser de bendición. Fuimos salvados para servir, no
para sentarnos y esperar el cielo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">¿Alguna vez te has preguntado por
qué Dios no nos llevó de inmediato al cielo en el momento que aceptamos
su gracia? ¿Por qué nos deja en un mundo caído? Él nos puso aquí para
cumplir con sus propósitos. Una vez que has sido salvado, Dios intenta
usarte en sus planes. Él te tiene un ministerio en su iglesia y una
misión en el mundo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Llamado para servir a Dios. A medida que crecías,
pudiste haber pensado que ser “llamado” por Dios era algo para
misioneros, pastores, monjas y otros trabajadores de “tiempo completo”;
pero la Biblia dice que cada cristiano es llamado a servir. Tu llamado a
la salvación incluye el llamamiento a servir. Ambos son lo mismo.
Cualquiera que sea tu trabajo o carrera, estás llamado al servicio
cristiano a tiempo completo. Un “cristiano que no sirve” por definición
es una contradicción.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">La Biblia dice: “Él nos salvó y nos llamó a ser
su pueblo, no por lo que hemos hecho sino según su propósito”. Pedro
añade: “Fueron escogidos para hablar de las excelentes cualidades de
Dios, quien los llamó. En el momento en que usas las habilidades que
Dios te dio para ayudar a otros, estás cumpliendo con tu llamado.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">La
Biblia afirma: “Ahora perteneces a Él... de manera que puedas ser usado
para el servicio de Dios”.¿Cuánto de tu tiempo estás usando en servir a
Dios? En algunas iglesias en China, a los nuevos creyentes les dan la
bienvenida diciendo: “Jesús ahora tiene un nuevo par de ojos para ver,
nuevos oídos para escuchar, nuevas manos para ayudar y un nuevo corazón
para amar a otros”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Una de las razones por las que necesitas
integrarte a la familia de la iglesia es para cumplir de forma práctica
con tu llamado a servir a otros creyentes, todo es importante. La
Escritura indica: “Todos ustedes juntos son el cuerpo de Cristo, y cada
uno de ustedes es una parte necesaria y separada de éste”. Tu servicio
se necesita con desesperación en el cuerpo de Cristo; pregunta en
cualquier iglesia local. Cada uno de nosotros tenemos un papel a
desempeñar; cada papel es importante. En ningún sentido hay servicio
pequeño para Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Tampoco hay ministerios insignificantes en la
iglesia. Algunos son visibles y otros se desarrollan detrás del
escenario, pero todos son valiosos. Los ministerios, pequeños o
escondidos, a veces hacen una inmensa diferencia. En mi hogar, la luz
más importante no es la del gran candelabro que está en el comedor, sino
la de la pequeña lamparita de noche que impide que me golpee el dedo
del pie cuando me levanto en la noche. No hay correlación entre tamaño e
importancia. En asuntos del ministerio, todos dependemos unos de otros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">¿qué
pasa cuando una parte del cuerpo falla? Te enfermas. El resto de tu
cuerpo sufre. Imagínate si tu hígado decidiera comenzar a vivir por sí
mismo: “¡Estoy cansado! ¡No quiero servir más a este cuerpo! Quiero un
año de descanso; que sólo me alimenten. ¡Tengo que hacer lo mejor para
mi! Deja que otro tome mi lugar. ¿Qué podría pasar? Tu cuerpo podría
morir. Hoy miles de iglesias locales están muriendo porque los
cristianos se rehúsan a servir. Se sientan como espectadores, mientras
el cuerpo sufre.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Se te manda servir a Dios. Jesús fue inerrable:”Tu
actitud debe ser igual a la mía, porque yo, el Mesías, no vine a ser
servido sino a servir y a dar mi vida”. Para los cristianos, el servicio
no es opcional, sino algo que debe estar arraigado en nuestros horarios
si escatimamos el tiempo. Es el corazón de la vida cristiana. Jesús
vino “a servir” y “a dar”, y esos dos verbos también pueden definir tu
vida en la tierra. Servir y dar, en resumen, son el cuarto propósito de
Dios para tu vida. La Madre Teresa dijo una vez: “Vivir en santidad es
hacer la obra de Dios con una sonrisa”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Jesús enseñó que la madurez
espiritual nunca es un fin en sí mismo. ¡La madurez es para ministrar!
Maduramos para dar. No es suficiente seguir aprendiendo más y más.
Debemos poner en acción lo que conocemos y poner en práctica lo que
proclamamos creer. Impresión sin expresión causa depresión. El estudio
sin servicio conlleva a un estancamiento espiritual. La antigua
comparación entre el mar de Galilea y el Mar Muerto aún es cierta.
Galilea es un lago lleno de vida que recibe agua pero también da. En
contraste, nada vive en el mar Muerto, porque no tiene salida de agua,
está estancado.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Lo último que muchos creyentes necesitan es otro
estudio bíblico más. Ya saben más de lo que ponen en práctica. Lo que
necesitan son experiencias sirviendo en lo que puedan ejercitar sus
músculos espirituales.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">El servicio es lo opuesto a nuestra
inclinación natural. La mayoría del tiempo nos interesamos más en que
“nos sirvan” que servir. Decimos: “Estoy buscando una iglesia que supla
mis necesidades y me sea de bendición”, en vez de decir: “busco un lugar
para servir y ser de bendición”. Esperamos que otros nos sirvan, no al
contrario. Pero en cuanto maduramos en Cristo, el foco de nuestras vidas
debe cambiar cada vez más para vivir sirviendo. El seguidor maduro de
Jesús se para y pregunta: “¿Quién va a suplir mis necesidades?” y vuelve
a pregunta: “¿Qué necesidades puedo satisfacer?” ¿Te has hecho esa
pregunta?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">CÓMO PREPARARSE PARA LA ETERNIDAD</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Al final de tu vida en la tierra te presentarás delante de Dios, y Él evaluará cuán bien les serviste a otros con tu vida.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">La
Biblia afirma: “Cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta
personalmente a Dios”. Medita en las implicaciones de esto. Un día dios
comparará cuánto tiempo y energía gastamos en nosotros mismos comparado
con lo que invertimos en servir a otros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">A esa altura, todas nuestras
excusas egocéntricas sonarán vacías: “Estaba muy ocupado” o “Tenía mis
propias metas” o “Estaba preocupado con el trabajo, con la diversión o
preparándome para la jubilación”. Para todas esas excusas Dios
responderá: “Lo siento, respuesta equivocada”. Yo te hice, te salvé, te
llamé y te mandé a vivir una vida de servicio. ¿Qué parte no
entendiste?” La Biblia advierte a los no creyentes: “Él derramará su
furia y su ira en aquellos que viven para sí mismos”, pero para los
cristianos esto significará una pérdida de recompensas eternas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Sólo
estamos completamente vivos cuando ayudamos a otros. Jesús dijo: “Si
insistes en salvar tu vida, la perderás. Sólo aquellos que dan sus vidas
por mi causa y por la causa de las buenas nuevas siempre conocerán lo
que esto significa en la vida realmente”. Esta verdad es tan importante
que se repite cinco veces en los Evangelios. Si no estás sirviendo, sólo
estás existiendo; porque la vida se creó para ministrar. Dios quiere
que aprendas a amar y servir a otros con abnegación.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">SERVICIO Y SIGNIFICADO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Vas
a dar tu vida por algo. ¿Será por una carrera profesional, por un
deporte, un entretenimiento, fama o riquezas? Nada de eso tiene
importancia duradera. El servicio es el camino a la significación real.
Es a través del ministerio que descubrimos el significado de nuestras
vidas. La Biblia afirma: “Cada uno de nosotros encuentra su función y
significado como parte de su cuerpo”. Es en el servicio unido a la
familia de Dios, que nuestras vidas cobran relevancia eterna. Pablo
dice: “Quiero que pienses en cómo todo esto te hace más significativo,
no menos... porque tú eres una parte”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Dios quiere usarte para marcar
una diferencia en su mundo. Él quiere trabajar a través de ti. No
importa la duración de tu vida sino la donación de la misma. No cuánto
tiempo viviste, sino cómo lo hiciste.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Si no estás involucrado en
ningún servicio o ministerio, ¿qué excusa has estado usando? Abraham era
viejo, Jacob inseguro, Lea sin atractivo, José fue abusado, Moisés
tartamudeaba, Gedeón era pobre, Sansón codependiente, Rahab una inmoral,
David tuvo una amante y todo tipo de problemas familiares, Jeremías
estaba deprimido, Jonás era rebelde, Noemí una viuda, Juan el Bautista
un excéntrico, Pedro impulsivo, Marta preocupada por todo, la samaritana
fracasada en varios matrimonios, Zacarías era impopular, Tomás tuvo
dudas, Pablo tuvo una salud pobre y Timoteo era tímido. Esta es
efectivamente una variedad de individuos que no se adaptan muy bien al
ambiente, pero dios los usó a cada uno de ellos para su servicio.
También te usará a ti, si dejas de dar excusas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br /><b>DÍA VEINTINUEVE<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Punto de reflexión: El servicio no es opcional.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Versículo
para recordar: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las
pongamos en práctica”. Efesios 2:10 (NVI).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Qué es lo que me impide aceptar el llamado de Dios para servirle?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-78512822074992936332015-02-15T05:30:00.000-04:302015-02-15T05:30:00.215-04:30 Día 28. Requiere tiempo.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 28.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span></b></div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Requiere tiempo.</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo<br />para todo lo que se hace bajo el cielo.</em>Eclesiastés 3:1 (NVI)<br /><br /><em>Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena<br />obra en ustedes la irá perfeccionando hasta<br />el día de Cristo Jesús.</em>Filipenses 1:6 (NVI)<br /><b><br />No hay atajos en el camino hacia la madurez.</b></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Convertirnos
en adultos requiere años, y toda una estación para que el fruto crezca y
madure. Eso también es cierto con respecto al fruto del Espíritu. El
desarrollo de un carácter semejante al de Cristo no se puede apresurar.
El crecimiento espiritual, como el físico, lleva tiempo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cuando se
intenta acelerar la maduración de la fruta, pierda su sabor. En Estados
Unidos, por lo general, se arrancan los tomates sin madurar para que no
se magullen cuando son enviados a los mercados. Después, antes de ser
vendidos, estando aún verdes, son rociados con CO2 para que queden rojos
el instante. Los tomates rociados con gas son comestibles pero su sabor
no tiene punto de comparación con el de un tomate al que se le permitió
madurar a su tiempo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Mientras nosotros nos preocupamos en qué tan
rápido crecemos. Dios se interesa en qué tan fuertes crecemos. Dios ve
nuestras vidas desde y para la eternidad, por eso nunca tiene prisa.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Lane
Adams en cierta oportunidad comparó el proceso del crecimiento
espiritual con la estrategia que los aliados usaron en la Segunda Guerra
Mundial para liberar a las islas del Pacífico sur. Primero hicieron el
trabajo de “ablande” de una isla, debilitando la resistencia mediante el
bombardeo de las fortalezas enemigas con bombas lanzadas desde naves
que estaban en la costa. Después, un pequeño grupo de soldados
especializados invadía la isla y establecía una “cabecera de playa”, una
pequeña zona de la isla, una parte del territorio a la vez. Finalmente
toda la isla quedaba bajo su control, aunque no sin antes librar algunas
batallas costosas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Adams trazó este paralelo: Antes que Cristo
invada nuestra vida en la conversión, a veces tiene que “ablandarnos”,
permitiendo que tengamos algunos problemas que no podemos resolver.
Aunque algunos abren sus vidas a Cristo la primera vez que llama a la
puerta, la mayoría nos resistimos y estamos a la defensiva. Nuestra
experiencia previa a la conversión es que Jesús nos dice: “¡He aquí yo
estoy a la puerta y bombardeo!”</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En cuanto aceptamos a Cristo, Dios
consigue una cabeza de playa y así conquista una parte de nuestra vida.
Podemos pensar que hemos rendido toda nuestra vida a Él, pero lo cierto
es que hay mucho en nuestra vida de lo cual ni siquiera somos
conscientes. Solamente podemos entregarle a Dios tanto de ella como
entendamos en ese momento. Y eso está bien. Cuando le entregamos una
parte a Cristo, Él empieza su campaña para tomar más y más territorio
hasta que toda nuestra vida es completamente suya. Habrá luchas y
batallas, pero el resultado final nunca se pone en duda.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dios ha
prometido que “el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús”.El discipulado es el
proceso de conformarse a Cristo. La Biblia dice: “Llegamos a la madurez
verdadera, esa medida de desarrollo que se define como “la plenitud de
Cristo””. La semejanza a Cristo es nuestro destino final, pero el viaje
durará toda la vida.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Hasta ahora hemos visto que este viaje involucra
creer (mediante la adoración), pertenecer (en la comunión), y llegar a
ser (mediante el discipulado). Dios quiere que llegues a ser un poco más
como Él cada día: “Ustedes han empezado a vivir la vida nueva, en la
cual están siendo renovados y están llegando a ser como el que los
hizo”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Hoy estamos obsesionados por la velocidad, pero Dios está más
interesado en la fortaleza y la estabilidad que en la rapidez. Queremos
el arreglo rápido, el atajo, la solución inmediata. Un sermón, un
seminario o una experiencia que resuelva todos los problemas al
instante, quite las tentaciones y nos libere de todos los dolores del
crecimiento. Pero la verdadera madurez nunca es resultado de una sola
experiencia, no importa cuán poderosa o conmovedora llegue a ser. El
crecimiento es gradual. La Biblia dice: “Nuestras vidas gradualmente se
vuelven más luminosas y más hermosas mientras Dios entra en nuestras
vidas y llegamos a ser como Él”.<br /><br /><b>¿POR QUÉ TOMA TANTO TIEMPO?</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Aunque
Dios podría transformarnos en un instante, decidió desarrollarnos
lentamente. Jesús entrena a sus discípulos de forma pausada. Así como
Dios les permitió a los israelitas tomar la tierra prometida “poco a
poco” para que no quedaran agobiados, prefiere trabajar en nuestras
vidas avanzando paso a paso.<br />¿Por qué toma tanto tiempo cambiar y crecer? Hay varias razones.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Somos
de lento aprendizaje. A menudo tenemos que releer una lección cuarenta o
cincuenta veces para captarla realmente. Los problemas siguen
repitiéndose, y pensamos: “¡Otra vez no! ¡Eso ya lo aprendí!”; pero dios
sabe más. La historia de Israel ilustra cuán rápidamente olvidamos las
lecciones que Dios nos enseña y cuán pronto regresamos a nuestros viejos
modelos de conducta. Necesitamos repetidas exposiciones de la lección.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tenemos
mucho que desaprender. Muchas personas van a un psicólogo por un
problema personal o relacional que desarrollaron durante años y le
dicen: “Necesito que me arregle esta situación. Tengo una hora”. ¡Qué
ilusos! Esperan una solución rápida a una dificultad histórica y
profundamente arraigada. Dado que la mayoría de nuestros problemas ¾y de
todas nuestras malas costumbres¾ no se desarrollaron de la noche a la
mañana, es poco realista esperar que se marchen de inmediato.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No hay
ninguna píldora, oración o principio que deshaga al instante el daño
provocado en el transcurso de muchos años. Requiere arduo trabajo de
eliminación y sustitución. La Biblia lo llama “quitándose el viejo
hombre” y “poniéndose el nuevo hombre”. Aunque se te dio una naturaleza
totalmente nueva en el momento de la conversión, todavía tienes viejos
hábitos, modelos y prácticas que necesitan ser eliminados y
reemplazados.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tememos enfrentar con humildad la verdad acerca de
nosotros mismos. Ya he señalado que la verdad nos hará libres, pero a
menudo primero nos hace sentir infelices. El temor de lo que podríamos
descubrir si enfrentáramos con sinceridad nuestros defectos de carácter
nos mantiene presos en la negación. Sólo en la medida que permitamos que
Dios, con la luz de su verdad, ilumine nuestros defectos, fracasos y
complejos, podremos empezar a trabajar en ellos. Por eso no podemos
crecer sin una actitud humilde y con una buena disposición de aprender.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />A
menudo el crecimiento es doloroso y nos asusta. No hay crecimiento sin
cambio, no hay cambio sin temor o pérdida, y no hay pérdida sin dolor.
Todo cambio involucra alguna clase de pérdida: debes desprenderte de las
viejas costumbres para poder experimentar las nuevas. Tenemos miedo de
estas nuestra propia derrota porque, como ocurre con un par de zapatos
gastados, al menos son cómodos y familiares.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />A menudo las personas
construyen su identidad alrededor de sus defectos. Suelen decir: “Es que
así soy yo cuando...” y “Así es como soy”. La preocupación inconsciente
es que si abandono mi hábito, mi herida o mi complejo, ¿quién seré?
Este temor definitivamente puede frenar tu crecimiento.<br />Desarrollar
hábitos lleva tiempo. Recuerda que tu carácter es la suma de todos tus
hábitos. No puedes decir que eres amable a menos que por costumbre lo
seas, muestras tu gentileza aun sin pensarlo. No puedes decir que eres
íntegro a menos que tengas por hábito ser siempre sincero. Un marido que
es fiel a su esposa la mayor parte del tiempo ¡no es fiel en absoluto!
Sus hábitos definen su carácter.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Hay sólo una manera de desarrollar
los hábitos de un carácter semejante al de Cristo: Practicarlos: ¡y eso
toma tiempo! No existen hábitos instantáneos.<br />Pablo instó a Timoteo: “Practica estas cosas. Consagra tu vida a ellas para que todos puedan ver tu progreso”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si
practicas algo durante un tiempo, te perfeccionas en eso. La repetición
es la madre del carácter y la habilidad. Estos hábitos que edifican el
carácter se llaman a menudo “disciplinas espirituales”, y hay docenas de
grandes libros que pueden enseñarte cómo realizarlas. Sugiero que leas
los mejores para tu crecimiento espiritual (Apéndice 2).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>No te apresures.</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Mientras creces en la madurez espiritual, hay varias maneras de cooperar con Dios en el proceso.<br />Cree
que Dios está trabajando en tu vida aun cuando no lo sientas. El
crecimiento espiritual es a veces un trabajo tedioso, en el cual se
avanza un pequeño paso a la vez. Espera un progreso gradual. La Biblia
dice: “Todo sobre la tierra tiene su propio tiempo y su propia
estación”. En tu vida espiritual también hay estaciones. A veces
experimentarás un crecimiento intenso por un tiempo corto (primavera)
seguido de un período de estabilización y prueba (otoño e invierno).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />¿Qué
hay de esos problemas, hábitos y heridas que te gustaría que
desaparecieran? Está muy bien orar por un milagro, pero no te
decepciones si la respuesta llega mediante un cambio gradual. Con el
tiempo, un flujo lento y firme de agua erosiona la piedra más dura y
convierte las rocas gigantes en guijarros. Con el tiempo, un pequeño
brote puede convertirse en un árbol gigante que supere los cien metros
de alto.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Ten un cuaderno o diario para anotar las lecciones
aprendidas. Este no es un diario de acontecimientos, sino un registro de
lo que estás aprendiendo. Apunta los descubrimientos y lecciones que
Dios te enseña acerca de Él, de ti, de la vida, de las relaciones y de
todo lo demás (Apéndice 2). Anótalas para que puedas repasarlas y
recordarlas y pasárselas a la siguiente generación. La razón por la cual
debemos volver a aprender las lecciones es porque las olvidamos. El
repaso periódico de tu diario espiritual te puede evitar mucho
sufrimiento y dolor innecesarios. La Biblia dice: “Es crucial que nos
aferremos con firmeza a lo que hemos oído para que no nos extraviemos”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Sé
paciente con Dios y contigo mismo. Una de las frustraciones de la vida
es que el programa de Dios raramente es igual al nuestro. A menudo
tenemos prisa, pero Dios no. Es posible que te sientas frustrado con el
progreso aparentemente lento que estás experimentando.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Recuerda que
Dios nunca anda deprisa, pero siempre llega a tiempo. Él usará toda tu
vida preparándote para tu papel en la eternidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Biblia está llena
de ejemplos de la manera en que Dios utiliza un largo proceso para
desarrollar el carácter, sobre todo en los líderes. Tomó ochenta años
para preparar a Moisés, incluyendo cuarenta en el desierto. Por 14.600
días Moisés siguió esperando y preguntándose: “¿Ya es hora?” Pero dios
seguía diciendo: “Todavía no”. Contrariamente a los títulos de los
libros populares, no hay Pasos fáciles para alcanzar la madurez o los
Secretos de la santidad instantánea. Cuando Dios quiere hacer crecer un
roble gigante, toma cien años; pero cuando quiere hacer un hongo, lo
hace en una noche. Las almas grandes crecen y se forman atravesando
luchas, tormentas y tiempos de sufrimiento. Ten paciencia con el
proceso. Santiago aconsejó: “No intentes salir de nada prematuramente.
Dejen que haga su trabajo para que ustedes lleguen a ser maduros y bien
desarrollados”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No te desanimes. Cuando Habacuc se deprimió porque
pensaba que Dios no estaba actuando con suficiente rapidez, dios le
dijo: “Las cosas que planeo no ocurrirán inmediatamente. Lentamente, con
tranquilidad, pero con certeza, se acerca el tiempo en que la visión se
cumplirá. Si parece muy lento, no desesperes, porque estas cosas
tendrán que ocurrir. Ten paciencia. No se retrasarán ni un solo día”. Un
retraso no significa negación de parte de Dios.<br />Recuerda cuánto has
progresado, no únicamente cuánto te falta. No estás donde quieres, pero
tampoco donde estabas. Hace años las personas usaban un botón muy
popular con las siguientes letras: PFTPDNHTCT. Es decir: “Por Favor Ten
Paciencia, Dios No Ha Terminado Conmigo Todavía”. Dios no ha terminado
contigo tampoco, así que sigue avanzando.<br />¡Hasta el caracol subió a bordo del arca por su perseverancia!</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA VEINTIOCHO<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: No hay atajos en el camino hacia la madurez.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra
en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús”.
Filipenses 1:6 (NVI).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿En qué aspecto de mi crecimiento espiritual necesito ser más paciente y perseverante?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-38657695796059851892015-02-14T05:30:00.000-04:302015-02-14T05:30:04.257-04:30 Día 27. Cómo derrotar la tentación.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 27.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Cómo derrotar la tentación.</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Huye de las cosas que suelen provocar malos<br />pensamientos... y apégate a lo que provoque<br />en ti el deseo de hacer el bien.</em>2º Timoteo 2:22 (BAD)<br /><br /><em>Pero recuerden esto: los malos deseos que les hayan<br />sobrevenido no son ni nuevos ni diferentes. Muchísimos<br />han pasado exactamente por las mismas situaciones.<br />ninguna tentación es irresistible. Pueden estar confiados<br />en la fidelidad de Dios, que no dejará que la tentación<br />sea más fuerte de lo que pueden resistir; Dios lo prometió<br />y jamás falta a su palabra. Ya verán que les muestra la<br />manera de escapar de la tentación para que puedan<br />resistirla con paciencia.</em>1º Corintios 10:13 (BAD)<br /><br /><b>Siempre hay una salida.</b></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">A
veces puedes sentir que una tentación es demasiado insoportable, pero
eso es mentira de Satanás. Dios ha prometido que nunca permitirá que
haya más sobre ti que lo que te pone dentro para vencerla. Él no te
permitirá ninguna tentación que no puedas superar. Sin embargo, también
debes hacer tu parte practicando cuatro claves bíblicas para derrotar la
tentación.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Vuelve a concentrar tu atención en algo diferente. Te
sorprenderá saber que en ninguna parte de la Biblia se nos dice que
debemos “resistir la tentación”. Se nos dice que “resistamos al diablo”,
pero eso es muy distinto, como explicaré más adelante. En cambio, se
nos aconseja que volvamos a enfocar nuestra atención porque resistir un
pensamiento no resulta. Sólo intensifica nuestro enfoque en lo malo y
fortalece su fascinación. Permíteme explicarte:<br />Cada vez que intentas
bloquear un pensamiento en tu mente, lo grabas más profundo en tu
memoria. Cuando lo resistes, en realidad lo refuerzas. Esto resulta
especialmente cierto en el caso de la tentación. No la derrotas luchando
contra los sentimientos que te produce. Cuanto más luchas contra un
sentimiento, tanto más te consume y controla. Realmente lo fortaleces
cada vez que piensas en él.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dado que la tentación siempre empieza con
un pensamiento, la manera más rápida para neutralizar su fascinación es
concentrarte en otra cosa. No luches contra ese pensamiento,
simplemente cambia el cauce de tu mente y procura interesarte en otra
idea. Este es el primer paso para derrotar la tentación.<br />La batalla
contra el pecado se gana o se pierde en la mente. Cualquier cosa que
atrape tu atención te atrapará a ti. Por eso Job dijo: “Hice un pacto
con mis ojos para no mirar con lujuria a ninguna mujer joven”. Y el
salmista oró: “Guárdame de prestar atención a lo que no tiene valor”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />¿Alguna
vez viste un anuncio comercial en la televisión promocionando una
comida y de repente sentiste hambre? ¿Has oído toser a una persona
alguna vez e inmediatamente sientes la necesidad de aclarar tu garganta?
¿Alguna vez viste a una persona abriendo la boca en un gran bostezo y
enseguida sentiste ganas de bostezar también? (¡Es posible que estés
bostezando ahora mismo mientras estás leyendo esto!) Ese es el poder de
la sugestión. En forma natural nos acercamos a cualquier cosa en la que
nos concentremos. Cuanto más pienses en algo, tanto más fuerte te
retendrá.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Por esa razón la repetición de “Debo dejar de comer
demasiado... o dejar de fumar... o dejar la lujuria” es una estrategia
de derrota. Te mantiene enfocado en lo que no quieres. Es como si
anunciaras: “Yo nunca voy a hacer lo que hizo mi madre”. Te estás
preparando para repetirlo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La mayoría de las dietas no resultan
porque lo mantienen a uno pensando en la comida todo el tiempo,
garantizando que tendremos hambre. Del mismo modo, un orador que se
repite a sí mismo todo el tiempo: “¡No te pongas nervioso!” ¡Se prepara
para ponerse nervioso! En cambio debería concentrarse en cualquier otra
cosa excepto en sus sentimientos: en Dios, en la importancia de su
discurso o en las necesidades de sus oyentes.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La tentación empieza
por captar tu atención. Lo que capta tu atención estimula tu deseo.
Después tus deseos activan tu conducta, y actúas con base en lo que
sentiste. Cuanto más te concentres en “No quiero hacer esto”, tanto más
fuerte te atraerá hacia su red.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Hacer caso omiso de una tentación es
más eficaz que luchar contra ella. En cuanto tu mente está en otra cosa,
la tentación pierde su poder. Así que, cuando la tentación te llame por
teléfono, no discutas con ella, ¡simplemente cuelga!<br />A veces esto
significa dejar físicamente una situación tentadora. Hay ocasiones en
que lo correcto es huir. Levántate y apaga la televisión. Aléjate de un
grupo que está contando chismes. Abandona el cine en medio de la
película. Para que las abejas no te piquen, quédate lejos del enjambre.
Haz lo que sea necesario para concentrarte en otra cosa.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Desde el
punto de vista espiritual, nuestra mente es el órgano más vulnerable.
Para reducir la tentación, mantén tu mente ocupada con la Palabra de
Dios y otros pensamientos buenos. Los pensamientos malos se derrotan
pensando en algo mejor. Este es el principio del reemplazo. Vence el mal
con el bien. Satanás no puede llamarnos la atención cuando nuestra
mente está preocupada con otra cosa. Por eso la Biblia nos aconseja
repetidas veces que mantengamos nuestras mentes enfocadas: “Consideren a
Jesús”. “Siempre piensen en Jesucristo”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />“Llenen sus mentes de las
cosas que son buenas y que merecen alabanza: cosas que son verdaderas,
nobles, correctas, puras, encantadoras, y honorables”.<br />Si realmente
quieres derrotar la tentación, debes organizar tu mente y monitorear tu
consumo de los medios de información. El hombre más sabio que haya
vivido jamás, advirtió: “Ten cuidado cómo piensas; tu vida está moldeada
por tus pensamientos”. No permitas que la basura entre a tu mente
indiscriminadamente. Sé selectivo. Escoge con cuidado en qué cosas vas a
pensar. Sigue el modelo de Pablo: “Llevamos cautivo todo pensamiento y
hacemos que se rinda y obedezca a Cristo”. Esto requiere una vida de
práctica, pero con la ayuda del Espíritu Santo puedes reprogramar tu
manera de pensar.<br />Revela tu lucha a un amigo consagrado o a un grupo de apoyo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No
tienes que hacer pública tu tentación al mundo entero, pero necesitas
contar con por lo menos una persona a quien expresarle con sinceridad
tus luchas. La Biblia dice: “Es mejor que tengas un amigo, a que estés
completamente solo... Si caes, tu amigo puede ayudarte. Pero si caes sin
tener un amigo cercano, estás realmente en problemas”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Aclaremos
esto: Si estás perdiendo la batalla contra un persistente y mal hábito,
una adicción o una tentación y estás atrapado en un círculo vicioso de
buenas intenciones, fracasos y culpa, ¡no te mejorarás por ti mismo!
Necesitas ayuda de otras personas. Algunas tentaciones sólo se superan
con la ayuda de un compañero que ora por ti, te anima y te ayuda a
asumir tu responsabilidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El plan de Dios para tu crecimiento y
libertad incluye a otros cristianos. La comunión auténtica y sincera es
el antídoto en la lucha solitaria contra los pecados difíciles de
abandonar. Dios dice que esta es la única manera para lograr liberarse:
“Confiésense unos a otros sus pecados y oren unos por otros, para que
sean sanados”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />¿Realmente quieres ser sanado de esa tentación que
sigue derrotándote de continuo? La solución de Dios es muy clara: ¡No la
reprimas, confiésala! ¡No la ocultes; manifiéstala! La revelación de tu
sentimiento es el principio de la sanidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si escondes tu dolor sólo
lo intensificas. Los problemas crecen en la oscuridad y se agrandan,
pero cuando son expuestos a la luz de la verdad, se encogen. Solo, estás
tan enfermo como tus secretos. Así que quítate la máscara, deja de
disimular que eres perfecto y camina hacia la liberación.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En la
Iglesia de Saddleback hemos visto el tremendo poder que tiene este
principio para debilitar las garras de las adicciones aparentemente
desesperantes y de las tentaciones persistentes a través de un programa
que desarrollamos llamado “Celebra la Recuperación”. Se trata de un
proceso bíblico de restauración, de ocho pasos, basado en las
bienaventuranzas de Jesús y organizado con base en pequeños grupos de
apoyo. En los últimos diez años más de cinco mil vidas han sido
liberadas de toda clase de hábitos, heridas y adicciones. Hoy el
programa se usa en miles de iglesias. Recomiendo que lo uses en tu
congregación (Apéndice 2).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Satanás quiere que pienses que tu pecado y
tentación son únicos y que, por lo tanto, los tienes que guardar en
secreto. La verdad es que todos estamos en el mismo barco. Todos
luchamos contra las mismas tentaciones y “todos hemos pecado” . Millones
han sentido lo mismo que tú y han enfrentado las mismas luchas que
tienes en este momento.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Escondemos nuestros defectos por orgullo.
Queremos que otros piensen que tenemos todo “bajo control”. La verdad es
que cualquier cosa de la que no puedas hablar ya está fuera de control
en tu vida: problemas con las finanzas, con tu matrimonio, con los
hijos, con pensamientos, con la sexualidad, con hábitos secretos o con
cualquier otra cosa. Si pudieras solucionarlos por ti mismo, ya lo
habrías hecho. Pero no puedes. La fuerza de voluntad y las resoluciones
personales no son suficientes.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Algunos problemas están demasiado
arraigados en ti, son hábitos demasiado fuertes y demasiado grandes como
para que puedas resolverlos solo. Necesitas un grupo pequeño o un
compañero mentor que te anime, te apoye, ore por ti, te ame
incondicionalmente y te pida cuentas. Después podrás hacer lo mismo por
ellos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Siempre que alguien me confía: “Yo nunca le he dicho esto a
nadie hasta ahora”, me emociono por esa persona porque sé que está a
punto de experimentar un gran alivio y liberación. La válvula de presión
va a ser liberada, y por primera vez vas a ver un rayo de esperanza en
tu futuro. Siempre sucede cuando hacemos lo que dios nos dice que
hagamos, reconociendo nuestras luchas a un amigo consagrado.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Permíteme
hacerte una pregunta difícil: ¿Hay algún problema que disimulas en tu
vida? ¿De qué cosas tienes miedo de hablar? No vas a resolverlo solo.
Sí, se necesita humildad para reconocer nuestras debilidades ante otros,
pero la misma falta de humildad es lo que nos impide mejorar. La Biblia
dice: “Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes: Así
que humíllense delante de Dios”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Resiste al diablo. Después de
humillarnos y de ponernos en manos de dios, debemos desafiar al diablo.
El reto de Santiago 4:7 dice: “Resistid al diablo y huirá de vosotros”.
No renunciamos pasivamente a sus ataques. Debemos enfrentarlo y luchar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El
Nuevo Testamento describe a menudo la vida cristiana como una batalla
espiritual contra las fuerzas malignas, usando términos de guerra como
pelear, conquistar, luchar y vencer. A menudo los cristianos somos
comparados con soldados que ocupan territorio enemigo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />¿cómo podemos
resistir al diablo? Pablo nos dice: “Que la salvación sea el casco que
proteja su cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que les da el
Espíritu Santo”. El primer paso es aceptar la salvación de Dios. No
serás capaz de decirle nada al diablo a menos que le hayas dicho que sí a
Cristo. Sin Cristo estamos indefensos contra el diablo, pero Dios
protege nuestras mentes con “el casco de la salvación”. Recuerda esto:
Si eres creyente, Satanás no puede obligarte a hacer nada; sólo puede
darte sugerencias.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Segundo, debes usar la Palabra de Dios como tu
arma contra Satanás. Jesús nos dejó su ejemplo; el diablo lo tentó en el
desierto. Cada vez que Satanás sugería una tentación, Jesús se oponía
citando las Escrituras. Él no discutió con Satanás. Ni dijo: “Yo no
tengo hambre”, cuando el diablo lo tentó a que usara su poder para
satisfacer una necesidad personal. Simplemente citó las Escrituras de
memoria. Nosotros debemos hacer lo mismo. Hay poder en la Palabra de
Dios, y Satanás le tiene miedo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Nunca trates de discutir con el
diablo. Él discute mejor que tú, porque ha tenido miles de años para
practicar. No puedes engañar a Satanás con la lógica o con tu opinión,
pero sí puedes usar el arma que lo hace temblar: la verdad de Dios. Por
eso la memorización de las Escrituras es absolutamente esencial para
derrotar la tentación. Tienes acceso rápido a ella en cuanto eres
tentado. Al igual que Jesús, tienes la verdad guardada en tu corazón,
pronta para ser recordada.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />¡Si no has memorizado ningún versículo de
la Biblia, tu arma está descargada! Así que te desafío a memorizar un
versículo por semana de ahora en adelante. Imagínate cuánto más fuerte
llegarás a ser.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Percátate de tu vulnerabilidad. Dios nos advierte:
Nunca debemos ser arrogantes ni confiados en exceso; esto es la receta
para el desastre. Jeremías dijo: “Nada hay tan engañoso como el corazón.
No tiene remedio”. Eso significa que somos buenos para engañarnos a
nosotros mismos. Dadas las circunstancias correctas, cualquiera es capaz
de cometer pecado. Nunca debemos bajar la guardia, ni pensar que la
tentación no nos puede alcanzar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No te coloques descuidadamente en
situaciones tentadoras. Evítalas. recuerda que es más fácil huir de la
tentación que salir de ella. La Biblia dice: “No sean tan ingenuos ni
tengan tanta confianza en sí mismos. Ustedes no están eximidos. Podrían
tropezar y caer de plano tan fácilmente como cualquier otra persona.
Olvídense de la confianza en sí mismos; es inútil. Cultiven la confianza
en Dios”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA VEINTISIETE<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Siempre hay una salida.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Puedes estar confiado en la fidelidad de dios, que no
dejará que la tentación sea más fuerte de lo que puedes resistir; Dios
lo prometió y jamás falta a su palabra. Ya verás que te muestra la
manera de escapar de la tentación; para que puedas resistirla con
paciencia”. 1º Corintios 10:13 (BAD).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar:
¿A quién le puedo pedir que sea mi compañero espiritual, para que orando
por mí me ayude a derrotar una tentación persistente?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-5831343417746184252015-02-13T05:30:00.000-04:302015-02-13T05:30:03.422-04:30 Día 26. Crecimiento a través de la tentación.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 26.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Crecimiento a través de la tentación.</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Dichoso el hombre que no cede a hacer<br />lo malo, cuando es tentado,<br />porque un día recibirá la corona de vida que Dios ha<br />prometido a los que lo aman.</em>Santiago 1:12 (BAD)<br /><br /><em>Mis tentaciones han sido mi maestría en teología</em>Martín Lutero.<br /><br /><b>Cada tentación es una oportunidad para hacer el bien.</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En
el camino hacia la madurez espiritual, hasta la tentación llega a ser
un escalón más que una piedra de tropiezo cuando comprendes que puede
ser tanto una ocasión para hacer lo correcto como para hacer lo
incorrecto. La tentación solamente proporciona una elección. Aunque es
el arma principal de Satanás para destruirte, Dios quiere usarla para tu
desarrollo. Cada vez que escoges hacer lo bueno en lugar de pecar,
estás madurando en el carácter de Cristo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Para entender esto, primero
debes identificar las cualidades del carácter de Jesús. Una de las
descripciones más conocidas de su carácter es el fruto del Espíritu:
“Cuando el Espíritu Santo controla nuestras vidas, Él producirá este
tipo de fruto en nosotros: amor, alegría, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fidelidad, mansedumbre, y autocontrol”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Estas nueve
cualidades son una ampliación del Gran Mandamiento y describen un
hermoso retrato de Jesucristo. Él es perfecto amor, gozo, paz,
paciencia, y todos los otros frutos incorporados en una sola persona.
Tener el fruto del Espíritu es ser como Cristo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />¿Cómo, entonces,
produce el Espíritu Santo estos nueve frutos en tu vida? ¿Los crea al
instante? ¿Te despertarás un día y te llenarás de repente de estas
características totalmente desarrolladas? No. La fruta siempre madura y
llega a su punto lentamente.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La siguiente frase es una de las
verdades espirituales más importantes que podrás llegar a aprender
alguna vez: ¡Dios desarrolla el fruto del Espíritu en tu vida,
permitiéndote experimentar circunstancias en las que seas tentado para
producir exactamente la cualidad contraria! El desarrollo del carácter
siempre involucra una elección, y la tentación proporciona esa
oportunidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Por ejemplo, Dios nos enseña a amar poniéndonos personas
desagradables a nuestro alrededor. No requieres fuerza de voluntad para
amar a las personas que son encantadoras y amorosas contigo. Dios nos
enseña el verdadero gozo en medio de la tristeza, cuando nos volvemos a
Él. La felicidad depende de las circunstancias externas, pero el gozo
está basado en tu relación con Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dios desarrolla la paz verdadera
dentro de nosotros, no haciendo que las cosas vayan de la manea en que
lo habíamos planeado, sino permitiendo tiempos de caos y confusión.
Cualquiera puede tener paz observando un hermoso ocaso o descansando
cuando está de vacaciones. Aprendemos la paz verdadera cuando escogemos
confiar en Dios a pesar de las circunstancias cuando estamos tentados a
preocuparnos o a tener miedo. De igual modo, la paciencia se desarrolla
en las circunstancias que nos obligan a esperar, cuando estamos tentados
a enfadarnos o a punto de explotar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dios utiliza la situación
opuesta de cada fruto para que tengamos la posibilidad de elegir. No
puedes decir que eres bueno si nunca has sido tentado a ser malo. No
puedes decir que eres fiel si nunca has tenido la oportunidad de ser
infiel.<br />La integridad se construye derrotando la tentación a ser
deshonestos; la humildad crece cuando nos negamos a ser orgullosos; y
desarrollas la paciencia cada vez que rechazas la tentación de rendirte.
¡Cada vez que derrotas una tentación te pareces más a Jesús!<br /><br /><b>CÓMO OPERA LA TENTACIÓN</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Nos
ayuda saber que Satanás es completamente predecible. Él ha usado la
misma estrategia y las viejas artimañas desde la creación. Todas las
tentaciones siguen el mismo modelo. Por eso Pablo dijo: “No ignoramos
sus artimañas”. De la Biblia aprendemos que la tentación sigue un
proceso de cuatro pasos, los mismos que Satanás usó tanto con Adán y Eva
como con Jesús.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En el primer paso, Satanás identifica un deseo
dentro de ti. Puede ser un deseo pecaminoso, como el de venganza o de
manipular a otros, o puede ser uno legítimo y normal, como el deseo de
ser amado y valorado o de sentir placer. La tentación empieza cuando
Satanás te sugiere (con un pensamiento) que cedas a un deseo malo o que
se cumpla un deseo legítimo de manera equivocada o en el momento errado.
Ten siempre cuidado con los atajos. ¡A menudo son tentaciones! Satanás
susurra: “¡Te lo mereces! ¡Debes tenerlo ahora! Será emocionante...
reconfortante... o te hará sentir mejor”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Pensamos que la tentación
está alrededor de nosotros, pero Dios dice que empieza dentro de
nosotros. Si no tuvieras ningún deseo interno, no podría atraerte. La
tentación siempre empieza en tu mente, no en las circunstancias. Jesús
dijo: “Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos
pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los
adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la
envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males
vienen de adentro y contaminan a la persona”. Santiago nos dice que hay
“un ejército de malos deseos dentro de nosotros”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El segundo paso es
la duda. Satanás trata de conseguir que dudes de lo que Dios ha dicho
sorbe el pecado: ¿Es realmente malo? ¿Es verdad que Dios dijo que no lo
hagas? ¿No será que Dios dio esta prohibición para otra persona o para
otra época? ¿Acaso Dios no quiere que yo sea feliz? La Biblia advierte:
“¡Tengan cuidado! No permitan que los malos pensamientos o las dudas
hagan que alguno de ustedes se aparte del Dios vivo”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El tercer paso
es el engaño. Satanás es incapaz de decir la verdad; la Biblia lo llama
“el Padre de mentiras”. Cualquier cosa que te diga será falsa o
simplemente una verdad a medias. Satanás ofrece su mentira para
reemplazar lo que Dios ya ha dicho en su Palabra. Satanás dice: “No
morirás. Serás tan sabio, como Dios. Puedes salirte con la tuya. Nadie
lo sabrá. Resolverás tus problemas. Además, todos lo hacen. Sólo es un
pecado pequeño”. Pero un pecado pequeño es como estar “un poco
embarazada”: finalmente quedará en evidencia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El cuarto paso es la
desobediencia. Al final te comportarás de acuerdo con lo que estuviste
maquinando en tu mente. Lo que comenzó como una idea al fin sale a luz
en la conducta. Cedes ante lo que capte tu atención. Crees las mentiras
de Satanás y caes en la trampa de la que te advierte Santiago: “Cada uno
es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen.
Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado,
una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte. Mis queridos
hermanos, no se engañen”.<br /><br /><b>CÓMO VENCER LA TENTACIÓN</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Entender cómo opera la tentación ya es en sí mismo útil, pero hay pasos específicos que necesitas dar para vencerla.<br />Rehúsa
ser intimidado. Muchos cristianos se asustan y se desmoralizan con
pensamientos tentadores, se sienten culpables porque no están “por
encima” de la tentación. Se sienten avergonzados por el solo hecho de
ser tentados. No han entendido correctamente en qué consiste la madurez.
Nunca podremos dejar atrás la tentación.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En un sentido puedes
considerar la tentación como un cumplido. Satanás no tiene que tentar a
los que están haciendo su mala voluntad; ya son de él. La tentación es
una señal de que Satanás te odia, no de tu debilidad o mundanalidad.
También es una parte normal del ser humano y del hecho de vivir en un
mundo caído. No te sorprendas ni te asustes o descorazones por ser
tentado. Sé realista en cuanto a la incapacidad de evitar la tentación;
nunca podrás evitarla completamente. La Biblia dice: “Cuando sean
tentados...”, no dice “si son tentados”. Pablo aconseja: “Ustedes no han
sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No es
un pecado ser tentado. Jesús lo fue, sin embargo nunca pecó. La
tentación sólo se convierte en pecado cuando cedes ante ella. Martín
Lutero dijo: “Usted no puede impedir que los pájaros vuelen encima de su
cabeza, pero puede impedir que hagan un nido en su pelo”. No puedes
impedir que el diablo te sugiera determinados pensamientos, pero si
puedes decidir no darles cabida o actuar con base en ellos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Por
ejemplo, muchas personas no distinguen la diferencia que hay entre la
atracción física o la excitación sexual y la lujuria. No son lo mismo.
Dios nos creó como seres sexuales, y eso es bueno. La atracción y la
excitación son respuestas naturales, espontáneas y dadas por Dios a la
belleza física, mientras que la lujuria es un acto deliberado de la
voluntad.<br />La lujuria es la opción de cometer en tu mente lo que te
gustaría hacer con tu cuerpo. Puedes sentirte atraído o incluso excitado
y, sin embargo, decidir no pecar por lujuria. Muchas personas, sobre
todo los varones cristianos, se sienten culpables porque las hormonas
que Dios les dio se les alborotan. Cuando automáticamente una mujer
atractiva les llama la atención, suponen que es lujuria y se sienten
avergonzados y condenados. Pero la atracción no es lujuria hasta que se
le da cabida.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Realmente, cuanto más te acercas a Dios, tanto más
Satanás tratará de tentarte. En cuanto llegaste a ser un hijo de Dios,
Satanás, como un mafioso que contrata asesinos a sueldo, “puso precio a
tu cabeza”. Eres su enemigo, y él está tramando tu caída.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />A veces,
mientras oras, Satanás sugerirá un pensamiento raro o malo simplemente
para distraerte y avergonzarte. No te alarmes ni te avergüences por eso,
pero comprende que Satanás le tiene miedo a tus oraciones e intentará
hacer cualquier cosa para detenerlas. En lugar de condenarte con “¿Cómo
se me ocurrió un pensamiento así?”, piensa que es una distracción de
Satanás e inmediatamente vuelve a concentrarte en Dios-</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Reconoce lo
que te tienta y prepárate. Ciertas situaciones te hacen más vulnerable a
la tentación que otras. Algunas circunstancias te harán tropezar casi
de inmediato, mientras que otras no te molestarán mucho. Estas
situaciones son particulares para tus debilidades y necesitas
identificarlas porque ¡Satanás las conoce con toda seguridad! Él sabe
exactamente qué es lo que te hace tropezar y trabaja constantemente para
ponerte en esas circunstancias. Pedro advierte: “Manténganse en alerta.
El diablo está en posición para saltar; y anda le gustaría más que
encontrarlos tomando una siesta”.<br />Pregúntate: “¿Cuándo me siento más
tentado? ¿Qué día de la semana? ¿A qué hora del día?” Pregunta: “¿Dónde
me siento más tentado? ¿En el trabajo? ¿En casa? ¿En la casa de un
vecino? ¿En un centro deportivo? ¿En el aeropuerto o en un motel fuera
de la ciudad?”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Pregúntate: “¿Quién está conmigo cuando soy más
tentado? ¿Los amigos? ¿Los colaboradores? ¿Una muchedumbre de extraños?
¿Cuándo estoy solo?” También pregúntate: “¿Cómo me siento por lo general
cuando soy más tentado?” Puede ser cuando estás cansado o solo o
aburrido o deprimido o bajo estrés. Puede ser cuando sientes que te han
lastimado o estás enfadado o angustiado, o después de un gran éxito o
cuando espiritualmente te sientes en la cima.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Debes identificar tu
modelo particular de tentación y luego prepararte para evitar esas
situaciones tanto como sea posible. La Biblia nos dice repetidamente que
nos anticipemos y estemos listos para enfrentar la tentación. Pablo
dijo: “No le den ninguna oportunidad al diablo”. La planeación sabia
reduce la tentación. Sigue el consejo de Proverbios, que nos aconseja:
“Planeen cuidadosamente lo que hacen... Eviten el mal y caminen
directamente hacia delante. No se desvíen ni un paso del camino
correcto”. “El pueblo de Dios evita los caminos malos, y se protege
mirando por dónde va”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Pídele ayuda a Dios. El cielo tiene una línea
abierta para las emergencias las veinticuatro horas del día. Dios quiere
que le pidas ayuda para superar la tentación. Él dice: “Llámame cuando
estés angustiado; yo te libraré, y tú me honrarás”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Yo llamo a esto
una oración “microondas” porque es rápida y a punto: ¡Socorro! ¡SOS!
¡Ayuda! Cuando la tentación azota, no hay tiempo para mantener una
conversación larga con Dios; simplemente clamamos a Dios. David, Daniel,
Pedro, Pablo, y otros millones, han orado este tipo de plegaria
instantánea pidiendo ayuda en medio de los problemas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Biblia
garantiza que nuestro clamor por ayuda será oído porque Jesús se
solidariza con nuestras luchas. Él enfrentó las mismas tentaciones que
nosotros. Él “entiende nuestras debilidades, porque Él enfrentó todas
las mismas tentaciones que nosotros, sin embargo, Él no pecó”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si
Dios está esperando para ayudarnos a derrotar la tentación, ¿por qué no
nos volvemos a Él más a menudo? A decir verdad, ¡a veces no queremos que
nos ayude! Preferimos ceder a la tentación aunque sabemos que es malo.
En ese momento pensamos que sabemos lo que es mejor para nosotros más
que Dios.<br />En otros momentos nos avergonzamos de pedirle ayuda porque
seguimos cediendo a la misma tentación una y otra vez. Pero Dios nunca
se irrita, no se aburre ni se impacienta cuando seguimos recurriendo a
Él. La Biblia dice: “Por lo tanto, tengamos confianza y acerquémonos al
trono de Dios, donde hay gracia. Allí recibiremos misericordia y
hallaremos gracia para ayudarnos exactamente cuando la necesitamos”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El
amor de Dios es eterno, y su paciencia es para siempre. Si tienes que
clamar pidiéndole ayuda a Dios doscientas veces al día para derrotar
cierta tentación en particular, Él estará más que dispuesto a brindarte
su misericordia y su gracia, así que acércate a él con confianza. Pídele
que te dé poder para hacer lo correcto y luego espera que te lo
proporcione.Las tentaciones nos mantienen dependiendo constantemente de
Dios. Así como las raíces crecen más firmes cuando el viento arrecia
contra un árbol, cada vez que resistes una tentación te asemejas más a
Jesús. Cuando tropieces ¾y tropezarás¾ no pienses que es una fatalidad.
En lugar de ceder o rendirte, mira a Dios, espera que Él te ayude, y
recuerda la recompensa que te espera: “Dichoso el que resiste la
tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que
Dios ha prometido a quienes lo aman”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA VEINTISEIS<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Cada tentación es una oportunidad para hacer el bien.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir
aprobado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo
aman”. Santiago 1:12 (NVI).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿Qué cualidad del carácter de Cristo puedo desarrollar si derroto la tentación más común que enfrento?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-15448095898835825002015-02-12T05:30:00.000-04:302015-02-12T05:30:04.677-04:30 Día 25. Transformados por los problemas. <div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 25
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span><strong>Transformados por los problemas.</strong></span></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span></span><em>Pues los sufrimientos ligeros y pasajeros que ahora</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>padecemos producen una gloria eterna que vale</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>muchísimo más que todo sufrimiento.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em></em>2º Corintios 4:17 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><em>El fuego del sufrimiento hace relucir</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>el oro de la consagración.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em></em>Madame Guyon.</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>Dios tiene un propósito detrás de cada problema.</b></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Él
se vale de las circunstancias para desarrollar nuestro carácter. En
efecto, Él depende más de las circunstancias para hacernos más como
Jesús que de nuestra lectura de la Biblia. La razón es obvia: Enfrentas
circunstancias veinticuatro horas al día.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Jesús nos advirtió que
tendríamos problemas en el mundo. Nadie es inmune al dolor, nadie puede
evitar el sufrimiento y nadie consigue deslizarse a través de la vida
sin problemas. La vida es una serie de conflictos. Cada vez que logramos
solucionar uno, hay otro esperando para ocupar su lugar. No todos son
grandes, pero todos son significativos en el proceso de crecimiento de
Dios para ti. Pedro nos asegura que los problemas son normales:
“Queridos hermanos en Cristo, no se sorprendan de tener que afrontar
problemas que ponen a prueba su confianza en Dios. Eso no es nada
extraño”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios usa los problemas para acercarte a Él. La Biblia dice:
“El Señor está cerca de los que tienen el corazón quebrantado; libra a
los que tienen el espíritu aplastado”. Tus experiencias de adoración más
profundas probablemente ocurran en tus días más oscuros, cuando tu
corazón esté destrozado, cuando te sientas abandonado, cuando ya no
tengas opciones, cuando el dolor sea enorme: y sólo te quede recurrir a
Dios. Durante el sufrimiento aprendemos a pronunciar nuestras oraciones
más auténticas, más sentidas y más sinceras con Dios. Cuando estamos
sufriendo, no tenemos energía para oraciones superfluas.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Joni
Eareckson Tada escribió: “Cuando la vida es color rosa, podemos
deslizarnos por ella sabiendo de Jesús, imitándolo, citándolo y hablando
de Él. Pero sólo durante el sufrimiento lo conocemos”. En los momentos
de sufrimiento aprendemos cosas acerca de Dios que no podríamos de otra
manera.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios pudo haber evitado que José fuera a la cárcel, que a
Daniel lo pusieran en el foso de los leones, que a Jeremías lo echaran
en la mazmorra, que Pablo naufragara tres veces, y que los tres jóvenes
hebreos fueran echados en el horno de fuego; pero no lo hizo. Dios
permitió que esos problemas sucedieran y, como resultado, esas
circunstancias acercaron a cada uno de ellos a Dios.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Los problemas
nos obligan a mirar a Dios y a depender de Él más que de nosotros
mismos. Pablo testificó de este beneficio: “Nos pareció que estábamos ya
sentenciados a muerte y vimos lo inútiles que éramos para escapar; pero
eso fue lo bueno, porque entonces lo dejamos todo en las manos del
único que podía salvarnos: Dios”. Nunca sabrás que Dios es todo lo que
necesitas hasta que Él sea todo lo que tengas.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Sin considerar la
causa, ninguno de tus problemas podrían suceder si Dios no lo permite.
Todo lo que le pase a un hijo de Dios es filtrado por el Padre, y Dios
piensa usarlo para bien, aun cuando la intención de Satanás y otros sea
para el mal.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Porque Dios es el soberano que todo lo controla, los
accidentes son sólo incidentes en el buen plan que tiene para ti. Como
todos los días de tu vida se escribieron en el calendario de dios desde
antes de que nacieras, todo lo que te pasa tiene significado espiritual.
¡Todo! Romanos 8:28-29 explica por qué: “Sabemos que Dios dispone todas
las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de
acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano
también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>CÓMO ENTENDER ROMANOS 8:28-29</b></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Este
es uno de los pasajes bíblicos más mal citados y mal entendidos de la
Biblia. No dice: “Dios hace que todo suceda como yo quiero”. Obviamente
eso no es cierto. Tampoco dice: “Dios hace que todo suceda para tener un
final feliz sobre la tierra”. Eso tampoco sería verdad. Hay muchos
finales infelices sobre la tierra.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Vivimos en un mundo caído. Sólo en
el cielo se hace todo perfectamente con Dios quiere. Por eso se nos
dice que oremos: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en
la tierra”. Para entender cabalmente Romanos 8:28-29 debes considerar
frase por frase.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">“Sabemos”: Nuestra esperanza en los tiempos
difíciles no se basa en el pensamiento positivo, la expresión de buenos
deseos o en un optimismo natural. Es una certeza basada en las verdades
siguientes: que Dios tiene el control completo de nuestro universo y que
nos ama.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">“...que Dios dispone...”: Hay un Gran Diseñador detrás de
todo. Tu vida no es el resultado de una opción aleatoria, el destino o
la suerte. Hay un plan maestro. La historia es su historia. Dios ejerce
su influencia. Nosotros cometemos errores, pero Él nunca yerra. Dios no
puede equivocarse porque es Dios.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">“...todas las cosas...”: El plan de
Dios para tu vida involucra todo lo que te pasa, incluyendo tus
errores, pecados y heridas. La enfermedad, las deudas, los desastres, el
divorcio y la muerte de los seres queridos. Dios puede producir algo
bueno del peor mal. Ya lo hizo en el Calvario.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">“...para...”: No
separada o independientemente. Los acontecimientos de tu vida obran
juntos en el plan de dios. No son actos aislados, sino partes
interdependientes del proceso para hacerte como Cristo. Para hacer un
pastel usas harina, sal, huevos crudos, azúcar y aceite. Si se comen por
separado, cada ingrediente es bastante desagradable o incluso amargo.
Pero al cocinarlos juntos se vuelven deliciosos. Si pones en las manos
de Dios todas tus experiencias, tristes y desagradables, Él las mezclará
para el bien.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">“...el bien...”: Esto no dice que todo en la vida sea
bueno. Mucho de lo que pasa en nuestro mundo es vil y malo, pero Dios se
especializa en producir algo bueno de todo lo que pase. En el árbol
genealógico oficial de Jesucristo, figuran cuatro mujeres en la lista:
Tamar; Rahab, Rut y Betsabé. Tamar sedujo a su suegro para quedar
embarazada. Rahab era una prostituta. Rut ni siquiera era judía y
quebrantó la ley casándose con un hombre judío. Betsabé cometió
adulterio con David, que resultó ser el asesino de su marido. Estas
mujeres no se destacaban precisamente por su buena reputación, pero Dios
produjo lo bueno de lo que era malo, y Jesús vino de ese linaje. El
propósito de dios está por encima de nuestros problemas, de nuestro
dolor o incluso de nuestro pecado.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">“...de quienes aman (a Dios), los
que han sido llamados...”: Esta promesa es sólo para los hijos de Dios.
No es para todos. Todas las cosas obran para el mal de los que viven
oponiéndose a Dios e insisten en hacer lo que quieren.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">“...de acuerdo
con su propósito...”: ¿Cuál es ese propósito? Que seamos “a imagen de
su Hijo”. Todo lo que Dios permite que pase en tu vida, ¡lo permite para
cumplir con ese propósito!</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>CÓMO FORJAR UN CARÁCTER SEMEJANTE AL DE CRISTO</b></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Somos
como joyas talladas con el martillo y el cincel de la adversidad. Si el
martillo de un joyero no tiene la fuerza suficiente para limar nuestras
asperezas, Dios usará su mazo. Si realmente somos tercos, utilizará un
taladro. Empleará cualquier cosa que tenga que usar.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Todos los
problemas son una oportunidad para forjar el carácter, y cuanto más
difícil sea, mayor será el potencial para construir el músculo
espiritual y la fibra moral. Pablo dijo: “Sabemos que el sufrimiento
produce paciencia. Y la paciencia, entereza de carácter”. Lo que pasa
fuera de tu vida no es tan importante como lo que sucede dentro. Las
circunstancias son temporales, pero tu carácter durará para siempre.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">A
menudo la Biblia compara las pruebas con el fuego de una refinería de
metales que funde las sustancias para quitar las impurezas. Pedro dijo:
“Estos problemas vienen a demostrar que su fe es pura. Esta fe vale
mucho más que el oro”. A un platero le preguntaron: “¿Cómo sabe usted
cuándo la plata es pura?” Él contestó “Cuando me veo reflejado en ella”.
Una vez que has sido refinado por las pruebas, la gente puede ver
reflejado a Jesús en ti. Santiago dijo: “Bajo la presión, su vida de fe
queda al descubierto y muestra sus colores verdaderos”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">YA QUE LA
INTENCIÓN DE DIOS ES HACERTE COMO JESÚS, TE LLEVARÁ A TRAVÉS DE LAS
MISMAS EXPERIENCIAS QUE ATRAVESÓ SU HIJO, INCLUIDAS LA SOLEDAD, LA
TENTACIÓN, EL ESTRÉS, LA CRÍTICA, EL RECHAZO Y MUCHOS OTROS PROBLEMAS.
LA BIBLIA AFIRMA QUE JESÚS “APRENDIÓ LA OBEDIENCIA POR LO QUE PADECIÓ” Y
“FUE PERFECCIONADO POR EL SUFRIMIENTO”. ¿POR QUÉ HABRÍA DE EXIMIRNOS
DIOS DE LO QUE ÉL MISMO LE PERMITIÓ EXPERIMENTAR A SU PROPIO HIJO? PABLO
DIJO:”NOSOTROS PASAMOS EXACTAMENTE POR LO MISMO QUE ATRAVIESA CRISTO.
¡SI PASAMOS POR TIEMPOS DIFÍCILES CON ÉL, ENTONCES SEGURAMENTE PASAREMOS
POR LOS TIEMPOS BUENOS CON ÉL!”.CÓMO ENFRENTAR LOS PROBLEMAS COMO
CRISTO</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Los problemas no producen automáticamente los resultados que
Dios quiere. Muchas personas se vuelven amargadas, en vez de mejorar, y
nunca crecen. Tú tienes que responder de la manera en que Jesús lo
hubiera hecho.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Recuerda que el plan de Dios es bueno. Dios sabe lo
que es mejor para ti y en su corazón tiene presente tus mejores
intereses. Dios le dijo a Jeremías: “Los planes que tengo para ti (son)
planes para prosperarte y no para dañarte, planes para darte esperanza y
un futuro”. José entendió esta verdad cuando le dijo a sus hermanos que
lo habían vendido como esclavo: “Ustedes pensaron dañarme, pero Dios lo
pensó para bien”. Ezequías se hizo eco del mismo sentimiento al
referirse a su enfermedad mortal: “Fue por mi propio bien que yo pasé
ese tiempo tan difícil”. Siempre que Dios te diga no a tu pedido de
alivio, recuerda: “Dios está haciendo lo mejor para nosotros,
entrenándonos para vivir para Él de la mejor y más santa manera”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Es
vital que te concentres en el plan de Dios, no en tu dolor o en tu
problema. Así es cómo Jesús soportó el dolor de la cruz, y así se nos
insta a seguir su ejemplo: “Mantengamos fijos los ojos en Jesús que, sin
importarle lo oprobioso de tal muerte, estuvo dispuesto a morir en la
cruz porque sabía el gozo que tendría después”. Corrie ten Boom, que
estuvo recluida y sufriendo en un campo de concentración nazi, explicó
el poder del pensamiento concentrado: “Si miras al mundo, te afligirás.
Si miras tu interior, te deprimirás. Pero si miras a Cristo,
¡reposarás!” tu enfoque determina tus sentimientos. El secreto de la
paciencia es recordar que tu dolor es temporal, pero tu recompensa
eterna. Moisés soportó una vida de problemas “porque tenía la mirada
puesta en la recompensa”. Pablo resistió las penalidades de la misma
manera. Él dijo: “Nuestros problemas presentes son bastante pequeños y
no durará mucho tiempo. ¡Sin embargo producen para nosotros una gloria
inmensamente grande que durará para siempre!”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">No cedas ante el
pensamiento a corto plazo. Mantén tu mirada enfocada en el resultado
final: “Si hemos de compartir su gloria, también debemos compartir su
sufrimiento. Lo que sufrimos ahora no es nada comparado con la gloria
que Él nos dará después”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Regocíjate y da gracias. La Biblia nos
dice: “den gracias a Dios en toda situación, porque esta es la voluntad
para ustedes en Cristo Jesús”. ¿Cómo es posible eso? Considera que Dios
nos dice que demos gracias “en todas las circunstancias”, no “por todas
las circunstancias”. Dios no espera que le agradezcas por el mal, el
pecado, el sufrimiento o por sus consecuencias dolorosas en el mundo. En
cambio, quiere que le agradezcas porque usará tus problemas para
cumplir sus propósitos.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia dice: “Alégrense siempre en el
Señor”. No dice: “Alégrense por su dolor”. Eso es masoquismo. Te
regocijas “en el Señor”. No importa qué problemas estés pasando, puedes
regocijarte en el amor de Dios, su cuidado, su sabiduría, su poder y
fidelidad, Jesús dijo: “Alégrense, salten de alegría, porque en el cielo
obtendrán una gran recompensa”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">También podemos alegrarnos al saber
que Dios está con nosotros en medio del dolor. No servimos a un Dios
distante y aislado que nos dispara frases alentadoras desde un flanco
seguro. Todo lo contrario, Él entra en nuestro sufrimiento. Jesús lo
hizo en la Encarnación, y su Espíritu lo hace ahora en nosotros. Dios
nunca nos dejará solos.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Niégate a darte por vencido. Se paciente y
persistente. La Biblia dice: “Dejen que el proceso continúe hasta que su
paciencia se desarrolle totalmente, y encontrarán que se han vuelto
como un hombre de carácter maduro... sin debilidades”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La formación
del carácter es un proceso lento. Siempre que tratemos de evitar o
eludir las dificultades de la vida, hacemos cortocircuito en el proceso,
retardamos nuestro crecimiento y realmente terminamos sufriendo una
clase de dolor que es peor: el tipo de dolor sin sentido que acompaña la
negación y la evasión.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Cuando asumes las consecuencias eternas del
desarrollo de tu carácter, no pronuncias tanto oraciones del tipo
“Consuélame” (“Ayúdame a sentirme bien”), sino que tus oraciones serán
más bien “Adáptame” (“Usa esto para hacerme más como tú”).</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Sabrás que
estás en proceso de maduración cuando empieces a ver la mano de Dios en
las circunstancias más variadas, confusas y aparentemente vanas de la
vida.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Si estás enfrentando un problema ahora mismo, no preguntes:
“¿Por qué a mi?”. Pregunta en cambio: “¿Qué quieres que aprenda?”
Después confía en Dios y sigue haciendo lo que es correcto. “ustedes
necesitan mantenerse firmes, permaneciendo en el plan de Dios para poder
estar allí cuando tenga lugar la plenitud prometida”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">No te des por vencido: ¡Madura!.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA VEINTICINCO<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Hay un propósito detrás de cada problema.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Ahora bien, sabemos que dios dispone todas las cosas
para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo
con su propósito”. Romanos 8:28 (NVI).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿Qué problema en mi vida me ha permitido crecer más?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-35163992375629324172015-02-11T05:30:00.000-04:302015-02-11T05:30:05.410-04:30Día 24. Transformados por la verdad. <div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 24
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-body entry-content" id="post-body-2207589469956550369" itemprop="description articleBody" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Transformados por la verdad. </span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><em>“La gente necesita más que pan para vivir; y deben<br />alimentarse con cada Palabra de Dios”.</em>Mateo 4:4 (BAD)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><em>“Ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su<br />gracia, mensaje que tiene poder para transformarles<br />y darles herencia”.</em>Hechos 20:32 (NVI).</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>La verdad te transforma.</b></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El
crecimiento espiritual es el proceso que reemplaza las mentiras con la
verdad. Jesús oró: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad”.
Para la santificación se requiere revelación. El Espíritu de Dios
utiliza la Palabra de Dios para hacernos como el Hijo de Dios. Para
llegar a ser como Jesús, debemos llenar nuestras vidas de su Palabra. La
Biblia dice: “Por medio de la Palabra somos reunidos y formados para
las tareas que Dios tiene para nosotros”</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Palabra de Dios es
diferente a cualquier otra palabra. Es viva. Jesús dijo: “Las palabras
que les he hablado son espíritu y son vida”. Cuando Dios habla, las
cosas cambian. Todo alrededor de ti toda la creación¾ existe porque
“Dios lo dijo”. Él habló e hizo que todo existiera. Sin la palabra de
Dios ni siquiera estarías vivo. Santiago señala: “Dios decidió darnos
vida por medio de la palabra de verdad para que podamos ser lo más
importante de todas las cosas que Él hizo”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Biblia es mucho más
que una guía doctrinal. ¡Genera vida, crea fe, produce cambios, asusta
al diablo, realiza milagros, sana heridas, edifica el carácter,
transforma las circunstancias, imparte alegría, supera la adversidad,
derrota la tentación, infunde esperanza, libera poder, limpia nuestras
mentes, hace que las cosas existan y garantiza nuestro futuro para
siempre! ¡Aleluya! ¡No podemos vivir sin la Palabra de Dios! Nunca la
menosprecies. Debemos considerarla tan esencial para nuestra vida como
la comida. Job dice: “En lo más profundo de mi ser he atesorado las
palabras de su boca”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Palabra de Dios es el alimento espiritual
que debes tener para cumplir tu propósito. A la Biblia se le llama
nuestra leche, pan, comida sólida y postre. Esta comida de cuatro platos
es el menú del Espíritu para la fortaleza y el crecimiento espiritual.
Pedro nos advierte: “Deseen con ansias la leche pura de la palabra...
Así, por medio de ella, crecerán en su salvación”.<br /><br /><b>PERMANECE EN LA PALABRA DE DIOS</b></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Nunca
hubo tantas Biblias impresas como hoy; sin embargo, una en una repisa
no tiene ningún valor. Millones de creyentes sufren anorexia espiritual,
mueren de hambre por causa de desnutrición espiritual. Para ser un
discípulo robusto de Jesús, alimentarte de la Palabra de Dios debe ser
tu prioridad. Jesús usó la palabra “permanecer” para referirse a eso. Él
dijo: “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis
discípulos”. En la vida diaria, permanecer en la Palabra de Dios implica
tres acciones.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Debo aceptar su autoridad. La Biblia debe llegar a
ser la guía de autoridad de mi vida: la brújula en la que confío como mi
guía, el consejo que escucho para tomar decisiones sabias y la
referencia para evaluar todo. La Biblia debe ser la primera y la última
palabra en mi vida.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Muchos de nuestros problemas ocurren porque
fundamentamos nuestras decisiones basadas en factores de autoridad no
confiable: la cultura (“todos lo hacen”), la tradición (“siempre lo
hemos hecho así”), la razón (“parecía lógico”), o la emoción (“sentíamos
que era lo correcto”). Estos cuatro factores son defectuosos por causa
de la caída. Lo que necesitamos es una norma perfecta que nunca nos guíe
en la dirección equivocada. Sólo la Palabra de Dios satisface esa
necesidad. Salomón nos recuerda: “Toda palabra de Dios es digna de
crédito”, y Pablo explica: “La Biblia entera nos fue dada por
inspiración de Dios y es útil para enseñarnos la verdad, hacernos
comprender las faltas cometidas en la vida y ayudarnos a llevar una vida
recta”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En los primeros años de su ministerio, Billy Graham, pasó un
tiempo luchando con sus dudas acerca de la exactitud y autoridad de la
Biblia. Una noche cayó sobre sus rodillas y con lágrimas le dijo a Dios
que, a pesar de los pasajes confusos que no entendía, desde ese momento
en adelante confiaría completamente en la Biblia como la única autoridad
para su vida y ministerio. A partir de ese día, la vida de Billy fue
bendecida con un poder y una eficacia sin precedentes.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La decisión
más importante que puedes tomar hoy es resolver el asunto de cuál ha de
ser la autoridad absoluta para tu vida. Opta por la Biblia como la
máxima autoridad, a pesar de la cultura, la tradición, la razón o la
emoción. Cuando tengas que tomar decisiones, proponte hacer primero esta
pregunta: “¿Qué dice la Biblia?” Resuelve que cuando Dios te pida que
hagas algo, confiarás en la Palabra de Dios y lo harás, tenga sentido o
no, aunque no tengas ganas de hacerlo. Adopta la declaración de Pablo
como tu afirmación personal de fe: “Estoy de acuerdo con todo lo que
enseña la ley y creo lo que está escrito en los Profetas”.<br />Debo
asimilar su verdad. No basta con sólo creer en la Biblia, debo llenar mi
mente de ella para que el Espíritu Santo pueda transformarme con la
verdad. Hay cinco maneras de hacerlo: Puedes recibirla, leerla,
investigarla, recordarla, y reflexionarla.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Primero, recibes la
Palabra de Dios cuando la escuchas y la aceptas con una mentalidad y una
actitud receptiva. La parábola del sembrador ilustra cómo nuestra
receptividad determina si la Palabra de Dios se arraiga en nuestras
vidas y lleva fruto o no. Jesús identificó tres actitudes de rechazo:
una mente cerrada (la tierra dura), una mente superficial (la tierra
poco profunda), y una mente distraída (la tierra con hierbas malas), y
luego dijo: “Pongan mucha atención”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cuando sientas que no estás
aprendiendo nada de un sermón o de un maestro de la Biblia, debes
analizar tu actitud, considerando en especial el orgullo, porque Dios
puede hablarte incluso a través del maestro más aburrido cuando eres
humilde y receptivo. Santiago aconseja “que puedan recibir con humildad
(modestia, mansedumbre) la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene
poder para salvarles la vida”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Segundo, durante la mayor parte de la
historia de dos mil años de la iglesia, sólo los sacerdotes podían leer
la Biblia, pero ahora miles de millones de personas tienen acceso a
ella. A pesar de esto, muchos creyentes son más fieles a la lectura
diaria de su periódico que de sus Biblias. Nadie debería sorprenderse de
por qué no crecemos. No esperemos crecer si leemos la Biblia tres
minutos después de ver televisión tres horas.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Muchos que presumen de
creer en la Biblia “de tapa a tapa”, nunca la han leído completa. Pero
si tan sólo la lees quince minutos diarios, la leerás completa una vez
al año. Si dejas de ver un programa de televisión treinta minutos por
día y lees tu Biblia en cambio, al cabo de un año la habrás leídos dos
veces.<br />La lectura diaria de la Biblia te mantendrá al alcance de la
voz de Dios. Por eso Dios instruyó a los reyes de Israel que mantuvieran
siempre cerca una copia de su Palabra: “Esta copia la tendrán siempre a
su alcance y la leerán todos los días de su vida”. Pero no la guardes
simplemente cerca, ¡léela regularmente! Una herramienta sencilla para
esto es un plan diario de lectura bíblica. Así evitarás saltar
arbitrariamente de una parte de la Biblia a otra y pasar por alto
algunas secciones.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tercero, la investigación, o el estudio de la
Biblia, es otra manera práctica de permanecer en la Palabra. La
diferencia entre la lectura y el estudio de la Biblia implica dos
actividades adicionales: formularse preguntas acerca del texto y anotar
tus ideas. En realidad no has estudiado la Biblia a menos que hayas
tomado nota de tus pensamientos en el papel o en la computadora.<br />El
espacio en este libro no me permite explicar los diferentes métodos para
el estudio bíblico. Hay varios libros útiles al respecto, incluyendo
uno que escribí hace más de veinte años. El secreto para un buen estudio
de la Biblia radica en aprender a plantearse simplemente las preguntas
correctas. Los distintos métodos emplean preguntas diferentes.
Descubrirás mucho más si te detienes y haces preguntas tan sencillas
como: ¿quién? ¿qué? ¿cuándo? ¿dónde? ¿por qué? Y ¿cómo?. La Biblia dice:
“Verdaderamente felices son las personas que estudian cuidadosamente la
perfecta ley de Dios que las hace libres, y la siguen estudiando. Ellas
no se olvidan lo que oyeron, sino que obedecen lo que dice la enseñanza
de Dios. Los que hacen esto serán felices”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La cuarta manera de
permanecer en la Palabra de Dios es recordándola. Tu capacidad para
recordar es un regalo de Dios. Es posible que pienses que tienes una
memoria pobre, pero la verdad es que memorizas millones de ideas,
verdades, hechos y cifras. Recuerdas lo que es importante para ti. Si
consideras relevante la Palabra de Dios, dedicarás tiempo para
recordarla.<br />Los beneficios de memorizar los versículos de la Biblia
son enormes. Te ayudará a resistir la tentación, a tomar decisiones
sabias, a reducir la tensión, a edificar confianza, a brindar buenos
consejos y a compartir tu fe con otros.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Tu memoria es como un
músculo. Cuanto más la uses, tanto más sólida llegará a ser, y la
memorización de las Escrituras será más fácil. Podrías empezar
seleccionando algunos versículos de la Biblia de este libro que te haya
llegado al corazón, escribiéndolos en una pequeña tarjeta para llevarla
contigo. Después repásalos en voz alta a lo largo del día. Puedes
memorizar las Escrituras en cualquier lugar: mientras trabajas, haces
ejercicio físico, conduces tu auto o esperas, o a la hora de acostarte.
Hay tres claves para memorizarlas: ¡repasar, repasar y repasar! La
Biblia dice: “Mantengan vívidas en su memoria las enseñanzas de Cristo y
permitan que sus palabras enriquezcan sus vidas y los hagan sabios”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La
quinta manera de permanecer en la Palabra de Dios es reflexionar en lo
que nos dice, lo que la Biblia llama “meditación”. Para muchos, la idea
de meditar evoca poner su mente en blanco y divagar. La meditación
bíblica es exactamente todo lo contrario. Consiste en concentrar el
pensamiento. Exige un esfuerzo serio. Eliges un versículo y reflexionas
en él una vez tras otra.<br />Como mencioné en el capítulo 11, si sabes
cómo preocuparte, ya sabes meditar. La preocupación es el pensamiento
concentrado en algo negativo. La meditación es hacer lo mismo, sólo que
te enfocas en la Palabra de Dios más que en tu problema.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Ningún otro
hábito puede hacer más por transformar tu vida para que te parezcas más a
Jesús que la reflexión diaria en las Escrituras. Mientras dedicamos
tiempo para contemplar la verdad de Dios, reflexionamos a conciencia en
el ejemplo de Cristo, somos “transformados a su semejanza con una gloria
cada vez mayor”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si buscas en la Biblia todas las veces que Dios se
refiere a la meditación, te asombrará descubrir los beneficios que Él ha
prometido a los que dedican tiempo para reflexionar en su Palabra
durante el día. Una de las razones por las que Dios llamó a David “un
hombre según mi corazón” es porque le agradaba reflexionar en la Palabra
de Dios. Él dijo: “Los preceptos del Señor... me alegran el corazón”.
La reflexión minuciosa sobre la verdad de Dios es una llave a la oración
contestada y el secreto de una vida victoriosa.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Debo aplicar sus
principios. Es completamente inútil recibir, leer, investigar, recordar y
reflexionar en la Palabra si no la ponemos en práctica. Debemos llegar a
ser “hacedores de la Palabra” Este es el paso más difícil de todos,
porque Satanás lucha intensamente. A él no le molesta que vayamos a los
estudios bíblicos con tal de que no hagamos nada de lo que aprendemos.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Nos
engañamos cuando pensamos que simplemente porque hemos oído, leído o
estudiado una verdad, la hemos integrado a nuestra vida. En la
actualidad puedes estar tan ocupado yendo a la próxima clase o seminario
o conferencia bíblica que no tienes tiempo para poner en práctica lo
que aprendiste. Olvidas lo aprendido mientras vas camino a tu próximo
estudio. Sin aplicación, todos nuestros estudios bíblicos carecen de
valor. Jesús dijo: “Todo el que me oye estas palabras y las pone en
práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la
roca”. Jesús también enseñó que la bendición de Dios viene por obedecer
la verdad, no sólo por conocerla. Él dijo: “Ahora que saben estas cosas,
serán dichosos si las ponen en práctica”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Otra razón por la que
evitamos la puesta en práctica de la Palabra de Dios es que puede ser
difícil o incluso dolorosa. La verdad nos liberará, ¡pero antes puede
hacernos sentir miserables! La Palabra de Dios saca a la luz nuestros
motivos, señala nuestros defectos, reprocha nuestro pecado y espera que
cambiemos. Como está en nuestra naturaleza humana resistirnos al cambio,
poner en práctica la Palabra de Dios es un trabajo arduo. Por eso es
tan importante dialogar con otras personas acerca de su aplicación
personal.<br />No puedo exagerar la importancia que tiene formar parte de
un pequeño grupo de estudio bíblico. Siempre aprendemos de otros las
verdades que nunca aprenderíamos solos. Otras personas te ayudan a ver
cosas que pasas por alto, así como a poner en práctica la verdad de
Dios.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La mejor manera para llegar a ser un “hacedor de la Palabra” es
escribir siempre un paso de acción como resultado de la lectura,
estudio o reflexión sobre la Palabra de Dios. Desarrolla el hábito de
anotar exactamente lo que piensas hacer. Este paso de acción debe ser
personal (involucrándote tú mismo), práctico (algo que puedes hacer), y
comprobable (con plazo límite para hacerlo). Todas las medidas prácticas
deben involucrar tu relación con Dios, tu relación con otros o tu
carácter personal.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Antes de leer el próximo capítulo, dedica unos
minutos para pensar en esta pregunta: ¿Qué es lo que ya te dijo Dios en
su Palabra que tienes que hacer y que aún no has comenzado? Luego anota
algunas declaraciones de acción para ayudarte a poner en práctica lo que
sabes que debes hacer. Podrías contarle a un amigo lo que te propusiste
hacer para rendirle cuentas. Como dijo D.L. Moody: “La Biblia no fue
dada para aumentar nuestro conocimiento, sino para cambiar nuestra
vida”.<br /><br />Los preceptos del Señor... me alegran el corazón.<br /><br /><b>DÍA VEINTICUATRO<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO </b></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: La verdad me transforma. </span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo para recordar: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:31-32 (RVR60). </span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿Qué es lo que ya me ha dicho Dios en su Palabra, que todavía no he empezado a hacer? </span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-47964254842578309432015-02-10T05:30:00.000-04:302015-02-10T05:30:00.039-04:30 Día 23. Cómo crecemos. <div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 23.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Cómo crecemos. </span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span></span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Dios quiere que crezcamos hasta ser</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>en todo como... Cristo</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em></em>Efesios 4:15 (PAR)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><em>Así ya no seremos niños. </em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Efesios 4:14 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>Dios quiere que crezcas.</b></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La
meta de nuestro Padre celestial es que maduremos y desarrollemos las
características de Jesucristo. Lamentablemente, millones de cristianos
envejecen pero nunca maduran. Están atascados en una infancia espiritual
perpetua, permanecen en pañales y zapatitos de lana porque nunca
tuvieron la intención de crecer.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">El crecimiento espiritual no es
automático. Requiere compromiso intencional. Debes desear crecer,
decidir crecer, hacer un esfuerzo por crecer y persistir en el
crecimiento. El discipulado, el proceso de convertirnos más semejantes a
Cristo, siempre empieza con una decisión. Jesús nos llama, y nosotros
respondemos: “Jesús le dijo: “Ven, sé mi discípulo”. Así que Mateo se
levantó lo siguió”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Cuando los primeros discípulos decidieron seguir a
Jesús, no entendieron todo el alcance de su decisión. Simplemente
respondieron a la invitación del Maestro. Eso es lo único que se
necesita para empezar: decidir convertirse en discípulo.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Nada le da
más forma a tu vida que los compromisos que asumas. Ellos pueden servir
para tu desarrollo o destrucción, pero en ambos casos te definirán. Dime
con qué estás comprometido, y te diré lo que serás en veinte años.
Llegamos a ser lo que nos comprometemos ser.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Llegado ese momento de
compromiso, la mayoría de las personas pierden el propósito de Dios para
sus vidas. Muchas temen comprometerse con algo y simplemente vagan sin
rumbo por la vida. Otras, sin mucho entusiasmo se comprometen con
valores incompatibles y acaban en la frustración y la mediocridad. Otra
asumen un compromiso total con metas mundanas, tales como llegar a ser
ricas o famosas, sólo para terminar defraudadas y amargadas.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Como
todo lo que se elige hacer tiene consecuencias eternas, será mejor que
elijas con sabiduría. Pedro advierte: “Ya que todo lo que nos rodea será
consumido por el fuego, ¡qué vidas santas y piadosas deberíamos vivir!.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">El
papel de Dios y el tuyo. Ser semejante a Cristo es el resultado de que
tomes las mismas decisiones que Él y depender de su Espíritu para
ayudarte a cumplir con tus decisiones. En cuanto decidas con seriedad
llegar a ser semejante a Cristo, deberás empezar a actuar de una manera
nueva. Tendrás que abandonar algunas rutinas viejas, desarrollar hábitos
nuevos y cambiar intencionalmente tu manera de pensar. Podrás estar
seguro de que el Espíritu Santo te ayudará con tales cambios. La Biblia
dice: “Lleven a cabo su salvación con temor y temblor; pues Dios es
quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se
cumpla su buena voluntad”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Este versículo muestra las dos partes del
crecimiento espiritual: “lleven a cabo” y “producir” es el papel que
desempeña Dios. El crecimiento espiritual es un esfuerzo de colaboración
entre nosotros y el Espíritu Santo. El Espíritu de Dios trabaja con
nosotros, no simplemente en nosotros.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Este versículo, escrito para
los creyentes, no se refiere a cómo ser salvos sino a cómo crecer. No
dice “trabajen para” su salvación, porque no se puede agregar nada a lo
que Jesús ya hizo. Durante un entrenamiento físico “trabajamos”,
realizando ejercicios físicos para desarrollar el cuerpo, no para
conseguir un cuerpo.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Cuando armas un rompecabezas, cuentas con todas
las piezas: nuestra tarea es armar el rompecabezas. Los granjeros
“trabajan” la tierra, no para conseguir la tierra sino para desarrollar
la que ya tienen. Dios nos ha dado una nueva vida; ahora somos
responsables de desarrollarla “con temor y temblor”. Eso quiere decir
que ¡tenemos que tomar nuestro crecimiento espiritual en serio! Cuando
las personas toman de manera trivial su crecimiento espiritual, eso
muestra que no han entendido los alcances eternos de su decisión (como
vimos en los capítulos 4 y 5).</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Cambia tu piloto automático. Para
cambiar tu vida debes cambiar tu manera de pensar. Detrás de todo lo que
haces hay pensamientos. Toda conducta es motivada por una creencia y
toda acción es incitada por una actitud. Dios reveló esto miles de años
antes de que los psicólogos lo entendieran: “Tengan cuidado de cómo
piensan; la vida es modelada por sus pensamientos”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Imagina un paseo
en un bote con motor en un lago, con el piloto automático puesto en
dirección hacia el este. Si decides dar vuelta atrás y dirigirte al
oeste, tienes dos posibles maneras de cambiar el rumbo del barco. Una es
tomar el timón y físicamente obligarlo a que se dirija en la dirección
opuesta a la que señala el programa del piloto automático. A pura fuerza
de voluntad podrías vencer al piloto automático, pero sentirías la
resistencia todo el tiempo. Finalmente tus brazos se cansarían de la
tensión, soltarías el timón y el barco retomaría inmediatamente el rumbo
en dirección al este, de acuerdo con su programación interna.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Esto
es lo que sucede cuando tratas de cambiar tu vida a fuerza de voluntad.
Dices: “Me obligaré a comer menos... haré más ejercicio. Dejaré de ser
desorganizado y de ser impuntual”. Sí, tu fuerza de voluntad puede
producir un cambio a corto plazo, pero crea una tensión interior
constante porque no has tratado la causa desde su raíz. El cambio no se
siente como algo natural, así que finalmente te rendirás, abandonarás la
dieta, y dejarás de hacer ejercicios. Rápidamente volverás a tus viejos
patrones.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Hay una mejor y más fácil manera. Cambia el piloto
automático: tu manera de pensar. La Biblia dice: “Dejen que Dios los
transforme en una nueva persona, cambiando su forma de pensar”. El
primer paso en el crecimiento espiritual es empezar por cambiar la
manera de pensar. El cambio siempre comienza en la mente. La manera en
que pienses determinará cómo te sientes, y cómo te sientes influirá en
cómo actúas. Pablo dijo: “Debe haber una renovación espiritual de sus
pensamientos y actitudes”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Para ser como Cristo debes desarrollar en
ti su mente. El Nuevo Testamento llama a este cambio mental
arrepentimiento, que en el griego literalmente significa “cambiar tu
mentalidad”. Te arrepientes siempre que cambias tu manera de pensar y
adoptas la manera de pensar de Dios: con respecto a ti mismo, al pecado,
a Dios, a otras personas, a la vida, a tu futuro, y a todo lo demás.
Asumes la actitud de Cristo y su perspectiva.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Se nos manda que
pensemos “del mismo modo en que pensaba Cristo Jesús”. Este mandamiento
tiene dos facetas. La primera faceta de este cambio mental consiste en
dejar de los pensamientos inmaduros, que son egoístas. La Biblia dice:
“Dejen de pensar como los niños. Sean niños en la malicia, pero sean
adultos en su forma de pensar”. Los niños son por naturaleza
completamente egoístas. Sólo piensan en sí mismos y en sus propias
necesidades. Son incapaces de dar; sólo pueden recibir. Tienen una
manera de pensar inmadura. Por desgracia, muchas personas nunca de
desarrollan más allá de ese nivel. La Biblia dice que esta manera
egoísta de pensar es el origen de conductas pecaminosas: “Los que viven
siguiendo sus egos pecaminosos sólo piensan en las cosas que su ego
pecaminoso desea”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La segunda faceta para pensar como Jesús consiste
en que empieces a meditar con madurez, enfocándote en otros, no en ti
mismo. En su gran capítulo sobre el amor verdadero, Pablo concluyó que
pensar en los demás era la señal de madurez: “Cuando yo era un niño,
hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Cuando llegué a
ser adulto, dejé atrás las cosas de niño”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En la actualidad, muchos
suponen que la madurez espiritual se mide por la cantidad de información
bíblica y doctrina que uno sepa. Si bien el conocimiento es una medida
de la madurez, no es todo lo que se necesita. La vida cristiana es mucho
más que credos y convicciones; incluye conducta y carácter. Nuestros
hechos deben ser congruentes con nuestros credos, y nuestras creencias
deben ser respaldadas con una conducta semejante a la de Cristo.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">El
cristianismo no es una religión, ni una filosofía, sino una relación y
un estilo de vida. El centro de ese estilo de vida en pensar en los
demás, como lo hizo Jesús, en lugar de pensar en nosotros mismos. La
Biblia dice: “Nosotros debemos pensar en el bien de ellos e intentar
ayudarlos haciendo lo que les agrada. Ni siquiera Cristo intentaba
agradarse”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pensar en los demás es la esencia de ser semejantes a
Cristo y la mejor evidencia del crecimiento espiritual. Esta manera de
pensar es antinatural, va en contra de nuestra cultura, es rala y
difícil. Afortunadamente tenemos ayuda: “Dios nos ha dado su Espíritu.
Por eso nosotros no pensamos igual que las personas de este mundo”. En
los siguientes capítulos miraremos las herramientas que el Espíritu
Santo usa para ayudarnos a crecer.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA VEINTITRES<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Nunca es demasiado tarde para empezar a crecer.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “Cambien su manera de pensar para que así cambie su
manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir; lo
que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”. Romanos 12:2
(DHH)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿Cuál es una de las áreas donde
necesito dejar de pensar a mi manera y comenzar a pensar a la manera de
Dios?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-59823485860634234732015-02-09T05:30:00.000-04:302015-02-09T05:30:05.598-04:30 Día 22. Propósito Nº 3. Fuiste creado para ser como Cristo.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 22.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>PROPÓSITO Nº 3</span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>FUISTE CREADO PARA SER COMO CRISTO</span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong></strong><em>“Vivan en unión vital con Él, enraizados en Él,</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>y nútranse de Él. Mantengan un ritmo de</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>crecimiento en el Señor, y fortalézcanse</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>y vigorícense en la verdad”.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em></em>Colosenses 2:6,7 (BAD)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><strong><span>Creado para ser como Cristo</span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span></span></strong><em>Desde el mismo principio Dios decidió que los que se</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>acercaran a Él (y Él sabía quiénes se habrían de</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>acercar) fueran como su Hijo, para que él fuera el</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>mayor entre muchos hermanos.</em></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em></em>Romanos 8:29 (BAD)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Vemos a este hijo y vemos el propósito original de Dios<br />en todo lo creado.</em>Colosenses 1:15 (PAR)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /><b>Fuiste creado para ser como Cristo.</b></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Desde
el comienzo mismo, el plan de Dios fue crearnos a semejanza de su Hijo
Jesús. Este es nuestro destino y el tercer propósito de nuestra vida.
Dios anunció su intención en la creación: entonces Dios dijo: “Hagamos a
los seres humanos a nuestra imagen y semejanza”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En toda la
creación, sólo los seres humanos fuimos hechos “a la imagen de Dios”.
Este es un gran privilegio y nos dignifica. No sabemos todo lo que
abarca esta frase, pero sabemos que incluye aspecto: como Dios, somos
seres espirituales ¾nuestros espíritus son inmortales y perdurarán más
que nuestros cuerpos terrenales¾ ; somos intelectuales ¾podemos pensar,
razonar, y resolver problemas¾ ; a semejanza de Dios, nosotros nos
relacionamos ¾podemos dar y recibir amor verdadero¾; y tenemos una
conciencia moral: podemos discernir el bien del mal, lo cual nos hace
responsables ante Dios.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia dice que todas las personas, no
sólo los creyentes, poseen una parte de la imagen de Dios; por eso el
asesinato y el aborto son malos. Pero esta imagen está incompleta, el
pecado la dañó y distorsionó. Por lo tanto, Dios envió a Jesús.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">¿A
qué se parece la “imagen y semejanza” completa de Dios? ¡Se parece a
Jesucristo! La Biblia dice que Jesús es “la visible”, y es “la fiel
imagen de lo que Él es”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">A menudo la gente cita la frase “De tal
palo, tal astilla” para referirse al parecido familiar. Cuando las
personas ven mi semejanza en mis hijos, eso me agrada. Dios quiere que
también sus hijos lleven su imagen y semejanza. Su Palabra dice que
fuimos “Creados para ser como Dios, verdaderamente justos y santos”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Permíteme
expresa esto con toda claridad: Nunca llegarás a ser Dios, ni siquiera
un dios. Esa mentira orgullosa es la tentación más antigua de Satanás.
Satanás le prometió a Adán y a Eva que si seguían su consejo, serían
“como dioses”. Muchas religiones y la filosofía de la Nueva Era aún
difunden esta mentira antigua de que somos divinos o que podemos llegar a
ser dioses.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Manifestamos este deseo cada vez que intentamos
controlar nuestras circunstancias, nuestro futuro y a las personas que
nos rodean. Pero como criaturas, nunca seremos el Creador. Dios no
quiere que llegues a ser un dios; Él quiere que seas piadoso: que tomes
los valores, las actitudes y el carácter propio de Él. La Biblia dice
que “adoptemos una manera enteramente nueva de vivir; una vida moldeada
por Dios, una vida que, renovada desde dentro, forme parte de su
conducta mientras Dios reproduce con toda precisión su carácter en
ustedes”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La meta final de Dios para tu vida sobre la tierra no es la
comodidad, sino el desarrollo de tu carácter. Él quiere que crezcas
espiritualmente y llegues a ser como Cristo. Esto no significa que
pierdas tu personalidad o que llegues a ser un clon sin inteligencia.
Dios creó tu singularidad, por lo cual ciertamente no quiere destruirla.
Ser semejante a Cristo significa la transformación de tu carácter, no
de tu personalidad. Dios quiere que desarrolles la clase de carácter que
Jesús describe en las bienaventuranzas, cuando se refiere al fruto del
Espíritu, en el gran capítulo de Pablo sobre el amor, y la lista de
Pedro de las características de una vida provechosa y productiva. Cada
vez que olvidamos que ese carácter es uno de los propósitos de Dios para
nuestra vida, nuestras circunstancias nos hacen sentir frustrados. Nos
preguntamos: “¿Por qué me sucede esto a mí? ¿Por qué estoy pasando por
tantas dificultades?” ¡Una respuesta es que la vida está hecha para ser
difícil! Es lo que nos permite crecer. Recuerda que ¡la tierra no es el
cielo!.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Muchos cristianos interpretan mal la promesa de Jesús acerca
de la ”vida abundante”, como si eso quisiera decir una salud perfecta,
un estilo de vida rodeado de comodidades, felicidad permanente, la plena
realización de los sueños, y el alivio instantáneo de los problemas
mediante la fe y la oración. En pocas palabras, esperan que la vida
cristiana sea fácil. Esperan el cielo aquí en la tierra.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Esta
perspectiva egocéntrica trata a Dios como un “genio de una lámpara” que
simplemente existe para servirlos en su búsqueda egoísta de la
realización personal. Pero Dios no es tu sirviente, y si pretendes que
la vida debe ser fácil, pronto te desilusionarás muchísimo o vivirás
negando la realidad.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">¡No olvides nunca que la vida no gira en torno a
ti! Existes para los propósitos de Dios, no a la inversa. ¿Por qué
habría de proporcionarte Dios el cielo en la tierra cuando Él ha hecho
planes para darte algo mayor en la eternidad? Dios nos da nuestro tiempo
sobre la tierra para edificar y fortalecer nuestro carácter para el
cielo.</span></span><br />
<br />
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">EL TRABAJO DEL ESPÍRITU DE DIOS EN TU VIDA</span></span></b><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La función del
Espíritu Santo es producir el carácter de Cristo en ti. La Biblia
afirma:”Mientras el Espíritu del Señor obra dentro de nosotros, llegamos
a ser cada vez más como Él y reflejamos su gloria más aún”. Este
proceso de transformarnos para ser más como Jesús se llama
santificación, y es el tercer propósito de tu vida sobre la tierra.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">No
puedes reproducir el carácter de Jesús si dependes de tu propia fuerza.
Las resoluciones de Año Nuevo, la fuerza de voluntad y las mejores
intenciones no son suficientes. Sólo el Espíritu Santo tiene poder para
hacer los cambios que Dios quiere efectuar en nuestras vidas. La
Escritura dice que “Dios es quien produce en ustedes tanto el querer
como el hacer; para que se cumpla su buena voluntad”.La sola mención de
“el poder del Espíritu Santo” basta para que muchas personas piensen en
demostraciones milagrosas y emociones intensas. Pero la mayor parte del
tiempo ese poder es liberado en tu vida de una manera tranquila y
discreta, de modo que ni siquiera eres consciente de él ni lo percibes. A
menudo Dios nos llama la atención con “un suave murmullo”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La
semejanza con Cristo no se produce por imitación, sino porque Cristo
mora en nosotros. Permitimos que Cristo viva a través de nosotros.
“Porque este es el secreto: Cristo vive en ustedes”. ¿Cómo sucede esto
en la vida real? Por medio de las opciones que escogemos. Dadas las
situaciones, escogemos hacer lo correcto y luego confiamos en que el
Espíritu de Dios nos dará su poder, amor, fe y sabiduría para lograrlo.
Dado que el Espíritu de Dios vive dentro de nosotros, estas cosas
siempre están disponibles si se lo pedimos.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Debemos cooperar con el
trabajo del Espíritu Santo. A lo largo de la Biblia vemos expresada una
verdad importante: El Espíritu Santo libera su poder en el momento en
que das un paso de fe. Cuando Josué se enfrentó con una barrera
infranqueable, las aguas desbordadas del río Jordán sólo retrocedieron
después de que, en obediencia y fe, los líderes entraran en la impetuosa
corriente.</span></span><br />
<br />
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La obediencia libera el poder de Dios.</span></span></b><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios espera que
actúes primero. No esperes hasta que te sientas poderoso o seguro.
Sigue adelante pese a tu debilidad, haciendo lo correcto a pesar de tus
temores y sentimientos. Así es como cooperas con el Espíritu Santo, y es
como se desarrolla tu carácter.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia compara el crecimiento
espiritual con una semilla, un edificio o un niño en crecimiento. Cada
metáfora requiere una participación activa: las semillas deben ser
plantadas y cultivadas, los edificios deben ser construidos ¾no surgen
de la nada¾ y los niños deben comer y hacer ejercicio para crecer.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Aunque
el esfuerzo no tiene nada que ver con nuestra salvación, tiene mucho
que ver con nuestro crecimiento espiritual. Por lo menos ocho veces en
el Nuevo Testamento se nos dice que “hagamos todo esfuerzo” en nuestro
crecimiento para llegar a ser como Jesús. Uno no se sienta simplemente a
esperar que suceda.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En Efesios 4:22-24 Pablo explica nuestras tres
responsabilidades para llegar a ser como Cristo. Primero, debemos
escoger abandonar nuestras maneras antiguas de actuar: “Desháganse de
todo lo que tenga que ver con su viejo estilo de vida. Está totalmente
podrido. ¡Líbrense de él!”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Segundo, debemos cambiar nuestra manera
de pensar: “Permitan que el Espíritu cambie su manera de pensar”. La
Biblia dice que somos “transformados” mediante la renovación de nuestra
mente. La palabra griega para transformados, metamorphosis (usada en
Romanos 12:2 y 2º Corintios 3:18), es la que se emplea para describir el
cambio asombroso que permite que una oruga se transforme en una
mariposa. Es un hermoso cuadro de lo que nos pasa espiritualmente cuando
permitimos que Dios dirija nuestros pensamientos: Él nos transforma de
adentro hacia fuera, nos hace más hermosos y nos libera para alcanzar
nuevas alturas.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Tercero, debemos “vestirnos” con el carácter de
Cristo, desarrollando nuevos y consagrados hábitos. Tu carácter es
esencialmente la suma de tus hábitos; es la manera en que te conduces
habitualmente. La Biblia nos manda ponernos el nuevo yo “la nueva
naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad”.</span></span><br />
<br />
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios usa su Palabra, las personas y las circunstancias para moldearnos.</span></span></b><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Estas
tres condiciones son indispensables para el desarrollo del carácter. La
Palabra de Dios proporciona la verdad que necesitamos para crecer, el
pueblo de dios proporciona el apoyo que necesitamos para crecer; y las
circunstancias proporcionan el ambiente para practicar la semejanza de
Cristo. Si estudias y aplicas la Palabra de Dios, si te vinculas
regularmente con otros creyentes y aprendes a confiar en Dios en las
circunstancias difíciles, te garantizo que llegarás a ser más como
Jesús. Analizaremos cada uno de estos ingredientes de crecimiento en los
capítulos siguientes.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Muchas personas dan por sentado que todo lo
que se necesita para el crecimiento espiritual es estudio bíblico y
oración. Pero ambas cosas por sí solas nunca cambiarán algunas
cuestiones de la vida. Dios usa a las personas. Él casi siempre prefiere
trabajar por medio de las personas en vez de realizar milagros, para
que dependamos unos de otros para la comunión. Él quiere que crezcamos
juntos.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En muchas religiones, las personas consideradas
espiritualmente más maduras y santas son las que se aíslan de otros en
monasterios situados en lo alto de una montaña, sin peligro de contagio
por el contacto con otros. Pero esta es una grave equivocación. ¡La
búsqueda de la madurez espiritual no es una ocupación solitaria e
individual! No puedes llegar a ser como Cristo en el aislamiento. Debes
estar cerca de otras personas e interactuar con ellas. Necesitas ser
miembro de una iglesia y de una comunidad. ¿Por qué? Porque la verdadera
madurez espiritual consiste en aprender a amar como Jesús amó, y no
puedes practicar esa disciplina si no estas en relación y contacto con
otras personas. Recuerda, todo es cuestión de amor: amar a Dios y a los
demás.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Llegar a ser como Cristo es un proceso largo y de lento
crecimiento. La madurez espiritual no es instantánea ni automática; es
un desarrollo gradual y progresivo que llevará el resto de tu vida.
Refiriéndose a este proceso, Pablo dijo: “Esto continuará hasta que
seamos... maduros, así como Cristo es, y seamos completamente como Él”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Eres
una obra en progreso. Tu transformación espiritual en cuanto al
desarrollo del carácter de Jesús seguirá por el resto de tu vida, y aun
así, no se completará aquí en la tierra. La obra se terminará cuando
llegues al cielo o cuando Jesús vuelva. En ese momento, cualquier
trabajo en tu carácter que todavía quede por terminar se dará por
finalizado. La Biblia dice que cuando al fin podamos ver a Jesús
perfectamente, llegaremos a ser exactamente como Él: “Ni siquiera nos
podemos imaginar cómo seremos cuando Cristo vuelva. Pero sabemos que
cuando Él venga, seremos como Él, porque lo veremos como Él realmente
es”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Hay mucha confusión en la vida cristiana por ignorar la simple
verdad de que Dios está más interesado en construir tu carácter que en
cualquier otra cosa. Nos preocupamos cuando dios parece estar en
silencio con respecto a determinados temas como por ejemplo: “¿Qué
carrera profesional debo elegir?” La verdad es que hay muchas en las que
podrías cumplir la voluntad de Dios para tu vida. Elijas lo que elijas,
a Dios lo que le importa es que lo hagas como si lo hicieras para
Cristo.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios está mucho más interesado en lo que eres que en lo que
haces. Somos “seres humanos”, no “quehaceres humanos”. Dios está mucho
más preocupado por tu carácter que en tu carrera profesional, porque tu
carácter te acompañará toda la eternidad, no así tu carrera profesional.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La
Biblia advierte: “No se acomoden tan bien a su cultura que se conformen
a ella sin siquiera notarlo. En cambio, pongan su atención en Dios.
Serán cambiados de adentro hacia fuera... A diferencia de la cultura que
los rodea, que siempre los arrastra hacia un nivel inferior de
inmadurez. Dios hace que surja lo mejor de ustedes, y desarrolla una
madurez bien compuesta en ustedes”. Para concentrarnos en llegar a ser
más como Jesús, deberemos tomar decisiones opuestas a la cultura
imperante. De lo contrario, influencias como la de nuestros compañeros,
padres, colaboradores, y la cultura misma, intentarán amoldarnos a su
imagen.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"></span><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Lamentablemente, una ojeada rápida a varios libros cristianos
populares revelan que muchos creyentes han dejado de vivir para los
grandes propósitos de Dios y se han amoldado para vivir su realización
personal y su estabilidad emocional. Eso es egocentrismo, no
discipulado. Jesús no murió en la cruz únicamente para que pudiéramos
vivir cómodos y bien adaptados. Su propósito va mucho más a fondo: Él
quiere hacernos como Él mismo antes de llevarnos al cielo. Este es
nuestro privilegio principal, nuestra responsabilidad inmediata y
nuestro destino final.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA VEINTIDOS<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Fui hecho para llegar a ser como Cristo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “En la medida en que el Espíritu del Señor opera en
nosotros, nos parecemos más a Él y reflejamos más su gloria”. 2º
Corintios 3:18 (BAD)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿En qué área de mi
vida necesito pedir el poder del Espíritu para ser como Cristo
hoy?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-31609056065014677632015-02-08T05:30:00.000-04:302015-02-08T05:30:00.198-04:30 Día 21. Cuida tu iglesia. <div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 21.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Cuida tu iglesia.</span></strong></span></span></b><br />
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Esfuércense por mantener la unidad del<br />Espíritu mediante el vínculo de la paz.</em><br />Efesios 4:3 (NVI)<br /><br /><em>Que el amor sea el árbitro de sus vidas,<br />porque entonces la iglesia permanecerá<br />unida en perfecta armonía.</em>Colosenses 3:14 (BAD)<br /><br /><b>Te toca a ti proteger la unidad de tu iglesia. </b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La
unidad en la iglesia es tan importante que el Nuevo Testamento presta
más atención a ella que al cielo o al infierno. Dios desea intensamente
que experimentemos la unidad y armonía unos con otros.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La unidad es
el alma de la comunión. Destrúyela, y arrancarás el corazón del cuerpo
de Cristo. Es la esencia, el núcleo de cómo Dios quiere que
experimentemos juntos la vida en su iglesia. Nuestro modelo supremo para
la unidad es la Trinidad. Padre, Hijo y Espíritu Santo están
completamente unificados como uno. Dios mismo es el ejemplo supremo del
amor sacrificado, de la humilde consideración hacia los demás y de la
armonía perfecta.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Al igual que todo padre, nuestro Padre celestial se
regocija viendo cómo sus hijos se llevan bien entre sí. En los momentos
finales antes de su arresto, Jesús oró apasionadamente por nuestra
unidad. Esto era lo que predominaba en su mente durante esas horas de
agonía, lo cual demuestra cuán importante es este asunto.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Nada en la
tierra es más valioso para Dios que su iglesia. Él pagó el precio más
alto por ella, y quiere que la protejamos, sobre todo del daño
devastador que causan la división, el conflicto y la falta de armonía.
Si formas parte de la familia de Dios, es tu responsabilidad proteger la
unidad donde te congregas en comunión. Jesucristo te encomendó hacer
todo lo que esté a tu alcance para conservar la unidad, proteger la
comunión, y promover la armonía en la familia de su iglesia y entre
todos los creyentes.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia indica: “Esfuércense por mantener la
unidad del espíritu en el vínculo de la paz”. ¿Cómo podemos hacerlo? La
Palabra de Dios nos da consejos prácticos:</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Enfoquémonos en lo que
tenemos en común, no en las diferencias. Pablo nos dice: “Esforcémonos
en promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación”.
Como creyentes compartimos un Señor, un cuerpo, un propósito, un Padre,
un Espíritu, una esperanza, una fe, un bautismo y un amor. Compartimos
la misma salvación, la misma vida y el mismo futuro: factores mucho más
relevantes que cualquier diferencia que podríamos enumerar. Estos son
los asuntos en los que debemos enfocarnos, no en nuestras diferencias
personales.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Debemos recordar que fue Dios quien nos escogió para
darnos personalidades, trasfondos, razas y preferencias diferentes, de
modo que podamos valorar y disfrutar esas diferencias, no meramente
tolerarlas. Dios quiere unidad, no uniformidad. Y por causa de la unidad
nunca debemos permitir que las diferencias nos dividan. Debemos
permanecer concentrados en lo que más importa: aprender a amarnos como
Cristo nos amó, y cumplir los cinco propósitos de Dios para cada uno de
nosotros y para su iglesia.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por lo general el conflicto es una señal
de que estamos concentrándonos en otros asuntos menos importantes, lo
que la Biblia llama “discusiones necias”. La división siempre surge
cuando dirigimos la mirada hacia las personalidades, las preferencias,
las interpretaciones, los estilos o los métodos. Pero si nos
concentramos en amarnos y en cumplir los propósitos de Dios, el
resultado es la armonía. Pablo rogaba por esto: “Que haya verdadera
armonía para que no surjan divisiones en la iglesia. Les suplico que
tengan la misma mente, que estén unidos en un mismo pensamiento y
propósito”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Sé realista con respecto a tus expectativas. En cuanto
descubrimos cómo quiere Dios que sea la verdadera comunión, es fácil
desanimarnos por la diferencia entre lo ideal y la realidad en nuestra
iglesia. Sin embargo, debemos amar a la iglesia con pasión pese a sus
imperfecciones. Anhelar lo ideal mientras criticamos lo real es señal de
inmadurez. Por otro lado, si uno se conforma con la realidad sin
esforzarse por alcanzar lo ideal es señal de complacencia. La madurez
consiste en vivir con esta tensión.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Habrá creyentes que sí te
defraudarán y te decepcionarán, pero eso no es ninguna excusa para no
tener comunión con ellos. Ellos son tu familia, aun cuando no actúen
como tal; simplemente no puedes abandonarlos. En cambio Dios nos dice:
“Tengan paciencia unos con otros, siendo indulgentes con las fallas de
los demás por su amor”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Las personas se desilusionan con la iglesia
por muchas razones entendibles. La lista podría ser bastante larga:
conflictos, heridas, hipocresía, negligencia, mezquindad, legalismo y
otros pecados. En lugar de asustarnos y sorprendernos, debemos recordar
que la iglesia está formada por pecadores de carne y hueso,
incluyéndonos a nosotros mismos. Nos lastimamos unos a otros, a veces en
forma intencional y otras veces sin mala intención, porque somos
pecadores. Pero en vez de abandonar la iglesia, necesitamos quedarnos
para resolver el asunto si esto es de alguna manera posible. La
reconciliación, no la evasión, es el camino a un carácter más fuerte y a
una comunión más profunda.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Si te divorcias de tu iglesia a la
primera señal de decepción, eso es señal de inmadurez. Dios tiene cosas
que quiere enseñarte, y a los demás también. Además, es imposible huir
hasta encontrar la iglesia perfecta, porque no existe. Todas las
iglesias tienen sus propias debilidades y problemas. Pronto volverás a
sentirte decepcionado.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Groucho Marx tenía un dicho famoso que decía
que no querría pertenecer a ningún club que lo aceptara como socio. Si
una iglesia debe ser perfecta para satisfacerte, ¡esa misma perfección
te excluirá de su membresía, porque tú no eres perfecto!.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dietrich
Bonhoffer, el pastor alemán que fue martirizado por resistirse a los
nazis, escribió Vida en comunidad un libro clásico sobre la comunión. En
su obra sugiere que la desilusión con nuestra iglesia local es algo
bueno porque destruye nuestras falsas expectativas de la perfección.
Cuando más pronto dejamos la ilusión de que una iglesia debe ser
perfecta para amarla, más pronto dejaremos de fingir y empezaremos a
admitir que todos somos imperfectos y necesitamos de la gracia de Dios.
Este es el comienzo de la verdadera comunidad.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Todas las iglesias
podrían poner un letrero que diga: “No es necesario que se presente
ninguna persona perfecta. Este lugar es solamente para los que admiten
que son pecadores, que necesitan de la gracia divina y que quieren
crecer”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Bonhoffer señaló: “Aquel que ama más su sueño de una
comunidad cristiana que a la comunidad en sí misma, se convierte en
destructor de toda ella... Si no damos gracias diariamente por la
fraternidad cristiana en la que nos desenvolvemos, aun allí donde no hay
grandes experiencias ni riqueza evidente hay mucha debilidad, fe
vacilante y dificultades; si en lugar de ello nunca hacemos otra cosa
que quejarnos ante Dios por ser todo tan miserable, tan mezquino, tan
poco de acuerdo con lo que hemos esperado... entonces le impedimos a
Dios hacer crecer nuestra comunidad de acuerdo con la medida y riqueza
que nos espera a todos en Jesucristo”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Decídete a animar más que a
criticar. Siempre es más fácil eludir el compromiso y hacerse a un lado
para disparar dardos contra los que trabajan, que participar y hacer una
contribución. Dios nos advierte una y otra vez que no debemos
criticarnos, compararnos ni juzgarnos unos a otros.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Cuando criticas
lo que otro creyente está haciendo con fe y convicción sincera,
interfieres en los asuntos de Dios: “¿Qué derecho tienes a criticar a
los siervos de otro? Sólo su Señor puede decidir si están haciendo lo
correcto”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pablo agrega que no debemos juzgar o despreciar a otros
creyentes cuyas convicciones son diferentes a las nuestras: “¿Por qué
criticas las acciones de tu hermano, por qué intentas empequeñecerlo?
Todos seremos juzgados un día, no por las normas de otros, ni siquiera
por las nuestras, sino por el juicio de Dios”.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Cuando juzgo a otro
creyente, pasan cuatro cosas al instante: pierdo mi comunión con Dios,
saco a relucir mi propio orgullo e inseguridad, me coloco bajo el juicio
de dios y daño la comunión de la iglesia. Un espíritu de censura es un
vicio costoso.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia llama a Satanás “el acusador de nuestros
hermanos”. El trabajo del diablo consiste en culpar, quejarse y criticar
a los miembros de la familia de Dios. Todo el tiempo que pasamos
haciendo lo mismo, es porque hemos sido embaucados y estamos haciendo el
trabajo por Satanás. Recuerda que los otros cristianos, no importa
cuánto discrepes de ellos, no son el verdadero enemigo. Todo el tiempo
que pasamos comparando o criticando a los otros hermanos debería ser
utilizado para construir la unidad de nuestra comunidad. La Escritura
dice: “Pongámonos de acuerdo en usar toda nuestra energía para llevarnos
bien entre nosotros. Ayuden a los demás con palabras alentadoras; no
los derrumben con la crítica”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Niégate a escuchar chismes. Chismear
es divulgar una información cuando uno no es parte del problema ni de la
solución. Tú sabes que chismear está mal, pero tampoco debes
escucharlos, si es que quieres proteger tu iglesia. Escuchar los chismes
es como aceptar algo robado, y te convierte también en culpable del
delito.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Cuando alguien empiece a contarte un chisme, ten el valor de
decirle: “Hágame el favor de parar. No necesito saber eso. ¿Ha hablado
usted directamente con esa persona?” Las personas que te cuentan chismes
también rumorean acerca de ti. No se puede confiar en ellas. Si prestas
atención a los chismes, Dios te llama alborotador. “Los alborotadores
escuchan a los alborotadores”. “Éstos son los que dividen las iglesias,
pensando sólo en ellos mismos”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Es triste que en el rebaño de Dios,
las heridas más grandes generalmente vienen de las otras ovejas y no de
los lobos. Pablo advirtió acerca de los “cristianos caníbales” que se
“devoran unos a otros” y destruyen la comunión. La Biblia dice que esta
clase de alborotadores debe ser evitada porque “el chismoso revela los
secretos; por lo tanto, no te asocies con el charlatán”. La manera más
rápida de terminar con un conflicto en una iglesia o en un grupo pequeño
es enfrentar a los que están difundiendo rumores, e insistir en que no
lo hagan más. </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Salomón señaló: “Sin combustible se apaga el fuego, y las
tensiones desaparecen cuando se acaban los chismes”.Practica el método
de Dios para solucionar conflictos. Además de los principios mencionados
en el último capítulo, Jesús le dio a la iglesia un proceso de tres
pasos sencillos: “Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y
hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Pero si
no, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva
mediante el testimonio de dos o tres testigos”. Si se niega a hacerles
caso a ellos, díselo a la iglesia”.Durante los conflictos, serás tentado
a quejarte con un tercero en lugar de hablar con valentía la verdad y
amor con la persona con quien te disgustaste. Esto hace que el asunto se
torne peor. En vez de eso, deberías ir directamente con la persona
involucrada.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">El enfrentamiento en privado siempre es el primer paso, y
debes darlo tan pronto como te sea posible. Si entre los dos no son
capaces de resolver las cosas, el paso siguiente es pedir la ayuda de
uno o dos testigos para confirmar el problema e intentar restablecer la
relación. ¿Qué deberíamos hacer si la persona persiste en su
obstinación? Jesús dice que debemos plantear el problema ante la
iglesia. Si la persona todavía se niega a escuchar después de eso,
deberemos tratarla como a una incrédula.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Apoya a tu pastor y a los
líderes. No hay líderes perfectos, pero Dios les da la responsabilidad y
la autoridad para mantener la unidad de la iglesia. Pero cuando hay
conflictos interpersonales que resolver, eso es un trabajo ingrato. A
menudo los pastores tienen la desagradable tarea de actuar como
mediadores entre miembros heridos, que tienen conflictos o que son
inmaduros. También tienen la tarea imposible de intentar que todos estén
contentos, ¡algo que ni siquiera Jesús pudo lograr”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia es
clara con respecto a la manera en que hemos de relacionarnos con los que
nos sirven: “Respondan a sus líderes pastorales. Escuchen su consejo.
Ellos están alertas a la condición de sus vidas, y obra bajo la
supervisión estricta de Dios. Contribuyan al gozo de su liderazgo”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Un
día los pastores estarán delante de Dios y rendirán cuenta de cuán bien
velaron por ti. “Ellos cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir
cuentas”. Pero tú también eres responsable. Tú también tendrás que
rendir cuentas a Dios de cuán bien los seguiste a ellos.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Biblia da
a los pastores instrucciones muy específicas respecto a la manera en
que deben tratar a las personas que causan divisiones en la comunidad.
Ellos deben evitar las discusiones, enseñar con delicadez a los que se
oponen mientras oran para que cambien, advertir a los contenciosos,
rogar porque haya armonía y unidad, reprender a los que son
irrespetuosos con los líderes, y destituir a los que causan divisiones
en la iglesia si hacen caso omiso de dos amonestaciones.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Protegemos
la comunión cuando honramos a los que nos sirven por medio del
liderazgo. Los pastores y los ancianos necesitan nuestras oraciones,
estímulo, aprecio y amor. Se nos ordena: “Honren a los líderes que
trabajan tanto por ustedes, que han recibido la responsabilidad de
exhortarlos y guiarlos en la obediencia. ¡Cólmenlos de aprecio y amor!”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Te
desafío a aceptar tu responsabilidad de proteger y promover la unidad
de tu iglesia. Pon todo tu esfuerzo para lograrlo, y así agradarás a
Dios. No siempre será fácil. A veces tendrás que hacer lo que es mejor
para el cuerpo, no para ti mismo, dando muestras de tu preferencia por
otros. Por eso Dios nos ha puesto en la familia de una iglesia: para
aprender a no ser egoístas. En la comunidad aprendemos a decir
“nosotros” en lugar de “yo”, y “nuestro” en vez de “mío”. Dios dice: ”No
piensen sólo en su propio bien. Piensen en los otros cristianos y en lo
que es mejor para ellos”.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Dios bendice a las congregaciones que
están unidas. En la Iglesia de Saddleback, todos los miembros firman un
pacto que incluye la promesa de proteger la unidad de nuestra
congregación. Como resultado, nunca ha tenido un conflicto que divida la
comunión. Tan importante como lo anterior, dado que es una comunidad
fraternal y unida, ¡muchas personas quieren ser parte de ella! En los
últimos siete años, la iglesia ha bautizado a más de 9.100 creyentes
nuevos. Cuando Dios tiene un puñado de creyentes bebés que quiere “dar a
luz”, busca la iglesia incubadora más cálida que pueda encontrar.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">¿Qué
estás haciendo particularmente para hacer que la familia de tu iglesia
sea más cálida y fraternal? Hay muchas personas en tu comunidad en busca
de amor y un hogar donde sean aceptadas. La verdad es que todos
necesitamos y queremos que nos amen, y cuando las personas hallan una
congregación donde los miembros se aman y se preocupan auténticamente
los unos por los otros, habría que cerrar las puertas con llave para que
no entren más.</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA VEINTIUNO<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Es mi responsabilidad proteger la unidad de mi iglesia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo para recordar: “Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación”. Romanos 14:19 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para considerar: ¿Qué estoy haciendo particularmente para proteger la unidad de la familia de mi iglesia?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-82201231664109676092015-02-07T05:30:00.000-04:302015-02-07T05:30:02.082-04:30 Día 20. Restaura el compañerismo.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Día 20.
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><strong><span>Restaura el compañerismo.</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><em>Dios... por medio de Cristo nos reconcilió<br />consigo mismo y nos dio<br />el ministerio de la reconciliación.</em><br />2º Corintios 5:18 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Siempre es valioso restaurar relaciones.</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Como
la vida se resume en aprender a amar, Dios quiere que valoremos las
relaciones y nos esforcemos por mantenerlas, en lugar de descartarlas
siempre que se produzca una división, un disgusto o conflictos. De
hecho, su Palabra nos dice que Dios nos ha dado el ministerio de
restaurar relaciones. Por lo tanto, gran parte del Nuevo Testamento se
ocupa de la enseñanza de cómo tratarnos mutuamente. Pablo escribió: “Por
tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo
en su amor; algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable,
llénenme de alegría teniendo un mismo parecer; un mismo amor; unidos en
alma y pensamiento”. El apóstol nos enseñó que la capacidad de
llevarnos bien entre nosotros es señal de madurez espiritual.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Como
Cristo quiere que su familia sea conocida por el amor que sienten unos
por otros, el compañerismo roto es un mal testimonio para los
incrédulos. Por eso Pablo sentía tanta vergüenza de los miembros de la
iglesia de Corinto, que se dividían en facciones de distinta tendencia y
hasta se demandaban a juicio. Por eso escribió: “Digo esto para que les
dé vergüenza. ¿acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como
para juzgar un pleito entre creyentes?” No podía creer que no hubiera
nadie en la iglesia lo suficientemente maduro para resolver el conflicto
en paz. En la misma carta, dijo: “Les suplico, hermanos, en el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya
divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo
pensar y en un mismo propósito”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Si quieres la bendición de Dios en
tu vida y que te conozcan como su hijo, debes aprender a ser
pacificador. Jesús dijo: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque
serán llamados hijos de Dios”. Fíjate que Jesús no dijo: “Dichosos los
que aman la paz”, porque todos la amamos. Tampoco dijo: “Dichosos los
pacíficos”, que nada los perturba. Al contrario, afirmó: “Dichosos los
que trabajan por la paz”: los que activamente procuran resolver los
conflictos. Los pacificadores son difíciles de encontrar porque la
pacificación es una tarea difícil.<br />Como fuimos creados para formar
parte de la familia de Dios y el segundo propósito de nuestra vida en la
tierra es aprender a amar y relacionarnos con otros, trabajar por la
paz es una de las habilidades más importantes que podemos desarrollar.
Por desgracia, a la mayoría de nosotros nunca se nos enseñó cómo
resolver conflictos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Trabajar por la paz no es evitar los conflictos.
Huir de los problemas, aparentar que no existen o tener miedo de hablar
de ellos es cobardía. Jesús, el Príncipe de Paz, nunca tuvo miedo al
conflicto. En cierta ocasión hasta lo provocó para bien de todos. A
veces necesitamos evitar los conflictos; otras, necesitamos crearlos; y,
aun otras, resolverlos. Por eso debemos orar pidiendo la guía continua
del Espíritu Santo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Trabajar por la paz no es apaciguar; siempre
cediendo, dejándonos pisar y permitiendo que los demás nos pasen por
encima; no es lo que Jesús tenía en mente. Él se negó a ceder en muchos
asuntos, se mantuvo firme en su posición frente a la oposición del mal.<br /><br /><b>CÓMO RESTAURAR UNA RELACIÓN</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Como
creyentes, Dios nos ha llamado a restablecer nuestras relaciones unos
con otros. Hay siete pasos bíblicos para restaurar el compañerismo:<br />Habla
con Dios antes que con la persona. Conversa con Dios acerca del
problema. Si oras acerca del conflicto antes de ir con el chisme a un
amigo, descubrirás que tú o la otra persona cambian de parecer sin ayuda
de nadie. Nuestras relaciones serían mejores si sólo oráramos más por
ellas.<br />Como lo hizo David con sus salmos, usa la oración para
ventilar hacia arriba. Cuéntale a Dios tus frustraciones. Clama a Dios.
Él nunca se sorprende ni se disgusta por nuestro enojo, dolor,
inseguridad o cualquier otra emoción. Cuéntale exactamente cómo te
sientes.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Muchos conflictos se originan en necesidades insatisfechas.
Algunas de ellas sólo pueden ser satisfechas por Dios. Cuando esperamos
que una persona, ya sea un amigo, un cónyuge, un jefe o un pariente,
satisfaga una necesidad que sólo Dios puede suplir, nos exponemos a la
decepción y la amargura. Nadie puede satisfacer todas nuestras
necesidades, sólo Dios puede hacerlo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Como bien señaló el apóstol
Santiago, muchos de nuestros conflictos obedecen a la falta de oración:
“¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes?... Desean
algo y no lo consiguen... No tiene porque no piden”. en vez de depender
de Dios, dependemos de los demás para ser felices y luego nos enojamos
cuando nos fallan. Dios nos invita a acudir a Él primero.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Toma la
iniciativa siempre. No importa quién haya sido el ofendido o quién
ofendió a quién: Dios espera que des el primer paso. No esperes por la
otra persona. Preséntate ante ella. Restaurar el compañerismo cuando se
rompe es tan importante que Jesús le asignó prioridad por encima de la
adoración colectiva. Dijo: “Si entras en tu lugar de adoración y, al
presentar tu ofrenda, recuerdas de pronto que tu hermano tiene algo
contra ti, deja tu ofrenda, ve directamente a donde se encuentra tu
amigo y hagan las paces. Entonces, y sólo entonces, vuelve y relaciónate
con Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Cuando el compañerismo sea tirante o se rompa, planifica
inmediatamente una conferencia de paz. No la postergues, no pongas
excusas o prometas “Ya me encargaré de este asunto algún día”. Fija una
fecha para tener una reunión personal tan pronto como sea posible. La
demora sólo sirve para aumentar el resentimiento y complicar las cosas.
En casos de conflicto, el tiempo no cura las heridas; las inflama.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Actuar
prontamente, además, reduce el daño espiritual que puedes sufrir. La
Biblia dice que nuestros pecados, incluyendo los conflictos no
resueltos, impiden nuestra comunión con Dios y que nuestras oraciones
sean contestadas, además de hacernos sentir desgraciados. Los amigos de
Job le recordaron que “preocuparse hasta la muerte con el resentimiento
sería una necedad, una insensatez! Y que “sólo consigues lastimarte con
tu enojo”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />El éxito de una conferencia de paz muchas veces depende de
escoger el momento y el lugar correcto para reunirse. No se reúnan
cuando dos estén cansados ni cuando puedan ser interrumpidos. El mejor
momento es cuando los dos se encuentren en un buen estado de ánimo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Sé
comprensivo. Usa tus oídos más que tu boca. Antes de intentar resolver
un desacuerdo, escucha atentamente los sentimientos de la otra persona.
Pablo aconsejó: “Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses
sino también por los intereses de los demás”. El término “velar” es el
vocablo griego skopos, de donde provienen nuestras palabras telescopio y
microscopio. Significa ver de cerca. Enfócate en los sentimientos, no
en los hechos. Comienza con la compasión, no con las soluciones.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Al
principio, no discutas con las personas acerca de sus sentimientos. Sólo
escucha y permite que se desahoguen emocionalmente sin ponerte a la
defensiva. Asienta con tu cabeza para demostrarle que la entiendes,
aunque no estés de acuerdo. Los sentimientos no siempre son infalibles o
lógicos. Por el contrario, el resentimiento hace que pensemos o que
hagamos tonterías. David admitió su equivocación: “Cuando mis
pensamientos estaban llenos de amargura y mis sentimientos estaban
heridos, ¡fui tan estúpido como un animal!”. Todos podemos actuar
bestialmente cuando nos sentimos lastimados.<br />Por el contrario, la
Biblia dice: “El buen juicio hace al hombre paciente: su gloria es pasar
por alto la ofensa”. La sabiduría produce paciencia y se adquiere
escuchando otras perspectivas. Cuando escuchamos le decimos a la
persona: “Valoro tu opinión, me interesa nuestra relación y me importas
tú”. Es cierto: me importa saber lo que sabe un amigo porque me importa
mi amigo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Para restaurar el compañerismo debemos “agradar al prójimo
para su bien, con el fin de edificarlo”. Aguantar con paciencia el enojo
de los demás es un sacrificio, sobre todo si no tiene fundamento. Pero
recuerda, eso fue lo que Jesús hizo por ti. Soportó el enojo malicioso e
infundado para salvarte: “Porque ni siquiera Cristo se agradó a sí
mismo sino que, como está escrito: “Sobre mí han recaído los insultos de
tus detractores”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Confiesa tu parte en el conflicto. Si realmente te
interesa restaurar una relación, debes comenzar admitiendo tus propios
errores o pecados. Jesús dijo que debes sacar primero “la viga de tu
propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo
de tu hermano”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Como todos tenemos un punto ciego, puede ser
necesario pedirle ayuda a un tercero para que te ayude a evaluar tus
propias acciones antes de reunirte con la persona con quien tienes un
conflicto. Pídele a dios que te muestre tu parte de culpa en el
problema. Pregúntale: “¿Soy yo el problema? ¿Soy poco realista,
insensible o demasiado sensible?”. La Biblia dice que “si decimos que
estamos libres de pecado, lo único que conseguimos es engañarnos”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />La
confesión es una herramienta muy poderosa para la reconciliación. A
veces la manera en que tratamos un conflicto produce un daño mayor que
el problema original. Cuando comenzamos por reconocer con humildad
nuestras equivocaciones, el enojo de la otra persona se apaga y la
desarmas porque posiblemente esperaba que estuvieras a la defensiva. No
te excuses ni culpes al otro; reconoce con sinceridad la parte que te
corresponde en el conflicto. Asume la responsabilidad que te corresponde
por tus errores y pide perdón.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Ataca al problema, no a la persona.
No es posible arreglar el problema si lo que te interesa es encontrar
quién tuvo la culpa. Debes optar por una u otra. La Biblia dice: “La
respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego”.
Si estás enojado nunca lograrás persuadir a la otra persona; elige tus
palabras con mucho cuidado. Una respuesta amable es siempre mejor que el
sarcasmo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Al resolver conflictos, la manera en que se dicen las
cosas es tan importante como lo que se dice. Si eres agresivo, tus
palabras se recibirán a la defensiva. Dios nos dice: “A la persona sabia
y madura se le conoce por su inteligencia. Cuanto más agradables sus
palabras, más convincente es la persona”. Ser fastidioso nunca sirve. No
podemos ser convincentes cuando somos ásperos.<br />Durante la Guerra
Fría, ambas partes acordaron que algunas armas de guerra eran tan
destructivas que nunca deberían usarse. En la actualidad, las armas
químicas y biológicas están prohibidas y los arsenales de armas
nucleares se reducen y se destruyen. Para salvar el compañerismo, es
necesario destruir nuestro arsenal de armas nucleares relacionales: la
desaprobación, el menosprecio, las comparaciones, las etiquetas, los
insultos, la condescendencia y el sarcasmo. Pablo lo resume de la
siguiente manera: “Eviten las palabras dañinas, usen sólo palabras
constructivas, que sirvan para edificación y sostén, para que lo que
digan haga bien a quienes escuchan”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Coopera tanto como puedas. Pablo
dijo: “En cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos”. La paz
siempre tiene un precio. Puede costarnos nuestro orgullo; a menudo nos
cuesta nuestro egoísmo. Por amor al compañerismo, haz lo mejor que
puedas para llegar a un compromiso, para adaptarte, para optar por lo
que la otra parte prefiere. Una paráfrasis de la séptima bienaventuranza
de Jesús lo expresa así: “Ustedes son benditos cuando son capaces de
mostrar a la gente cómo cooperar en lugar de competir o luchar. Entonces
pueden descubrir quiénes son realmente y cuál es su lugar en la familia
de Dios”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Haz hincapié en la reconciliación, no en la solución. No
es realista esperar que todos nos pongamos de acuerdo en todo. La
reconciliación se enfoca en la relación, mientras que la resolución se
concentra en el problema. Cuando nos concentramos en la reconciliación,
el problema pasa a un segundo plano de importancia y hasta puede
tornarse irrelevante.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Podemos restablecer una relación incluso sin
haber podido resolver nuestras diferencias. Los cristianos solemos
tener, con toda legitimidad, desacuerdos francos y opiniones distintas,
pero podemos discutir sin ser desagradables. El mismo diamante, visto de
diferentes ángulos, parece distinto. Dios quiere la unidad, no la
uniformidad, y podemos caminar juntos del brazo sin ver todas las cosas
de la misma forma.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Eso no quiere decir que debamos desistir de
encontrar una solución. Puede ser necesario que continuemos discutiendo y
hasta debatiendo, pero siempre en un espíritu de armonía. La
reconciliación consiste en enterrar el arma, no el asunto.¿A quién debes
contactar como resultado de haber leído este capítulo? ¿Con quién
necesitas restaurar el compañerismo? No lo postergues ni un segundo. Haz
una pausa ahora mismo y conversa con Dios por esa persona. Luego toma
el teléfono y comienza el proceso. Estos siete pasos son sencillos, pero
no fáciles. Restaurar una relación exige mucho esfuerzo. Por eso Pedro
nos exhorta a “esforzarnos por vivir en paz unos con otros”. Pero cuanto
trabajas por la paz, haces lo que dios haría. Por eso Dios llama
pacificadores a sus hijos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">DÍA VEINTE<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Punto de reflexión: Siempre vale la pena restaurar las relaciones.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Versículo para recordar: “Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos”. Romanos 12:18 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Pregunta para considerar: ¿Qué debo hoy hacer para restaurar una relación rota? </span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-31950132230831111662015-02-06T05:30:00.000-04:302015-02-06T05:30:04.917-04:30 Día 19. Cultivar la vida en comunidad.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 19
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Cultivar la vida en comunidad</span></strong></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Podrán desarrollar una comunidad saludable<br />y robusta que viva bien con Dios y disfrutar<br />los resultados únicamente si se esfuerzan<br />por llevarse bien unos con otros, tratándose entre sí<br />con dignidad y honra.</em><br />Santiago 3:18 (PAR)<br /><br /><em>Todos seguían firmes en lo que los apóstoles les<br />enseñaban, y compartían lo que tenían, y oraban<br />y se reunían para partir el pan.</em>Hechos 2:42 (DHH)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La vida en comunidad requiere compromiso.</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Sólo
el Espíritu Santo puede crear la comunión verdadera entre los
creyentes, pero la cultiva con las elecciones que hagamos y los
compromisos que asumamos. Pablo señala esta doble responsabilidad:
“Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de
la paz”. Para producir una comunidad cristiana que perpetúa el amor se
necesita tanto el poder de Dios como nuestro esfuerzo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Por desgracia,
muchas personas se crían en familias con relaciones malsanas y, por lo
tanto, carecen de las habilidades relacionales necesarias para la
comunión verdadera. Debemos enseñarles cómo llevarse bien y entablar
relaciones con otros miembros de la familia de Dios. Afortunadamente el
Nuevo Testamento reboza de instrucciones acerca de cómo vivir juntos.
Pablo afirmó: “Escribo estas instrucciones para que... sepas cómo hay
que portarse en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente”.<br />Si
estás harto de la comunión falsa y deseas cultiva una comunión
verdadera y desarrollar una comunidad fraternal en tu grupo pequeño, en
tu clase de escuela dominical o en la iglesia, necesitas tomar algunas
decisiones difíciles y arriesgarte.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cultivar la vida en comunidad
requiere sinceridad. Debes estar lo suficientemente interesado para
decir la verdad fraternalmente, incluso cuando prefieras pasar por alto
un problema o no tratar un asunto espinoso. Si bien es mucho más fácil
permanecer en silencio cuando las personas a nuestro alrededor tienen un
patrón de pecado que les duele o lastima a otros, no es lo que el
afecto nos manda hacer. La mayoría de las personas no tienen a nadie que
las ame lo suficiente como para decirles la verdad (aunque duela), por
lo cual persisten en sus conductas autodestructivas. Por lo general
sabemos que es necesario decirle a esa persona, pero nuestros temores
nos impiden abrir la boca. Muchas relaciones han sido perjudicadas por
el temor: nadie tuvo el valor de hablar en el grupo mientras la vida de
uno de sus miembros se desmoronaba.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Palabra de Dios nos ordena:
“hablando la verdad con amor”, porque no podemos formar una comunidad
sin franqueza. Salomón dijo: “Una respuesta sincera es el signo de una
verdadera amistad”. A veces esto implica preocuparnos lo suficiente por
quien peca o está siendo tentado para enfrentarlo afablemente. Pablo
dijo: “Hermanos, si ven que alguien ha caído en algún pecado, ustedes
que son espirituales deben ayudarlo a corregirse. Pero háganlo
amablemente; y que cada cual tenga mucho cuidado, no suceda que él
también sea puesto a prueba”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Muchas congregaciones y grupos pequeños
son superficiales porque temen al conflicto. Siempre que surja un
asunto que pueda provocar tensión o incomodidad, inmediatamente se lo
pasa por alto para preservar un falso sentido de paz. Alguien sugiere
“no complicar las cosas” y apaciguar los ánimos, pero el asunto nunca se
resuelve, y todos se resignan. Todos saben cuál es el problema, pero
nadie lo expresa francamente. Esto produce un ambiente viciado: hay
secretos y se multiplican los chismes. La solución de Pablo era directa:
“No más mentiras, no más falsas impresiones. Díganle a su prójimo la
verdad. En el cuerpo de Cristo todos estamos conectados entre sí, a fin
de cuentas. Cuando mienten a otros, se mienten a ustedes mismos”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La
comunión verdadera depende de la franqueza, ya se trate de un
matrimonio, una amistad o tu iglesia. Aun más, en una relación, el túnel
de los conflictos puede ser la puerta a la intimidad. Hasta que no nos
importe lo suficientemente como para enfrentar y solucionar los
obstáculos subyacentes, nunca podremos tener una relación más estrecha.
Cuando un conflicto es bien manejado y se encaran y solucionan las
diferencias, se estrechan las relaciones. La Biblia dice: “A fin de
cuentas, más se aprecia al que reprende que al que adula”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La
franqueza no debe ser una licencia para decir lo que a uno se le antoja,
dondequiera y cuando quiera. Eso es impertinencia. La Escritura afirma
que”para todo hay un cuándo y un cómo“. Las palabras irreflexivas dejan
cicatrices profundas. Dios nos manda hablarnos unos a otros en la
iglesia como miembros afables de una familia: “No reprendas con dureza
al anciano, sino aconséjalo como si fuera tu padre. Trata a los jóvenes
como a hermanos; a las ancianas como a madres; a las jóvenes como a
hermanas”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Es triste, pero la falta de sinceridad ha destruido miles
de relaciones. Pablo tuvo que reprender a la iglesia en Corinto por su
pasivo código de silencio que permitía la inmoralidad dentro de su
comunidad. Como no había nadie con suficiente valor para enfrentarla,
les dijo:”No miren para otro lado con la esperanza de que el problema
desaparecerá. Sáquenlo a la luz y trátenlo... Mejor un poco de
devastación y vergüenza que la maldición... Ustedes creen que se trata
de algo sin importancia, pero por el contrario... no deberían actuar
como si todo estuviera bien cuando uno de sus compañeros cristianos es
inmoral o calumniador, es arrogante con Dios o grosero con sus amigos,
se emborracha o es avaro y estafador. No toleren esta situación, ni
consideren aceptable ese comportamiento. No soy responsable de lo que
hagan los de afuera, pero, ¿acaso no tenemos responsabilidad hacia los
de adentro, los que conforman nuestra comunidad de creyentes?.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cultiva
la vida en comunidad requiere humildad. Nada destruye la comunión tan
rápido como la arrogancia, la autocomplacencia y el orgullo empedernido.
El orgullo erige murallas entre las personas; la humildad construye
puentes. La humildad es como el aceite que suaviza las relaciones y lima
las asperezas. Por eso la Biblia dice: “Revístanse todos de humildad en
su trato mutuo”. La vestimenta apropiada para la comunión es una
actitud de humildad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El resto del versículo continúa: “Dios se opone a
los orgullosos pero da gracia a los humildes”. Este es otro motivo por
el que debemos ser humildes: el orgullo bloquea la gracia de Dios en
nuestra vida, la que necesitamos para crecer, cambiar, sanar y ayudar a
los demás. Recibimos la gracia de Dios cuando reconocemos con humildad
que la necesitamos. La Biblia nos dice que ser orgullosos ¡es oponernos a
Dios! Es una manera de vivir necia y peligrosa.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Podemos desarrollar
la humildad de manera práctica: reconociendo nuestras debilidades,
siendo tolerantes con las debilidades de otros, estando dispuestos a ser
corregidos y destacando lo que hacen los demás. Pablo aconsejó: “Vivan
siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la
gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás”. A los
cristianos de Filipos les escribió: “Honren más a los demás que a
ustedes. No se interesen sólo en ustedes sino interésense en la vida de
los demás”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La humildad no es pensar menos de si mismo sino pensar
menos en ti mismo. Humildad es pensar más en los demás. Las personas
humildes se interesan tanto en servir a otros, que no piensan en sí
mismas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cultivar la vida en comunidad requiere amabilidad. La
cortesía o amabilidad consiste en respetar nuestras diferencias, tener
consideración por los sentimientos de otras personas y ser tolerantes
con las que nos molestan. La Palabra de Dios dice: “Hagamos cuanto
contribuya al bien... con el fin de edificarlas”. Pablo le dijo a tito:
“El pueblo de Dios debe tener un gran corazón y ser amable”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En todas
las iglesias, y en cualquier grupo pequeño, habrá siempre por lo menos
una persona “difícil”, a veces más de una. Éstas pueden tener
necesidades emocionales especiales, profundas inseguridades, costumbres
irritantes o hábitos sociales no desarrollados. Podríamos llamarlas
personas NGE: que “necesitan gracia extra”.<br />Dios puso a tales
personas en medio de nosotros tanto para nuestro beneficio como para el
de ellas. Son una oportunidad para el crecimiento y poner a prueba la
comunión: ¿Las amamos como hermanos y hermanas y las tratemos con
dignidad?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Los miembros de una familia no se aceptan porque sean
inteligentes, hermosos o talentosos. Se aceptan porque pertenecen a la
misma familia. Defendemos y protegemos la familia. Uno de sus miembros
puede ser algo tonto, pero es de nuestra familia. De la misma manera, la
Biblia dice: “Ámense los unos a los otros con amor fraternal,
respetándose y honrándose mutuamente”.<br />Lo cierto es que todos tenemos
nuestras manías y caprichos. Pero la comunidad no tiene nada que ver
con compatibilidades. La base de nuestra comunión es nuestra relación
con Dios: somos una familia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Una de las claves para la amabilidad es
conocer los orígenes de una persona: descubre su historia. Cuando sepas
lo que esa persona ha atravesado, serás más comprensivo. En lugar de
pensar en todo lo que todavía tiene que aprender, pensarás en todo lo
que ha progresado, a pesar de todo.<br />Otro aspecto de la amabilidad
consiste en no subestimar las dudas ajenas. El hecho de que no tengamos
determinados temores no quita validez a esos sentimientos. La comunidad
verdadera se produce cuando la gente se siente suficientemente segura
para poder expresar sus dudas y temores con la certeza que no la
juzgarán.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cultivar la vida en comunidad requiere confidencialidad.
Para que las personas sean sinceras y expresen sus más profundas penas,
necesidades y errores, se requiere una condición: una atmósfera segura
que las haga sentirse cálidamente aceptadas y donde puedan desahogarse
con confianza. La confidencialidad no implica permanecer en silencio si
nuestro hermano o hermana peca. Significa que lo que se expresa dentro
del grupo no sale afuera de él, que el grupo tratará el asunto
internamente y nadie saldrá a contar chismes.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Dios odia los chismes,
sobre todo cuando se los disfraza superficialmente como “pedidos de
oración” por una persona. Él afirma: “El perverso provoca contiendas y
el chismoso divide a los buenos amigos”. Los chismes provocan
sufrimiento y divisiones, y destruyen la comunión. Dios es muy claro al
respecto: debemos enfrentar “al que cause divisiones”. Estas personas
pueden enojarse y abandonar el grupo o la iglesia cuando se las amonesta
por sus acciones divisivas, pero el compañerismo de la iglesia es más
importante que cualquier individualidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Cultivar la vida en
comunidad requiere contacto frecuente. Debes tener contacto frecuente y
regular con tu grupo para construir una comunión genuina. Para cultiva
una relación se requiere tiempo. La Biblia nos dice: “No dejemos de
congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a
otros”. Debemos desarrollar el hábito de reunirnos. Un hábito es algo
que hacemos con frecuencia y regularidad, no ocasionalmente. Debemos
pasar tiempo juntos <mucho tiempo> para construir relaciones sólidas.
Por eso, la comunión es tan superficial en muchas iglesias justamente
porque no pasamos suficiente tiempo juntos, y cuando nos reunimos, por
lo general pasamos ese tiempo escuchando hablar a una sola persona.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La
comunidad no se construye sobre la conveniencia (“Nos reuniremos cuando
nos parezca”), sino que se apoya en la convicción de que la comunidad
es necesaria para la salud espiritual. Si deseas cultiva una comunión
verdadera, eso implicará reunirte incluso cuando no tengas ganas, porque
estás convencido de que es importante. ¡Los primeros cristianos se
reunían todos los días! “No dejaban de reunirse en el templo ni un solo
día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y
generosidad”. Para tener comunión debes invertir tiempo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Si eres
miembro de un pequeño grupo o clase, te animo a que hagas un pacto en el
grupo que incluya las nueve características de la comunión bíblica:
expresaremos nuestros verdaderos sentimientos (autenticidad), nos
animaremos unos a otros (reciprocidad), nos apoyaremos unos a otros
(compasión), nos perdonaremos unos a otros (misericordia), hablaremos la
verdad en amor (sinceridad), reconoceremos nuestras debilidades
(humildad), respetaremos nuestras diferencias (amabilidad), no andaremos
con chismes (confidencialidad) y haremos del grupo una prioridad
(frecuencia).Al leer esta lista de características, te resultará obvio
por qué la comunión genuina es tan poco corriente. Consiste en formarnos
en interdependientes. Sin embargo, los beneficios de compartir la vida
juntos superan largamente los costos y nos preparan para el cielo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA DIECINUEVE<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: La vida en comunidad requiere compromiso.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo
para recordar: “En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo
entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la
vida por nuestros hermanos”. 1º Juan 3:16 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta para
considerar: ¿Cómo puedo cultivar hoy las características de una
comunidad verdadera en mi grupo pequeño o en mi iglesia</span></span>?</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-29590434405520759892015-02-05T05:30:00.001-04:302015-02-05T05:30:07.360-04:30 Día 18. Viviendo la vida juntos<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 18
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span></b></div>
<div class="post-header" style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><strong><span>Viviendo la vida juntos</span></strong></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><em>Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo,<br />el cuerpo de Cristo.</em><br />Colosenses 3:15 (BLS)<br /><br /><em>¡Cuán bueno y cuán agradable es que<br />los hermanos convivan en armonía!</em>Salmos 133:1 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">El significado de la vida es compartir.</span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">La
intención de Dios es que experimentemos la vida juntos. En la Biblia
esta experiencia comunitaria se conoce como vivir en comunión. En la
actualidad, sin embargo, la palabra ha perdido mucho de su significado
bíblico. “Tener comunión” se usa para referirse a la conversación
espontánea, la socialización, las comidas y la diversión. La pregunta
“¿Dónde tienes comunión?” significa: “¿A qué iglesia asistes?”. Afirmar:
“Quédate después del servicio APRA un momento de comunión” quiere decir
“Tendremos un refrigerio”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La verdadera comunión es mucho más que
asistir a los servicios dominicales. Es experimentar la vida juntos.
Consiste en amar desinteresadamente, compartir con corazón sincero,
servir en la práctica, hacer sacrificios, consolar y solidarizarse con
los que sufren, y todos los demás mandamientos que el Nuevo Testamento
nos manda hacer “unos a otros”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Con todo aquello relacionado con la
comunión, el tamaño importa: cuanto más pequeño, mejor. Con una multitud
se puede adorar, pero no se puede tener comunión. Cuando los grupos son
superiores a diez personas,. Algunas dejarán de participar ¾por lo
general, las más calladas¾ y otras ejercerán dominio.<br />Jesús ministró
en el contexto de pequeños grupos de discípulos. Pudo haber elegido a
más, pero sabía que doce es prácticamente el tamaño máximo posible para
permitir la participación de todos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El cuerpo de Cristo, como el
tuyo, es en realidad una colección de varias células pequeñas. La vida
del cuerpo de Cristo, como el tuyo, está en las células. Debido a esto,
todos los cristianos necesitan estar comprometidos con un pequeño grupo
dentro de cada iglesia, ya sea uno de reflexión en los hogares, una
clase de escuela Dominical o un grupo de estudio bíblico. La verdadera
comunidad se gesta en esos lugares, no en las reuniones masivas. Piensa
en la iglesia como en un barco, los pequeños grupos son los botes
salvavidas.<br />Dios ha hecho una promesa increíble con respecto a los
pequeños grupos de creyentes: “Porque donde dos o tres se reúnen en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Por desgracia, pertenecer a un
pequeño grupo tampoco es ninguna garantía de que se experimentará una
verdadera comunión. Muchas clases de Escuela Dominical y grupos pequeños
son superficiales, no tienen idea de lo que es experimentar la comunión
genuina. ¿Cuál es la diferencia entre la comunión verdadera y la falsa?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En
la comunión verdadera experimentamos autenticidad. La comunión
auténtica no es superficial. Consiste en la expresión genuina, de
corazón a corazón, desde lo más íntimo de nuestro ser. El verdadero
compañerismo ocurre cuando la gente es honesta con lo que es y con lo
que sucede en su vida: comparte sus penas, revela sus sentimientos,
confiesa sus fracasos, manifiesta sus dudas, reconoce sus temores,
admite sus debilidades, y pide la ayuda y oración de los demás.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La
autenticidad es exactamente lo contrario de lo que encuentras en algunas
iglesias. En éstas, en vez de una atmósfera de sinceridad y humildad,
hay fingimiento, roles, politiquería, cordialidad superficial y
conversación trivial. La gente se pone máscaras, está a la defensiva y
se conduce como si su vida fuera un lecho de rosas. Estas actitudes
matan la verdadera comunión.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Podremos experimentar la verdadera
comunión sólo si somos transparentes en nuestra vida. La Biblia dice:
“Si vivimos en la luz, así como Él está en la luz, tenemos comunión unos
con otros... Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos y no tenemos la verdad”. El mundo cree que la intimidad
necesita oscuridad, pero Dios dice que ésta ocurre en la luz. La
oscuridad sirve para esconder nuestros dolores, culpas, temores,
fracasos y fallas. Pero al sacarlas a la luz, las ponemos a la vista y
admitimos quiénes somos en realidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Por supuesto, la autenticidad
exige valor y humildad. Implica enfrentar nuestro temor a la exposición,
al rechazo y a ser heridos nuevamente. ¿Por qué habríamos de correr ese
riesgo? Porque es la única manera de crecer espiritualmente y conservar
nuestra salud emocional. La Escritura indica que “nuestra práctica
debería ser: confesarnos unos a otros nuestros pecados y orar unos por
otros para poder vivir todos juntos y ser sanados”. Sólo podemos crecer
si nos arriesgamos, y no hay riesgo mayor que ser sinceros con nosotros
mismos y con otros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En la comunión verdadera experimentamos
reciprocidad. La reciprocidad es el arte de dar y recibir. Depende de
cada uno de nosotros. La Biblia dice que “Dios diseñó nuestros cuerpos
como un modelo para que pudiéramos entender nuestras vidas reunidas como
iglesia: cada parte dependiente de todas las demás partes”. La
reciprocidad es el corazón de la comunión: la construcción de relaciones
recíprocas, de compartir responsabilidades y de ayudarse unos a otros.
Pablo dice que desea que nos ayudemos “entre nosotros con la fe que
compartimos. Tu fe me ayudará y mi fe te ayudará”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Somos más sólidos
en nuestra fe cuando caminamos junto a otros que nos animan. La Biblia
nos ordena rendir cuentas unos a otros, animarnos, servirnos y honrarnos
mutuamente. Más de cincuenta veces el Nuevo Testamento nos manda hacer
distintas tareas “unos a otros” y “unos con otros”. La Palabra de Dios
señala: “Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la
mutua edificación”.<br />No eres responsable de cada persona del cuerpo de
Cristo, pero tienes una responsabilidad con ellos. Dios espera que
hagas lo que esté a tu alcance para ayudarlos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En la comunión
verdadera experimentamos compasión. La compasión no se limita a dar
consejos o una ayuda rápida y cosmética; la compasión es comprender y
compartir el dolor de los demás. La compasión dice: “Entiendo lo que te
está pasando, y lo que sientes no es raro ni es una locura”. Hoy también
se la conoce como “empatía”, pero la palabra bíblica es “compasión”. La
Escritura afirma que, como escogidos de Dios, santos y amados, debemos
vivir con “verdadera compasión, bondad, humildad, mansedumbre y
paciencia”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La compasión satisface dos necesidades humanas
esenciales: ser entendidos y apreciados con nuestros sentimientos. Cada
vez que entiendes y aprecias los sentimientos de alguien, estableces
comunión. El problema es que muchas veces tenemos tanta prisa para
arreglar las cosas, que no tenemos tiempo para expresar nuestra
compasión; o estamos preocupados con nuestros propios dolores. La
autocompasión agota la compasión por los demás.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La comunión tiene
diferentes niveles, cada uno apropiado para diferentes momentos. Los
grados más simples de comunión son al compartir y al estudiar la Palabra
de Dios en comunidad. Un nivel más profundo es la comunión al servir:
cuando ministramos entre varios en viajes misioneros o en proyectos de
caridad. El nivel más profundo e intenso es la comunión en sufrimiento,
cuando nos solidarizamos con la pena y el dolor de los demás y nos
ayudamos unos a otros a sobrellevar las cargas. Los cristianos que mejor
entienden este nivel son quienes, en este mundo, sufren persecución,
desprecio y hasta muerte como mártires por su fe.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La Palabra de Dios
nos manda: “Cuando tengan dificultades, ayúdense unos a otros. Esa es la
manera de obedecer la ley de Cristo”. Es en los momentos más intensos
de crisis, dolor y duda cuando más nos necesitamos unos a otros. Cuando
las circunstancias nos aplastan y nuestra fe se derrumba, es cuando más
necesitamos a nuestros amigos creyentes. Necesitamos contar con un
pequeño grupo de amigos que tengan fe en Dios por nosotros para
permitirnos salir adelante. En un pequeño grupo, el cuerpo de Cristo es
real y tangible, aunque Dios parezca distante. Durante su sufrimiento,
Job necesitó con desesperación contar con ese grupo. Clamó: “aunque uno
se aparte del temor al Todopoderoso, el amigo no le niega su lealtad”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />En
la comunión verdadera experimentamos misericordia. La comunión es un
lugar de gracia, donde en vez de enfatizar los errores, éstos se
resuelven. La comunión se genera cuando la misericordia triunfa sobre la
justicia.<br />Todos necesitamos misericordia porque todos tropezamos y
caemos y necesitamos que alguien nos ayude a ponernos en pie y en
camino. Necesitamos brindarnos misericordia unos a otros y estar
dispuestos a recibirla. Dios declara que cuando alguien peca, debemos
“perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la excesiva
tristeza”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />No es posible tener comunión sin perdón. Dios nos dice:
“No guarden rencor”, porque la amargura y el resentimiento destruyen la
comunión. Como somos pecadores e imperfectos, inevitablemente nos
lastimamos. En ocasiones, intencionalmente y otras veces sin mala
intención, pero de una u otra manera, requiere cantidades enormes de
misericordia y gracia crear y sostener la comunión. La Escritura dice
que “tengan paciencia unos con otros, y perdónense si alguno tiene una
queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también
ustedes”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />La misericordia de Dios es el motor que nos motiva a
mostrar compasión a los demás. Recordemos que nunca se nos pedirá
perdonar más que lo que Dios nos perdonó a nosotros. Cuando alguien te
lastime, tienes que decidir. ¿Usaré mi energía y mis emociones para
vengarme o para buscar una solución? No es posible hacer ambas cosas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Muchas
personas son renuentes a mostrar misericordia porque no entienden la
diferencia entre confianza y perdón. Perdonar es soltar las riendas del
pasado. La confianza tiene que ver con el comportamiento en el futuro.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />El
perdón debe ser inmediato, lo pida o no quien ofendió. La confianza se
reconstruye con el tiempo. Esta requiere llevar un registro. Si una
persona nos lastima repetidas veces, Dios nos manda perdonarla al
instante, pero no espera que confiemos en ella de inmediato, y tampoco
supone que debemos permitir que siga lastimándonos. Deberá demostrar que
el tiempo la ha transformado. El mejor lugar para restaurar la
confianza es dentro del ámbito de apoyo provisto por un pequeño grupo
que ofrezca la posibilidad de animarnos mutuamente y ser responsables
unos de otros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />Experimentarás muchos otros beneficios si formas parte
de un pequeño grupo comprometido con tener comunión verdadera. Es una
parte esencial de tu vida cristiana que no puedes desatender. Por más de
dos mil años los cristianos se han reunido regularmente en pequeños
grupos para vivir en comunión. Si nunca has formado parte de uno, no
tienes idea de lo que te estás perdiendo.En el capítulo siguiente
analizaremos lo que se requiere para crear este tipo de comunidad con
otros creyentes, pero espero que este capítulo haya despertado el hambre
de una experiencia de autenticidad, reciprocidad, compasión y
misericordia que experimentarás con la comunión verdadera. Fuiste creado
para esa comunión.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">DÍA DIECIOCHO<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Punto de reflexión: Necesito otras personas en mi vida.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Versículo para recordar: “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo”. Gálatas 6:2 (NVI)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Pregunta
para considerar: ¿Qué primer paso puedo dar hoy para relacionarme con
otro creyente en un mayor grado de intimidad y autenticidad?</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/16409986627104231791noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4516960613503111144.post-35335040531598335572015-02-04T05:30:00.000-04:302015-02-04T05:30:03.031-04:30 Día 17. Un lugar a pertenecer.<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Día 17</span></span></b></div>
<div class="post-title entry-title" itemprop="name" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"> <b>Un lugar a pertenecer.</b></span></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>Ya son ustedes... miembros de la familia de Dios,<br />ciudadanos del país de Dios y conciudadanos<br />de los cristianos de todas partes.</i>Efesios 2:19 (BAD)<br /><br /><i>...la familia de Dios, que es la iglesia del Dios<br />viviente, la cual sostiene y defiende la verdad.</i>1º Timoteo 3:15b (DHH)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Eres llamado a pertenecer, no sólo a creer.</span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Incluso
en el entorno perfecto y sin pecado, en el jardín del Edén, Dios dijo:
“No es bueno que el hombre esté solo”. Nos creó para vivir en comunidad,
para la comunidad, para la comunión y para tener una familia, y no
podemos cumplir los propósitos de Dios por sí solos.<br />En la Biblia no
hay ningún ejemplo de santos solitarios o ermitaños espirituales
aislados de otros creyentes y privados de la comunión. La Biblia dice
que formamos un cuerpo, somos sus miembros, hemos sido edificados
juntamente, formados articulaciones, somos herederos conjuntos, estamos
sostenidos y ajustados en conjunto, y seremos arrebatados juntos. Ya no
podemos valernos por nosotros mismos.<br />Aunque nuestra relación con
Cristo es personal, la intención de Dios no es que sea privada. En al
familia de Dios estamos conectados con todos los demás creyentes, y nos
pertenecemos mutuamente por la eternidad. La Biblia dice: “También
nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada
miembro está unido a todos los demás”.<br />Seguir a Cristo implica
participación, no solamente creer. Somos miembros de su cuerpo: la
iglesia C.S.Lewis señaló que la palabra miembro tiene origen cristiano,
pero que el mundo la ha vaciado de su significado original. Las casas
comerciales ofrecen descuentos a sus “miembros” y los publicistas usan
los nombres de sus miembros para crear listas de correspondencia. En
muchas iglesias, la membresía suele reducirse a agregar su nombre a un
registro, sin más requisito ni obligaciones.<br />Para Pablo, ser
“miembro” de la iglesia significaba ser un órgano vital de un cuerpo con
vida, una parte indispensable y ligada al cuerpo de Cristo. Necesitamos
recuperar y poner en práctica el significado bíblico de ser miembro. La
iglesia es un cuerpo, no un edificio; es un organismo, no una
organización.<br />Para que los órganos de tu cuerpo cumplan su propósito,
deben estar conectados al cuerpo. Lo mismo es cierto en tu caso, como
parte del cuerpo de Cristo. Dios te creó para desempeñar un papel
específico, pero si no te vinculas a una iglesia viva y local, te
perderás el segundo propósito de tu vida. Descubrirás tu papel en la
vida mediante tu relación con los demás.<br />La Biblia dice en Romanos
12:4-5: “El sentido de cada una de las partes lo da cuerpo en su
totalidad y no al contrario. Estamos hablando del cuerpo de Cristo
formado por su pueblo elegido. Cada uno de nosotros encontramos nuestro
sentido y función como parte de su cuerpo. Si somos un dedo de la mano o
del pie cortados y sueltos, no servimos de mucho, ¿no?”.<br />Fuera del
cuerpo, los órganos se secan y mueren. No pueden sobrevivir solos;
nosotros tampoco. Desvinculado y sin la fuente de vida que brinda el
cuerpo local, tu vida espiritual se marchitará y dejará de existir. Por
ese motivo, el primer síntoma del enfriamiento espiritual suele ser la
asistencia irregular a los cultos de adoración y otros encuentros de
creyentes. Cuando descuidamos la comunión, todo lo demás también se va a
pique.<br />Ser miembro de la familia de Dios tiene repercusiones y no es
algo para ser ignorado casualmente. La iglesia es parte del plan de
Dios para el mundo. Jesús dijo: “Edificaré mi iglesia, y las puertas del
reino de la muerte no prevalecerán contra ella”. La iglesia es
indestructible y existirá por la eternidad. Sobrevivirá al universo, y
tu papel en ella también. La persona que dice: “No necesito a la
iglesia”, es arrogante o ignorante. La iglesia es tan importante que
Jesús murió en la cruz por ella. “Cristo amó a la iglesia entregó su
vida por ella”.<br />La Biblia llama a la iglesia “la esposa de Cristo” y
“el cuerpo de Cristo”. No me puedo imaginar diciéndole a Jesús: “Te amo,
pero no me gusta tu esposa”, o “Te acepto, pero rechazo tu cuerpo”. Sin
embargo, eso es lo que hacemos cuando le restamos importancia,
menospreciamos o nos quejamos de la iglesia. Por el contrario, Dios nos
manda a amarla tanto como la ama Jesús. La Biblia nos ordena “amar a
nuestra familia espiritual”. Es triste ver que muchos cristianos usan la
iglesia, pero no la aman.<br /><br />LA CONGREGACIÓN LOCAL<br />Con pocas
excepciones importantes que tiene que ver con todos los creyentes en la
historia, casi todas las veces que se usa la palabra iglesia en la
Biblia se refiere a la congregación local y visible. El Nuevo Testamento
da por sentado que los creyentes eran miembros de una congregación
local. Los únicos cristianos que no lo eran, eran los que estaban
sujetos a la disciplina de la congregación o que habían dejado de tener
comunión por casos de inmoralidad.<br />La Biblia dice que un cristiano
sin iglesia materna es como un órgano sin un cuerpo, una oveja sin
rebaño o un niño sin familia. No es su estado natural. La Biblia dice
que somos “miembros de la familia de Dios... conciudadanos de los
cristianos de todas partes”.<br />En la actualidad, el individualismo
independiente de nuestra cultura ha creado muchos huérfanos
espirituales: “creyentes conejos” que saltan de una iglesia a otra sin
identificarse, sin rendir cuentas ni comprometerse con ninguna. Muchos
creen que es posible ser un “buen cristiano” si unirse (a veces sin
siquiera asistir) a una iglesia local, pero Dios no está de acuerdo con
eso. Su Palabra ofrece muchas razones de peso para justificar la
necesidad de estar comprometidos y ser activos en la comunión.<br /><br />LA NECESIDAD DE LA FAMILIA ECLESIÁSTICA<br />Ser
una familia eclesiástica te permite identificar como creyente genuino.
No puedo decir que sigo a Cristo si no tengo ningún compromiso con otro
grupo específico de discípulos. Jesús dijo: “De este modo todos sabrán
que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”.<br />Somos
testimonio al mundo cuando, viniendo de distintas culturas, razas y
clases sociales, nos reunimos en amor como una familia en la iglesia. No
somos parte del cuerpo de Cristo en soledad. Necesitamos a los demás
para expresar que somos miembros del cuerpo. Juntos, no por separado,
somos miembros de su cuerpo.<br />Ser una familia eclesiástica te aparta
del aislamiento egocéntrico. La iglesia local es el salón de clases
donde aprendes a vivir en la familia de Dios. Es el laboratorio donde se
practica el amor comprensivo y sin egoísmo. Como miembro participante
podrás aprender a interesarte en los demás y a -conocer la experiencia
de otros: “Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su
sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con
él”. Únicamente por medio del contacto regular con creyentes comunes e
imperfectos podremos aprender a tener comunión verdadera y experimentar
la verdad del Nuevo Testamento que afirma que estamos ligados y
dependemos unos de otros.<br />La comunión bíblica consiste en estar tan
comprometidos con los demás como lo estamos con Jesucristo. Dios espera
que entreguemos nuestra vida unos por otros. Muchos cristianos conocen
el versículo de Juan 3:16 pero se olvidan de 1º Juan 3:16: “En esto
conocemos lo que es el amor; en que Jesucristo entregó su vida por
nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros
hermanos”. Este es el tipo de sacrificio de amor que Dios espera que
demostremos a los demás creyentes: una disposición a amarlos del mismo
modo que Dios nos amó.<br />Ser una familia eclesiástica te ayuda a
mantenerte en forma espiritualmente. No podrás madurar si sólo asistes a
los cultos de adoración y eres un espectador pasivo. Sólo podemos
mantenernos espiritualmente en forma si participamos en toda la vida de
una congregación local. La Biblia declara: “Por su acción todo el cuerpo
crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los
ligamentos, según la actividad propia de cada miembro”.<br />El Nuevo
Testamento emplea más de cincuenta veces la frase “unos a otros” o “unos
con otros”. Se nos manda amar; orar; alentar; amonestar; saludar;
servir; enseñar; aceptar; honrar; llevar las cargas; perdonar;
someternos; comprometernos y muchas otras tareas mutuas y recíprocas.
¡Esto es membresía bíblica! Estas son tus “responsabilidades familiares”
que Dios espera que cumplamos por intermedio de una congregación local.
¿Con quién estás cumpliendo estas obligaciones?<br />Puede parecer más
fácil ser santo cuando no hay nadie a nuestro alrededor que pueda
frustrar nuestras preferencias, pero esta santidad es falsa y no
verificable. El aislamiento genera engaño: es fácil engañarse creyendo
que somos maduros si no nos comparamos con otros. La verdadera madurez
se demuestra en las relaciones.<br />Para crecer necesitamos algo más que
la Biblia, necesitamos a otros creyentes. Creceremos más rápido y
seremos más fuertes si aprendemos de los demás y asumimos nuestra
responsabilidad. Cuando otros comparten lo que Dios les está enseñando,
aprendo y crezco.<br />El Cuerpo de Cristo te necesita. Dios tiene un
papel exclusivo para que lo desempeñes en su familia. Es tu
“ministerio”, y para desempeñarlo Dios te ha dado dones: “para ayudar a
toda la iglesia Dios ha provisto a cada uno con dones espirituales”.<br />La
congregación local es el lugar que Dios ha provisto para descubrir,
desarrollar y usar tus dones. Es posible que además tengas un ministerio
más amplio, pero eso es un agregado al servicio del cuerpo local. Jesús
no prometió edificar tu ministerio; sino edificar su iglesia.<br />Compartirás
la misión de Cristo en el mundo. Cuando Jesús caminó sobre esta tierra,
Dios obró mediante el cuerpo físico de Cristo; hoy usa su cuerpo
espiritual. La iglesia es el instrumento de Dios sobre la tierra. No
solamente debemos ser ejemplo del amor de Dios amándonos unos a otros;
también debemos llevar juntos ese amor al resto del mundo. Es un
privilegio increíble que compartimos. Como miembros del cuerpo de
Cristo, somos sus manos, sus pies, sus ojos y su corazón, Él obra en el
mundo por nuestro intermedio. Pablo nos dice que “Dios nos ha creado en
Cristo Jesús para trabajar juntos en su obra, en las buenas obras que
Dios ha dispuesto para que hagamos, en la obra que más vale que pongamos
en práctica”.<br />La familia eclesiástica evitará que te apartes. Nadie
es inmune a la tentación. Dadas las circunstancias apropiadas, tú como
yo podríamos ser capaces de cometer cualquier pecado. Como Dios sabe
eso, nos ha asignado como individuos la responsabilidad de cuidarnos
mutuamente. La Biblia dice: “Anímense unos a otros cada día, para que
ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado”. “No te metas
en mi vida” no es una frase que un cristiano debiera decir. Dios nos
llama y nos manda a asumir un compromiso con los demás. Si sabes de
alguien que en este mismo momento está flaqueando espiritualmente, es tu
responsabilidad buscar a esa persona y devolverla a la comunión.
Santiago dice que”si sabemos de alguno que se extravía de la verdad de
Dios, no lo descartemos, busquémoslo y hagámoslo volver”.<br />Otro
beneficio relacionado con la iglesia local es que brinda la protección
espiritual de líderes consagrados. Dios ha dado a los líderes pastorales
la responsabilidad de guardar, proteger, defender y velar por el
bienestar espiritual de su rebaño “porque ellos cuidan de ustedes sin
descanso, y saben que son responsables ante Dios de lo que a ustedes les
pase”.<br />A Satanás le gustan los creyentes desarraigados,
desconectados de la energía del cuerpo, aislados de la familia de Dios,
sin responsabilidades frente a sus líderes espirituales: sabe que están
indefensos y sin fuerza para enfrentarse a sus tácticas.<br /><br />TODO ESTÁ EN LA IGLESIA<br />En
mi libro Una iglesia con propósito expliqué cómo el formar parte de una
iglesia espiritualmente saludable es esencial para tener una vida sana.
Espero que también leas ese libro porque te ayudará a entender cómo
Dios diseñó su iglesia específicamente para ayudarte a cumplir los cinco
propósitos que Él tiene para tu vida. Él creó la iglesia para
satisfacer las cinco necesidades más básicas de tu vida: un propósito
para vivir, personas con quienes vivir, principios para vivir, una
profesión para desarrollar y el poder para vivir. Sólo hay un lugar en
la tierra donde es posible encontrar estos cinco beneficios reunidos en
el mismo lugar.<br />Los propósitos de Dios para su iglesia son los mismos
que tiene para tu vida. La adoración te ayudará a concentrarte en Dios;
la comunión te ayudará enfrentar los problemas de la vida; el
discipulado te ayudará a fortalecer tu fe; el ministerio te ayudará a
descubrir tus talentos; el evangelismo te ayudará a cumplir tu
misión.¡No hay nada como la iglesia en la tierra!<br /><br />TU ELECCIÓN<br />Cuando
nace un bebé, él o ella se convierte automáticamente en parte de la
familia universal de los seres humanos. Pero ese bebé también necesita
ser miembro de una familia en particular para recibir el cuidado y el
cariño que requiere para crecer, tener salud y ser fuerte. Lo mismo es
cierto en el aspecto espiritual. Cuando nacemos de nuevo,
automáticamente pasamos a formar parte de la familia universal de Dios,
pero también necesitamos ser miembros de una expresión local de ese
núcleo.<br />La diferencia entre ser un mero asistente al templo y un
miembro de la iglesia es el compromiso. Los asistentes son espectadores
frente al escenario; los miembros están comprometidos con el ministerio.
Los asistentes son consumidores; los miembros, contribuyentes. Los
asistentes desean tener los beneficios de la iglesia sin compartir las
obligaciones. Son como parejas que quieren vivir juntas sin
comprometerse y formar un matrimonio.<br />¿Por qué es importante unirse a
la familia de una iglesia local? Porque es en la práctica, no en la
teoría, como demuestras tu compromiso con tus hermanos y hermanas. Dios
quiere que ames a personas reales, no ideales. Puedes pasarte toda tu
vida buscando la iglesia perfecta, pero nunca la encontrarás. Dios nos
llama a amar a los pecadores como Él nos amó.<br />En los Hechos, los
cristianos de Jerusalén tenían compromisos muy específicos entre sí. Se
dedicaban a la comunión. La Biblia nos dice “que se comprometían con la
enseñanza de los apóstoles, la vida en comunidad, las comidas
comunitarias y las oraciones”. Dios hoy espera el mismo compromiso de tu
parte.La vida cristiana es más que el simple compromiso con Cristo:
también implica el compromiso con otros cristianos. Los creyentes de
Macedonia entendieron esto. Pablo dijo de ellos: “Se entregaron a sí
mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la
voluntad de Dios”. Después de convertirte en hijo de Dios, el siguiente
paso natural que debes dar es convertirte en miembro de una congregación
local. Cuando te comprometes con Cristo, te conviertes en cristiano;
pero te conviertes en miembro de una iglesia cuando te comprometes con
un grupo específico de creyentes. La primera decisión trae la salvación;
la segunda, la comunión.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">DÍA DIECISIETE<br />PENSANDO EN MI PROPÓSITO.</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Punto de reflexión: Soy llamado a pertenecer, no sólo a creer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Versículo
para recordar: “También nosotros, siendo muchos, formamos un solo
cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás”. Romanos
12:5 (NVI)</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;">Pregunta para considerar: El grado de compromiso que
tengo con mi iglesia local, ¿refleja mi amor y compromiso con la familia
de Dios?</span></div>
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