Salmos 6:1-3 (NTV)
Oh Señor, no me reprendas en tu
enojo
ni me disciplines en tu ira.
Ten compasión de mí, Señor, porque
soy débil;
sáname, Señor, porque mis huesos
agonizan.
Mi corazón está angustiado;
¿cuánto falta, oh Señor, para que
me restaures?
Mmmmm, ¿eso no suena como si un niño rogara para no ser disciplinado?
¿Cuántas veces has hecho mal, tal vez incluso conociendo
desde un principio que es un error,lo haces, y luego clamas no ser disciplinado o castigado?
Actuando tal cual como un niño: pidiendo no ser castigado, ¿cuantas
veces has hecho cosas incorrectas: conociendo o desconociendo, y luego haber
orado para que el dolor se disipara, o aún mejor, que nunca comenzara?
Tú eres hij@ de Dios, y así como un niñ@ , necesitas corrección para que aprendas, el Señor disciplina a sus hijos para que ellos aprendan o nunca van a cambiar ... nunca aprenderían ... nunca crecerían ... y ciertamente nunca llegarían a ser más como Él.
Los problemas que soportas ahora
son el resultado de algo que es necesario
enfrentar y aprender.
Si permaneces fiel, el Señor usará estas pruebas para su gloria, y usted aprenderá si mantienes tu corazón abierto para oírlo hablar.
Si permaneces fiel, el Señor usará estas pruebas para su gloria, y usted aprenderá si mantienes tu corazón abierto para oírlo hablar.
Recuerda, si usted utiliza este tiempo para estar más cerca de Dios, Él tiene un plan, y tal vez incluso una lección, para que aprendas de este
tiempo de lucha. Admite
al Señor que eres débil y acércate más a Él buscando fortaleza. Él te llevará y bendecirá el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario