sábado, 20 de septiembre de 2014

Una Emoción Sin Igual.

Hola Hola Hola! No saben la alegría y la emoción que siento poder estar haciendo algo productivo para el Señor. El ha puesto en mi corazon poder llevar a ustedes informacion importante, que no aprendemos en casa acerca de los matrimonios.

A quien le dieron en su casa clases de Introduccion de Respeto al Marido o de Ama a tu esposa aunque estés cansado del trabajo o¿Contesta con dulzura aún si estas en tus días. 
Muchas me pueden responder que pueden haber aprendido por el ejemplo de sus padres... pero a pesar de que tu hayas tenido unos padres ejemplares que se amaban y respetaban no quiere decir que tu futura pareja o ahora espos@ haya tenido un ejemplo asi! Quizás haya sido criado por solo su mamá, algún abuelo, o quizas los padres estaban allí pero era una relación abusiva... lo cierto es que muchos llegamos al matrimonio con ciertas expectativas que no se cumplen... Eso no quiere decir que tenemos que dejar que el matrimonio se acabe o que tenemos que sufrir eternamente por cosas que tienen solución, simplemente que tenemos que aprender a dejar nuestras cargas en el Señor y poner de nuestra parte y dejar que Dios trabaje en nuestras vidas.

Dios nos transformará con el tiempo, usando la verdad encontrada en Su Palabra, pero también seremos transformados usando los problemas que surgen en nuestras vidas.  Como cristianos, debemos saber que todo está bajo el control de Dios, y Dios puede simplemente usar los tiempos difíciles para moldearnos y desarrollarnos en la paciencia y el carácter, hasta que nos parezcamos más a Él.  

Mira lo que Dios nos dice en la Escritura: 

Romanos 8:28-31: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”

 

Así que aprovechemos este tiempo y este medio para animarnos los unos a los otros.


«Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt. 18,20)

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