Muchas
veces he escuchado la frase: ‘debemos ponernos en los zapatos de la otra
persona para juzgar, para entender porque actúa así’. He visto mucha gente
decirla, más no hacerla.
No
había pensado mucho acerca de esto, hasta que he conocido a varias mujeres, (algunas por correo,
otras que conozco personalmente), me han comentado acerca de problemas
maritales y la mayoría tiene que ver con infidelidad y el abandono del hogar.
La verdad que entender su realidad debería ser dificil para mi, pues nunca he
pasado por esa situación, (quizás pueda relacionarlo con la separación después de
un noviazgo o algo así), pero aún sin haber pasado por esa situación puedo
sentir empatía por ellas.
He estado
leyendo acerca de la empatía y he aprendido que está relacionada con la compasión, porque es
necesario cierto grado de empatía para poder sentir compasión por los
demás. La empatía te permite sentir su dolor y su sufrimiento y, por
tanto, llegar a compadecerte (tener misericordia) de alguien que sufre y desear
prestarle tu ayuda.
La misericordia implica ser conmovidos ante esa circunstancia
y actuar en favor de quien la está confrontando. Aclaro: la misericordia y la
empatía no deben ser confundidas con la pena o lástima, ya que la lástima es un
sentimiento, que normalmente no está acompañado de ninguna acción, sino de una
“lamentación”.
La empatía nos ayuda a poner en práctica el mandamiento que dice “amarás a tu prójimo
como a ti mismo” (Lucas 10:27). Jesús es el mejor ejemplo de empatía. Durante
toda su vida, se pudo ver diferentes oportunidades donde Jesús fue
misericordioso con los demás. Por ejemplo: cuando Jesús les expresa a sus
discípulos que los que le seguían llevaban varios días sin comer y temía que estas se desfalleciesen en el camino
(Mateo 15:32). Para que Jesús pensase así, debió haberse puesto en el lugar de la gente,
y no solo eso pero movido en misericordia y compasión les dio de comer.
Hoy me ha parecido importante
compartir una oración por aquellas mujeres que han sido abandonadas por sus esposos,
me gustaría que las apoyáramos en oración.
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